Hola a tod@s
Hoy os cuento cómo he preparado un buen plato de setas que he recolectado esta mañana, y que por tanto están superfrescas. Se trata de la variedad lactarius deliciosus (también conocidos como níscalos o rebollones).
En la siguiente imagen podemos ver el resultado de todo el proceso de preparación.
Pero antes que nada, veremos cómo ha empezado todo, no os parece? En esta imagen vemos como están los níscalos en su estado natural, una vez han sido recolectados, con alguna rama de pino todavía incrustada, y con la tierra propia de su hábitat.
Lo primero que hay que hacer, antes de ponernos a cocinarlos, es limpiarlos bien quitándoles la tierra y restos vegetales (hierbas...) que puedan tener. Asimismo, hay que trocearlos para que no queden demasiado grandes y se puedan cocer bien en la sartén.
Una vez troceados y limpiados, me gusta sumergirlos en agua, porque aún así, las setas soltarán más tierra, y veréis de qué color queda el agua.
En esta imagen podéis comprobar como he quitado parte de la seta que está tocada o en malas condiciones, porque está demasiado madura, o porque tenía algún huésped 🐛(gusano) 😜, tal y como ocurre también con frutas y verduras.
Una vez limpias, empieza la fiesta!🍺 La parte más dura ya ha pasado. Las ponemos en la sartén, y a ir dándoles vueltas hasta que estén doradas y un poco hechas. Hay gente que le gustan muy hechas, pero particularmente prefiero hacerlas lo justo, para que no se pasen, y queden bien sabrosas.
A mi me gusta cortar unos ajos previamente, y asarlas juntos a los ajos, que les dan un sabor y aroma especial 😋
Espero que os haya gustado. Las setas estaban increíbles, tiernas y muy sabrosas. Ha sido un placer para el paladar.
Nos vemos en siguientes entregas.
Saludos ;)