Hola a todos, bienvenidos a mi blog.
Hace poco me encontraba redactando un proyecto para la universidad con mis compañeras Nathalia y Gabriela, en algún punto se cansaron y manifestaron querer salir a despejar su mente. Personalmente no comparto la idea de interrumpir el estudio solo por estar cansado, pero no me hicieron caso y decidieron salir, y claro que no me iba a quedar solo.
Honestamente, pensé que sería algo rápido, tal vez quisieran ir a almorzar y ya, pero no. Lo que yo creí que era una simple interrupción de una hora fue transformado por una salida familiar para comprar ropa, y yo ahí en medio como una persona que no sabe cómo actuar en dicho contexto.
Salir de shopping con mujeres es una actividad que no considero del todo productiva, pues las mujeres gastan horas y horas tan solo buscando algo que les guste, para que después se lo prueben y no les convenza y repetir el ciclo.
Afortunadamente para mí, el hermano menor de mi compañera Nathalia, cuyo nombre es Sebastián, concordaba conmigo en que acompañar a las féminas a buscarse ropa era una pérdida de tiempo, así que los dos (junto a su papá) nos sentamos a criticar las prendas que mis amigas elegían.
Mientras ellas pasaban de acá para allá con ropa que Sebastián y yo catalogábamos de indecorosa, nos sentamos a compartir pequeñas reflexiones de la vida, pues sebas tiene 14 años, así que me pareció un momento adecuado para contagiarlo de sabiduría masculina e inculcarle ideas patriarcales antes de que su feminista hermana le haga creer que las relaciones sociales modernas están del todo bien.
Gastamos más de 3 horas buscando ropa en tiendas y al final tan solo llevaron un vestido. Por otro lado, Sebastián fue bastante más productivo y en una tienda vio un pantalón y lo compró sin siquiera saber cómo le quedaría (spoiler: si le quedó).
De no ser porque me dieron almuerzo al final de la aventura y porque ellas terminaron todo el proyecto de la universidad, no repetiría la experiencia. Fue incómodo y tedioso? Si. Sin embargo me gustó considerarme crítico de ropas y no aprobar casi absolutamente ninguna prenda que escogían, además de compartir ideas misoginas conservadoras con mi nuevo amiguito Sebastián. Fue una experiencia interesante.
Gracias a todos por leer y compartir. Hasta la próxima
Hello everyone, welcome to my blog.
I was recently working on a project for university with my classmates Nathalia and Gabriela, when at some point they got tired and said they wanted to go out to clear their heads. Personally, I don't agree with interrupting your studies just because you're tired, but they ignored me and decided to go out, and of course I wasn't going to stay behind on my own.
Honestly, I thought it would be a quick thing, maybe they wanted to go out for lunch and that would be it, but no. What I thought would be a simple one-hour break turned into a family outing to buy clothes, and there I was, not knowing how to act in that context.
Going shopping with women is an activity that I don't consider entirely productive, as women spend hours and hours just looking for something they like, only to try it on and not be convinced, and then repeat the cycle.
Fortunately for me, my colleague Nathalia's younger brother, whose name is Sebastian, agreed with me that accompanying women to look for clothes was a waste of time, so the two of us (along with his dad) sat down to criticize the clothes my friends chose.
While they wandered back and forth with clothes that Sebastián and I deemed inappropriate, we sat down to share some reflections on life. Sebastián is 14 years old, so it seemed like an appropriate time to impart some masculine wisdom and instill patriarchal ideas in him before his feminist sister convinces him that modern social relationships are perfectly fine.
We spent more than three hours looking for clothes in stores, and in the end, they only bought one dress. On the other hand, Sebastián was much more productive and saw a pair of pants in a store and bought them without even knowing how they would fit him (spoiler: they fit).
If it weren't for the fact that they gave me lunch at the end of the adventure and that they finished their entire college project, I wouldn't repeat the experience. Was it uncomfortable and tedious? Yes. However, I liked being a clothing critic and disapproving almost every piece of clothing they chose, as well as sharing conservative misogynistic ideas with my new friend Sebastián. It was an interesting experience.
Thank you all for reading and sharing. Until next time.