
Imagen cortesía de @monster-one.
Reunidos, pero mentalmente distantes,
a la distancia somos un grupo de errantes.
En la realidad seguimos siendo estudiantes,
buscando aventuras siempre inquietantes.
Aunque la tecnología nos vuelve caminantes,
poco a poco dejamos de ser pensantes.
Destellos que mueren de formas fulminantes.
No importa el paisaje exuberante,
ni ese bello barco con vacante.
El teléfono es más intrigante,
dejando de lado ser participante,
solo me vuelvo un ser petulante.
La tecnología es mi tranquilizante.
Mirada perdida llena de sedante.
La naturaleza nos pide ser participantes,
no dejemos de ser perseverantes.
Tenemos unos paisajes gratificantes,
con unos atardeceres relajantes.
Desconectar de las redes insignificantes,
suelta las conexiones subyugantes.
Es la hora de los desintoxicantes.
Quiero ser un mejor habitante,
de la naturaleza un mejor amante.
La vida se pasa en un instante.
No importa un animal amenazante,
mi vida digital es más espeluznante.
Siempre una circunstancia relajante,
para dejar la conexión constante.
Participa en el concurso de microrrelatos de Hivemexico en su 7ma edición.
