¡¡Buenos días amigos!! Esta iniciativa de mi amiga @brujita18 me gusta mucho, porque es necesario siempre realizar un autoexamen y evaluar a través de él esas cualidades que de alguna manera nos caracterizan pero que no son sanas.
Así como tenemos muchas virtudes y cualidades hermosas, también tenemos defectos, y a veces nos traen bastantes problemas. Es necesario estar conscientes de ellos y trabajar en la manera de eliminarlos de nuestra vida cotidiana, o disminuirlos hasta donde nos sea posible.
Desde que estaba adolescente, he padecido de este mal. La paciencia jamás fue mi mayor virtud. Recuerdo que cuando alguien me invitaba a salir y me dejaba esperando por mucho rato, me cambiaba y me iba a dormir, o me iba a otro lugar con alguien más y no le hablaba por muchos días. La inmadurez también participaba en esta situación. Con el tiempo tuve que ir modificando esta actitud a medida que daba pasos delicados y determinantes en mi vida; como el matrimonio, la maternidad, y la profesión. Realmente fue la maternidad la que me obligó a trabajar en mi problema de impaciencia, poco a poco me acostumbré a tener paciencia según cómo iban creciendo y evolucionando mis hijos y sus propias cualidades; pero fue en el entorno laboral donde tuve que aumentar mi aprendizaje ya que para ser educadora, ser paciente era prácticamente el requisito primordial. Así que terminé siendo un derroche de paciencia del cual yo misma estaba sorprendida, pero admito que aún quedan secuelas de ella, no la erradiqué totalmente.
Vivir en un país como Venezuela, con su panorama actual, a veces me colma la paciencia y estallo; sobre todo cuando necesito trabajar y no hay internet o la señal es muy mala, cuando necesito hacer labores y no hay agua, o cuando los apagones nos sorprenden en plena oscuridad, y la peor de todas, el alto precio de vivir en un espacio sobrecargado de inflación. Estas situaciones, creo, nos llevan a todos a un nivel de impaciencia muy elevado, pero a pesar de eso sé que ya no soy la reina de la impaciencia de mis años de juventud. Mi hija me dice: "Mamá, cálmate, que molestándote no lo vas a remediar y te va a dar un infarto". Y tiene mucha razón, por eso sigo trabajando en lo que queda de mi impaciencia para poder conservar mi salud mental y emocional.
Por mi misma impaciencia, viene la reacción en cadena. Por ejemplo, si pierdo la paciencia porque la señal de internet se va muy seguido y no me deja trabajar, en un arranque ya al extremo, le doy el golpe al dispositivo o al mouse de la computadora sin tener la culpa de lo que pasa, después vienen las consecuencias. De igual manera me sucede con las personas. A veces sin darles la oportunidad de explicar por qué me dejaron esperando, o por qué no hicieron algo bien, les digo cosas que no debo decirles y después quiero con urgencia enterrar la cabeza en la tierra como el avestruz. Antes era más impulsiva, gracias a Dios el tiempo y las experiencias me han hecho controlar eso, y hoy en día ya respiro profundo antes de abrir mi bocota, pero a veces me cuesta hacerlo y “PUM”, meto la pata otra vez.
Desde niña tuve la facilidad de hacer amigos donde quiera que llegara; por muchas razones me vi obligada a cambiar de sitios donde vivir y de lugares donde estudiar, por eso me veía constantemente en la situación de conocer nuevas personas y comenzar nuevos círculos de amistades. Una de mis virtudes desde siempre ha sido brindar mi amistad incondicionalmente, soy muy sincera, solidaria, y si hay algo que no cambiaré jamás, es que de la misma manera como respeto y valoro a mis amigos y/o pareja, así deseo también ser respetada y valorada. El asunto es que si me entero de alguna traición, no soy impulsiva ni hago un alboroto de la situación, simplemente lo hago saber y me retiro con tranquilidad, aunque por dentro esté a punto de explotar.
Hace algunos años me pasó con una amiga de la adolescencia, en ese momento de mi vida yo la consideré mi “mejor amiga”, y llegó a traicionarme de la peor manera. Me enteré por su pareja (increíble pero cierto), y sin dar ninguna explicación ni esperar otra, me alejé totalmente de ella hasta el sol de hoy. Los demás decían que en efecto yo tenía toda la razón, pero que había sido muy dura y debía ceder un poco y darle una oportunidad, que todos cometíamos errores. Eso es cierto, a mí me cuesta muchísimo perdonar las traiciones, y lo he venido trabajando por años, y aunque ya he logrado disminuir la intensidad de mi orgullo, y he aprendido a perdonar y dar otra oportunidad a quienes realmente lo merecen, aún me cuesta, sobre todo con esas personas que después de traicionarme, les doy una nueva oportunidad y vuelven a cometer la falta, incluso una y otra vez y de la peor manera. Ya me hacen sentir que es una burla, y hasta ahí llega mi paciencia. Pienso que lo más sano ante una traición, es perdonar, cerrar el capítulo, y alejarse de estas personas. Es verdad que el orgullo es un defecto muy delicado, no lo niego, pero pienso que la traición lo es aún más, y he optado por dar vuelta a la página con este tipo de gente y seguir mi camino; alimentar rencores es tóxico y no aporta absolutamente nada positivo a nuestra salud mental y nuestra paz espiritual.
