Hola a todos. Bienvenidos a mi blog.
Hace poco cometí un par de errores y como castigo tuve que realizar una cartelera acerca de la responsabilidad y el sentido de pertenencia. Me parecía muy fácil haber safado de ello tan solo elaborado una cartelera, y por supuesto, yo tenía razón.
Resulta ser que la cartelera no era solo para colocarla en alguna pared y que se viera linda y ya. No, esta debía ser defendida públicamente en la plaza de la universidad, en un espacio conocido como "la plaza de las ideas", que en realidad no es más que un espacio para que los profesores den charlas y los estudiantes de humanidades vayan a hablar sus respectivos disparates. Sin embargo, descubrí que los estudiantes que toman la palabra no se encuentran allí precisamente por voluntad propia, más bien están allí pagando alguna penitencia, y yo me convertí en uno de esos estudiantes.
Yo no tenía idea de que debía defender mi precioso trabajo que parecía sacado de Pinterest, así que cuando la profesora me preguntó si ya había preparado lo que iba a decir me sentí totalmente desconcertado. La profesora coordinadora de dichas actividades, con la cual teníamos clase ese día, nos sacó de clases para ir todos a apreciar mi charla, y en pocos minutos mis amiguitos y compañeros se apiñaron todos en la plaza para ver mi escarnio público.
No me sentía preparado para ello, sin embargo, nunca he sido de aquel tipo de personas que temen el compromiso y retroceden. Al momento de pararme a hablar, le pedí a un amigo que aguantara la cartelera para que yo pudiera utilizarla como material de apoyo. Me sentí como si mi amigo Ramón y yo fuéramos el duo dinámico, como don quijote y Sancho, o Woody y buzzlightyear.
Siempre he escuchado que hablar en público es díficil, pero en realidad me pareció una actividad que no presenta ningún tipo de complicaciones. Hubo más de 60 personas observando mi improvisada charla, y fueron 60 personas que se rieron, que aprendieron y que vivieron una de sus mejores charlas. El público quedó encantado, me dieron una ovación de la cual no me sentía merecedor. En cierto punto me sentí como un líder político predicando sus ideales, ya que incluso habían líderes de movimientos estudiantiles presenciando la charla. Quién sabe? Tal vez se hayan sentido impresionados y me recluten para ser líder estudiantil. En algunas fotos de puede apreciar mi parecido a un político de 2da o 3ra clase.
Para mi, fue perfecto. A pesar de que los profesores espectadores mantuvieran una opinión diferente debido al inapropiado lenguaje utilizado por el orador, y por la falta de seriedad que presentó la audiencia, ya que básicamente estuvo compuesta por los compañeros de mi sección más todos los amigos que he hecho en mi vida universitaria. Algunos amigos incluso se tomaron selfies durante la charla, cosa que molestó a la profe, pero yo les agradezco a todos mis amigos que fotografiaron el proceso e inmortalizaron la anécdota.
Gracias a todos por leer. Hasta la próxima hivers
Hello, everyone. Welcome to my blog.
I recently made a couple of mistakes and as punishment I had to make a poster about responsibility and a sense of belonging. It seemed very easy to me to get out of it just by making a poster, and of course, I was right.
It turns out that the poster wasn't just meant to be hung on a wall to look pretty. No, it had to be defended publicly in the university square, in a space known as "the square of ideas," which is really just a space for professors to give lectures and humanities students to talk about their respective nonsense. However, I discovered that the students who speak up are not there precisely of their own free will, but rather are there serving some kind of penance, and I became one of those students.
I had no idea that I was supposed to defend my precious work that looked like it came straight out of Pinterest, so when the professor asked me if I had prepared what I was going to say, I was completely taken aback. The teacher who coordinated these activities, with whom we had class that day, took us out of class so we could all go and listen to my talk, and in a few minutes my friends and classmates all gathered in the square to watch my public humiliation.
I didn't feel prepared for it, but I've never been the type of person who fears commitment and backs down. When it was time to stand up and speak, I asked a friend to hold the poster so I could use it as support material. I felt like my friend Ramon and I were the dynamic duo, like Don Quixote and Sancho, or Woody and Buzz Lightyear.
I have always heard that public speaking is difficult, but in reality, I found it to be an activity that presents no complications whatsoever. There were more than 60 people watching my impromptu talk, and they were 60 people who laughed, learned, and experienced one of their best talks ever. The audience was delighted and gave me a standing ovation that I didn't feel I deserved. At one point, I felt like a political leader preaching his ideals, as there were even student movement leaders in the audience. Who knows? Maybe they were impressed and will recruit me to be a student leader. In some photos, you can see my resemblance to a second- or third-rate politician.
For me, it was perfect. Even though the teachers in the audience had a different opinion due to the inappropriate language used by the speaker and the lack of seriousness of the audience, which was basically made up of my classmates and all the friends I have made during my university life. Some friends even took selfies during the talk, which annoyed the teacher, but I am grateful to all my friends who photographed the process and immortalized the anecdote.
Thank you all for reading. See you next time, hivers.