Mi nombre es Augusto Oropeza, Esta presentación personal es diseñada con fines de mostrar quien soy y cómo nació mi afinidad por la escritura.
Yo Nací en Caracas, Venezuela hace 24 años. Fui un bebé muy amado puesto a que soy el unico descendiente de la rama materna en mi árbol genealógico (único hijo, único sobrino, único nieto e incluso único bisnieto). Apenas nací mis padres se mudaron a El Tigre en el estado Anzoátegui, en sus orígenes era un pueblo de una calle de tierra y algunas bodegas ubicado justo sobre la mesa de Guanipa la cual posee el reservorio de agua dulce potable mas grande en América, en estas décadas ha crecido bastante gracias al auge petrolero que hubo en los 90's, hoy en día es una ciudad sin mucho que hacer pero con una excelente energía para vivir en paz.
Mis padres se separaron muy pronto después de la mudanza. Fui criado toda mi vida por mi madre, siempre fue mi pilar y único apoyo. Como ella es graduada en medicina mi rutina diurna empezaba con jornadas escolares durante toda la mañana, en las tarde practicaba fútbol, natación y karate; siempre fui muy enérgico. Al caer la noche ella pasaba por mi y en vez de ir a casa teníamos que ir al hospital donde me cuidaban las enfermeras mientras ella operaba,así fue pasando el tiempo y a pesar de que tenia mucho tiempo libre para montar bicicleta, bañarme en la lluvia y correr descalzo por la tierra del urbanismo donde vivia habia dias en los que ni siquiera llegaba a la casa.
Fue ahí, entre hospitales y clínicas donde empezó mi amor por la escritura y la poesía. No recuerdo que rima dijo mamá de casualidad y seguido a eso exclamó sonriente "ay! me salió un verso sin esfuerzo", yo quede perplejo de asombro y en seguida luche con todas mis fuerzas para crear una nueva rima ¿por que? porque me lleno de alegría y entusiasmo escucharla, fue como un acto de luz divina, como una epifanía, era un niño con juguete nuevo, un gordito que había conseguido un caramelo que jamas se acabara, un alma inocente que había conseguido un poder antiguo sin siquiera saberlo. desde ese momento hasta hoy he tenido momentos en los que he escrito desde alma, transmitiendo vibrantes emociones a través de mis palabras, obvio, hay días en los que simplemente la inspiración no se asoma ni a la ventana. llenaba cuadernos desde la primaria hasta graduarme de bachiller con versos, tanto los mios como los de mis amigas y amigos. yo nunca fui un estudiante de honor, prefería los videojuegos a la tarea y hacer ejercicio siempre fue primero que la lectura cuando era más joven. Mi familia era la típica familia modelo de la gran ciudad, grandes títulos galardonados y excepcionales en sus profesiones con hobbys habituales como jugar baseball, caminar en el parque o salir por café o cerveza con los amigos, en cambio, yo siempre fui diferente... cuando ya era un poco mayor empecé a quedarme más tiempo solo, mi mama seguía en sus guardias, trabajaba 12 horas al día descansaba 4 en la casa y seguida hasta el día siguiente sin parar ni un momento. fue entonces cuando empecé a explorar mis propios horizontes, a forjar mi carácter personal y mi personalidad a muy temprana edad y siendo influenciado por factores ajenos al hogar, a su vez cuando llegaba el verano me iba con mis abuelos donde ocurría el caso opuesto, era obligado a seguir sus reglas, a acatar sus normas y a seguir sus costumbres, no lo voy a negar, yo me divertía un montón, siempre íbamos a la playa, al club o al campo donde pasaba horas en el agua o comiendo como si se fuera a acabar el mundo, me enseñaron a respetar la vida como un ser mas, a entender que las plantas se comunican a su manera y que los animales sienten igual que nosotros, ahí fue donde se plantaron las semillas de mi conexión con la Pachamama que a su vez afloro grandes cambios en mi personalidad. cuando estaba en caracas era alguien y cuando estaba en El Tigre era otra persona, pero siempre había algo que no cambia y era mi amor por las cosas y esas ganas de llorar de alegría conmovido por tan solo sentir sol, ver un colibrí comiendo, un gato ronroneando a los pies o un perro exigiendo que le lances por millonésima vez la pelota.
