Todo empezó el 8 de diciembre de 2018, venia de pasar un dia como cualquier otro en la universidad con mi novia, eran alrededor de las 9 de la noche y un amigo casi hermano me llama. Al contestar dijo en tono de alerta - Sal! ven a la esquina ya que tienes que ayudarme-. Fui veloz hasta nuestro punto de encuentro puesto a que sentí miedo de que le hubiera pasado algo. Para mi sorpresa venia con una caja de zapatos en su mano que al destaparla me percate por donde iban los tiros. Dentro de la caja había un lindo gatito que ni siquiera había abierto los ojos, un tigre gris rayado, tenia rasgos muy predominantes de Silver Tabi aunque con el pechito blanco, igual que sus patas.
Era pura oreja, parecía un murciélago! el detalle era que el no podía quedarselo porque tenia 3 perritos, asi que las únicas opciones era buscarle un hogar o quedarmelo, lo cual tambien era un poco dificil porque ya yo tenia otra gata que era adulta. Lo lleve a casa y cuando mamá lo vio se quería morir. imaginen a su mama con 3 periquitos y un gato y que de paso le traigan otro. Grito de asombro -Aaaaah, y ese gaato? no puede ser, yo no quiero gato! mas animales? no, no, no, no y feo que es, naguara!
Esa misma noche intentamos que tomara algo de leche pero no podía ni siquiera acercarse al plato a lamer, así que usamos la vieja camita y la manta de la gata mayor para acomodarlo sin que le diera frío cerca de la cama, para poder estar pendientes de que no le fuera a pasar nada. Esa noche nadie durmió por culpa del gato, fue terrible, no paro de llorar ni un segundo, se quejaba como si le estuvieran sacando el alma y a la única conclusión que llegamos era que tenia hambre asi que a las 7 de la mañana en pijamas fuimos a la farmacia por un tetero para niños recién nacidos. al llegar a casa vi a mamá preparando leche mientras tenía el gato entre mis brazos y le dije -Pues, si ya le compraste tetero es tu hijo así que yo como se va a llamar? Ella me dejó escoger un nombre y yo sin pensarlo mucho exclamé ¡Serafín! ese será su nombre.
Serafin, tomaba leche agarrando el tetero con sus dos patitas delanteras abrazando el envase como si fuera un bebé humano y no dejaba que se lo quitaran de la boca, tomaba entre 4 y 8 oz de leche completa cada vez que se le antojaba que podía ser hasta 6 veces al dia y su barriga se llenaba tanto que parecía una iguana. era un gato, murciélago, iguana que lo único que hacía era comer, llorar, comer y defecar donde le lleguen las ganas porque no podía caminar muy bien.
La gata adulta no le tenía mucho cariño a este minino que se arrastraba por el suelo de la sala dia y noche durante semanas, lo miraba como si fuera un alien y si se le acercaba ella corría por su vida luego de lanzarle unos zarpazos, siempre fue una gata muy asustadiza pero con Serafín era un recelo, como si le hubieran invadido todo el territorio que ella había conquistado y no planeaba compartirlo. Mientras que eso sucedía mi mama sin expresarlo verbalmente había aceptado a Serafín en la casa y yo sabía que iba a quedarse. Ella se desmayaba de ternura y le decía -te amo lagaruto, eres feisimo pero te amo gatito pero te voy a tener que capar cuando seas grande porque si tienes gatitos con Pancha (la otra gata) van a salir feisimos-.
Paso 1 semana; teníamos que viajar a Caracas porque ya iba a ser Navidad y entre los planes eran estar con la familia, así que llevamos a Serafín al veterinario para que le pusieran sus vacunas y poder llevarlo en el autobús. Durante la consulta pasó la cosa más inesperada de todas... La Dra. examina al gatito cuidadosamente, sus extremidades, su boca, el pelaje, la cola, inclusive lo montó en un peso, todo esto mientras hablaba con nosotros acerca de cómo lo rescatamos y como lo estamos cuidando, de pronto preguntó su nombre y respondí Serafín, se llama Serafín y ella me vio con cara de confusión y con escepticismo reprocho - Serafin? pero si es una gata!. Como? Gata? - Le respondí inmediato - Queee? jajaja a bueno entonces no se como se llama porque yo creí que era macho..... Qué cambio, ¿no? al llegar a casa lo decidimos, si no es Serafín pues es Serafina y así por primera vez en la historia de la humanidad una gata fue bautizada con nombre de abuela italiana.
Para Navidad la bendición ya había abierto sus ojos, caminaba, saltaba y olfateaba todo lo que podía, seguía tomando leche en el tetero y ahora con más fuerza que nunca. La llevamos a Caracas y allí todos tenían que ver con ella, le daban su teterito cada vez que lo exigiera y no le gustaba estar lejos de nosotros, se dormía en la cabeza de mamá o entre los brazos míos. A pesar de que se asustó un poco con los fuegos artificiales, tuvo una navidad muy bonita, le regalaron collares y mucha mucha comida
Al volver al tigre empezó la locura, la otra gata habia visto como se llevaban un gatito que se arrastraba por el suelo y al pasar tan solo dos semanas lo habían traído de nuevo y esta vez era una fiera con pilas nuevas. La lucha por el territorio sigue existiendo en la actualidad pero en su momento si que se dejaban las cosas bien claras entre ellas dos.
Como todo gato digno, regio y proyectado no podían faltar las travesuras. Serafina es una gata con demasiada fuerza y energía, le gusta la cacería y es muy curiosa, su juguete favorito son los pequeños y delgados alambres de aluminio con los que se sujetan las bolsas de pan... y mis medias! Las cuales ya están casi todas rotas gracias a ella. Muchas veces la veia jugando con ella y las escondía bajo la cama o el sofá para que no se las quitara y más de una vez las perdia por semanas porque no sabia que hacia con ellas
jaja. Si, Fue ella
En la actualidad ya nos lame a todos como parte de su manada y deja que algunas veces le toquemos la barriga lo cual quiere decir que nos tiene mucha confianza. este diciembre cumple 2 años de edad, entrando a su etapa de adultez felina. Sigue siendo igual de inquieta y le encanta cazar moscas y grillos... a veces me trae saltamontes a los pies, es como un regalo para demostrarme que ella también puede traer la comida a la casa y esa es para mi ( no me los he comido nunca ). Como todo gato adora dormir y ella toma unas poses muy curiosas para hacerlo.
Sigue siendo igual de exigente con su comida, si tiene hambre y estas dormido pues te da con la pata en la cara hasta que te levantes y si para el almuerzo nosotros vamos a comer carne a ella hay que darle o se molesta, cuando entra en celo no para de lamerte y así pipí por toda la casa así que esa la semana en la que yo soy su sirvienta limpiando todos sus desastres todo el día. al final es mi gata y la amo mucho, por eso no me importa que sea tan malcriada y consentida. Si fuera gato y me tocara vivir aquí en mi casa también sería un gordo muy feliz
Ya se lleva bien con la otra gata y les comentare de ella en una proxima ocasion, espero que les haya gustado este divertido resumen de esta afortunada gata que por cosa del destino llegó a una casa donde la tratarian como una reina para vivir así toda su vida. Saludos, Hivers.
