Yesica era una hermosa joven que no podía caminar, todas las mañanas su padre la llevaba a contemplar cada amanecer, a contemplar cada despertar, pues su vida era tan hermosa, que no tenía tiempo de mirar atrás, no tenía tiempo de quejarse por no poder caminar.
Pasaba horas contemplando la belleza del sol, observando cada amanecer, cada atardecer y la tranquilidad que podían proporcionarle, pues sabia que estaba viva , y esto para ella , era un hermoso regalo , el regalo de la vida, además la belleza de las estrellas, la profundidad del sol, la suavidad del cielo, todo aquello había sido hecho para causar en ella disfrute y admiración. Toda esta belleza la llenaba de un profundo amor.
Una enorme gratitud brotaba de su corazón y sus ojos brillaban al ver tanto esplendor. Un día, un chico del pueblo se acercó a ella y le preguntó al ver su sonrisa:
¿Qué piensas Yesica?
Cuando te veo sentada ahí, siempre te veo sonreír, la luz en tu rostro no es normal.
Yesica sonrió y le respondio:
—Pienso en el futuro y tengo los ojos puestos en el mañana
— Un mañana que sé que llegará pronto…
—Un mañana que trae mucha felicidad.
El chico confundido le dijo:
—Pero..., mañana todo será igual Yesica, mañana de igual forma no podrás caminar…
Con lágrimas en los ojos Yesica le dice:
—El mañana del que hablo, es un mañana que viene acompañado de una hermosa promesa
—Una promesa que pronto se cumplirá donde finalmente cielos y tierra celebrarán de felicidad.
El chico sorprendido le dice:
— Yo también quiero esperar ese mañana lleno de felicidad
y juntos siguieron contemplando el atardecer.
English version
Yesica was a beautiful young girl who could not walk, every morning her father took her to contemplate each sunrise, to contemplate each awakening, because her life was so beautiful, she had no time to look back, she had no time to complain about not being able to walk.
She spent hours contemplating the beauty of the sun, watching every sunrise, every sunset and the tranquility that they could provide, because she knew she was alive, and this for her, was a beautiful gift, the gift of life, plus the beauty of the stars, the depth of the sun, the softness of the sky, all that had been done to cause her enjoyment and admiration. All this beauty filled her with a deep love.
An enormous gratitude welled up in her heart and her eyes sparkled at the sight of so much splendor. One day, a boy from the village approached her and asked her when he saw her smile:
What do you think Yesica?
When I see you sitting there, I always see you smiling, the light on your face is not normal.
Yesica smiled and answered him:
—I think about the future and I have my eyes set on tomorrow.
— A tomorrow that I know will come soon....
—A tomorrow that brings a lot of happiness.
The confused boy said to her:
—But..., tomorrow everything will be the same Yesica, tomorrow you still won't be able to walk....
With tears in her eyes Yesica said to him:
—The tomorrow I'm talking about, is a tomorrow that comes with a beautiful promise.
—A promise that will soon be fulfilled where finally heaven and earth will celebrate with happiness.
The surprised boy says to her:
— I too want to wait for that tomorrow full of happiness
and together they continued to contemplate the sunset.