Con el tiempo aprendí que todo debe tener un balance, un equilibrio, y así como yo era muy feliz, yo hacía muy feliz a los demás, con mi inocencia y sonrisa sin dolores, como aquel niño a quien le dicen -Te amo- y lo siente tan normal que responde -lo se, yo te amo a ti-.
Pronto a eso, entre los 4 - 5 años de edad llegó a la casa el Hombre que me crearía toda mi infancia, a quien realmente le decía y sigo diciendo Papá, el era militar de carrera, debo admitir que estaba muy loco y eso me llenaba de felicidad porque siempre había algo nuevo y desquiciado que hacer como crear tirolinas en el patio de la casa o lanzar cohetes dentro de la misma solo para fastidiar a mamá. Me enseñó disciplina, a hacer primero lo primero, siempre me recordó que nunca es tarde y siempre hay tiempo, porque el dia es largo y la noche joven, con el desarrollé instintos de supervivencia o más bien contra el ya que debía esconderme bien para que no me hiciera cosquillas que causaban dolor más que risas, me inculcó el don de tener un propósito, es decir, siempre que haga algo que sea por una razón justificada, que si debo dañar algo sea por una causa justa y de desechar algo es mejor llevarlo a las puertas de quien si lo pueda usar o lo necesite. El siempre se paraba temprano a rezar y a hacer ejercicio, luego lanzaba dardos un rato y después de desayunar me ayudaba con las tareas, el siempre le escribía cartas a mi mama, me sentaba a su lado y me decía que leyera lo que le estaba escribiendo pero la verdad nunca entendí su letra, cortaba rosas y se las dejaba con la carta junto a la cama. lo recuerdo mucho tiempo en casa porque trabajaba 7 días si, 7 días no en una compañía petrolera. Gracias a el entendi a enamorarme, a realizar actos de amor desinteresados, a manifestar las emociones del alma en cosas tangibles, como cuando me explico, porque se cuidan las matas y porque siempre se debe barrer la casa.
En mi crianza nunca me dijeron que las cosas se hacían para que estuvieran bien, usaban los términos sentir, apreciar, querer... nunca me preguntaban porque yo quería hacer algo, siempre me preguntaban ¿para que lo harás? o ¿para que lo quieres? y eso a los 8 años parece dificilísimo de responder y es totalmente normal, a veces solo queremos algo porque si y ya, pero cuando encuentras el propósito dentro de ti descubres un universo nuevo y basto para explorar. yo obtuve eso muy joven y siempre a pesar de mis complejos e inseguridades siempre fui muy decidido y testarudo, me habían forjado como un guerrero de la jungla de asfalto destinado a luchar contra las adversidades para vencer a los reyes e ir tras los dioses, asi que, asi fue mi infancia vainilla.
Más temprano que tarde mi padre murió y mi vida cambio, no me sentía tan preparado como quería, me volví el hombrecito de la casa y ni siquiera sabia como hacer arepas, no fue fácil sentir la casa fría y mis poemas de niño se volvieron tan grises como los de cualquier poeta melancólico. encontré refugio en una falta de sentido, mal humor constante y un la autocompasión perpetua.
Ese estado depresivo duró más o menos 2 años. El verano de 2010 volví a surgir cual loto floreciendo o como fénix de entre las cenizas, había desarrollado un afinidad inmensa por el BMX y conseguí el compañero perfecto, un gran amigo llamado Mounir. Su familia tiene una gran posición económica y por ser dueños de una urbanización se quedaron con un área bastante grande para hacer La Mansion Rahnme, que consta de una edificación principal y 4 casas enormes alrededor de un lago artificial, dentro había granja, cancha de tenis, helipuerto y demás. pasaba semanas ahí con el, no iba a la casa ni un momento y montabamos bici todo el dia y toda la noche, entonces cada madrugada mientras fumábamos narguile a escondidas llegaba la nostalgia y la melancolía pero hablando como hermanos, como luces briosas y sin obstaculos me recordó que siempre debo ver dentro de mi y ahi estara su esencia, que sin importar si sigue o no en este plano ya su trabajo conmigo esta hecho y yo debía continuar porque el tiempo no espera.