Hasta aquí mi autoexamen de defectos. Invito a mis queridas amigas @chacald.dcymt y @tere.alv. ¡¡Feliz día para todos!!
Good Morning friends!! I really like this initiative of my friend @ brujita18, because it is always necessary to carry out a self-examination and evaluate through it those qualities that somehow characterize us but are not healthy.
Just as we have many beautiful virtues and qualities, we also have flaws, and sometimes they bring us quite a lot of problems. It is necessary to be aware of them and work on how to eliminate them from our daily lives, or reduce them as much as possible. This is my self-test.
Since I was a teenager, I have suffered from this disease. Patience was never my greatest virtue. I remember that when someone asked me out and kept me waiting for a long time, I would change and go to sleep, or I would go to another place with someone else and I did not speak to them for many days. Immaturity also participated in this situation. Over time I had to change this attitude as I took delicate and decisive steps in my life; like marriage, motherhood, and profession. It was really motherhood that forced me to work on my impatience problem, little by little I got used to having patience according to how my children and their own qualities were growing and evolving; But it was in the work environment where I had to increase my learning since to be an educator, being patient was practically the primary requirement. So I ended up being a waste of patience of which I was surprised myself, but I admit that there are still consequences of it, I did not eradicate it completely.
Living in a country like Venezuela, with its current outlook, sometimes fills me with patience and I explode; especially when I need to work and there is no internet or the signal is very bad, when I need to do work and there is no water, or when blackouts surprise us in the dark, and worst of all, the high price of living in an overloaded space inflation. These situations, I think, bring us all to a very high level of impatience, but despite that I know that I am no longer the queen of impatience from my younger years. My daughter tells me: "Mom, calm down, because if you get upset, you are not going to remedy it and you are going to have a heart attack." And she is very right, so I continue to work on what remains of my impatience in order to maintain my mental and emotional health.
Out of my own impatience comes the chain reaction. For example, if I lose patience because the internet signal goes out very often and does not let me work, in an extreme boot, I hit the device or the computer mouse without being to blame for what happens, then come the consequences. The same thing happens to me with people. Sometimes without giving them the opportunity to explain why they kept me waiting, or why they didn't do something right, I tell them things that I shouldn't tell them and then I urgently want to bury my head in the ground like an ostrich. Before I was more impulsive, thank God time and experiences have made me control that, and today I already take a deep breath before opening my mouth, but sometimes I find it difficult to do so and “PUM”, I screw it up again.
Since I was a child I had the facility to make friends wherever I went; For many reasons I was forced to change places to live and places to study, which is why I was constantly in the situation of meeting new people and starting new circles of friends. One of my virtues has always been to offer my friendship unconditionally, I am very sincere, supportive, and if there is something that I will never change, it is that in the same way as I respect and value my friends and / or partner, I also want to be respected and valued. The point is that if I find out about any betrayal, I am not impulsive or make a fuss about the situation, I just let it be known and I calmly withdraw, even though inside I am about to explode.
Some years ago it happened to me with a friend from my adolescence, at that moment in my life I considered her my "best friend", and she came to betray me in the worst way. I found out about her from her partner (unbelievable but true), and without giving any explanation or waiting for another, I totally walked away from her until the sun today. The others said that in fact I was absolutely right, but that she had been very tough and should give in a little and give her a chance, that we all made mistakes. That is true, it is very difficult for me to forgive betrayals, and I have been working for years, and although I have already managed to reduce the intensity of my pride, and I have learned to forgive and give another chance to those who really deserve it, I still It is difficult, especially with those people who after betraying me, I give them a new chance and they commit the fault again, even again and again and in the worst way. They already make me feel like it's a joke, and that is where my patience goes. I think that the healthiest thing before a betrayal is to forgive, close the chapter, and get away from these people. It is true that pride is a very delicate defect, I do not deny it, but I think that betrayal is even more so, and I have chosen to turn the page with these types of people and go my way; Feeding grudges is toxic and does absolutely nothing positive for our mental health and peace of mind.
So far my self-test for flaws. I invite my dear friends @chacald.dcymt and @tere.alv. Happy day for everyone!!