Al volver a clases me enamore de una nueva alumna de otra sección y como un chivo amargado me fui de frente insistente y fastidioso, enamorandola sin saber cómo hacerlo y sin tener a quien pedirle consejo. Entonces empece a utilizar mi mas vieja arma ¡la poesía! ni siquiera hoy en día conozco las metodologías correctas para realizar correctamente un poema, desde niño he sido muy empírico, autodidacta e ingenioso. Asi que, asi fue, cada dia uno nuevo, cada mes uno especial hasta que finalmente logre que sintiera algo más o menos igual a lo que yo sentía por ella solo por existir. sacando la parte emocional, fue un gran entrenamiento, me rompia la cabeza buscando maneras de reflejar emociones y sentimientos en palabras simples comparándolas con cualquier cosa cotidiana. En ese momento descubrí lo que hoy en día llamo "arranques" que no es más que un pico bien alto de serotonina ligada con mucha inspiración y quizás un tanto de adrenalina. cuando experimento estos "arranques" mi cerebro va mas rápido que yo, simplemente no pienso y las rimas se crean por sí solas. Experimento un tipo de euforia dedicada a destruir el teclado y el resultado son hermoso y profundos poemas que son analizados y corregidos después de culminados.
Se que les he hablado mucho acerca de mi pasado de una manera superficial y me he afincado principalmente en los momentos que me han forjado como escritor, me he guardado los detalles para contarles un sin fin de aventuras más adelante, sin mas preambulos les comento que hoy en dia no soy muy diferente:
Ya soy ingeniero de mantenimiento así que logre alcanzar el éxito académico.
he continuado con mis aventuras en los deportes y he ganado muchas medallas y también muchas fracturas a pesar de todo estoy bien y me siento bien.
Intento conservar esa esencia de niño, sigo escribiendo de vez en cuando para mi y ahora que he sido invitado por un gran amigo a esta hermosa comunidad tendré el maravilloso placer de escribirle a alguien más.
Me gusta meditar y soy sumamente autoevaluativo, he hecho cursos de realización personal, de autoconocimiento Gnóstico y de Programación Neuro Lingüística.
Tengo bases de marketing digital, diseño gráfico aplicado al marketing y me encanta la fotografía natural y artística.
He tenido millones de caidas y mi vida no ha sido nada facil a comparacion de otras, mis amigos dicen que soy inquebrantable y que si fueran ellos ya se hubieran rendido pero yo me siento en un dia cualquiera, siempre sonrío y trato de nunca juzgar. me gusta mucho sentir, sentir lo que transmite cada cosa en el mundo ¡son experiencias únicas! como el olor del chocolate, como apreciar ojos dilatarse, como rozar una pared y los dedos empolvarse, como escuchar las cigarras en la sabana, como probar la vainilla en labios sabor a fresa. También he aprendido a aceptar las cosas que no son tan agradables, como experimentar el dolor de perder un ser amado, como el de ser traicionado, cómo probar cacao amargo y el dolor de una herida abierta por un accidente de tránsito, son las cosas que mas duelen en el momento y las que más disfrutas en el futuro porque te dan cicatrices para recordar que estas vivo y que eres un campeón por haber vencido y haber superado... por haberte despojado. Pienso que de experiencias se llena el mundo y estamos aquí para vivir las que nos hagan sentir vivos, llenos, completos.
Yo vivo tranquilo... mis ambiciones no son carros lujosos, ni casas flotantes, yo quiero amor, quiero paz, yo quiero tolerancia y vibraciones en armonia, tambien estoy convencido que si el mundo fuera como lo deseo esos carros y esas casa fueran cosas que pudiera tener cualquiera.
Hive es un terreno desconocido para mi, por los momentos, así que con humildad les agradezco. gracias por haberme leido, gracias por haberme aceptado, gracias por haber empatizado. de cierto modo todos tenemos conexiones que nos hacen semejantes asi que aqui estaré lleno de gozo y regocijo preparando el siguiente post para que disfrutes de forma amena cómo crece el corazón.