Gracias a Dios por permitirme escribir una vez más en esta gran plataforma. Hoy quiero compartir con ustedes lo que fue una parte de mi cumpleaños.
El 8 de enero del 2022 arribé a mis 32 años de edad, (¡increíble como pasa el tiempo!) con salud y rodeada de personas a quienes amo.
Me caracterizo por ser una persona positiva, siempre busco el lado favorable de las cosas que suceden, viviendo a plenitud, sin egoísmos, sin malas caras, y agradeciendo a Dios y al universo por todo lo que me rodea.
Considero que la vida está llena de altibajos, de momentos buenos y malos, que no todo es oscuridad, que no todo es claridad, que los obstáculos se te presentan de manera natural, sin embargo tienes el poder de superarlos porque tienes la bendición de estar vivo.
Actualmente, el mundo en que vivimos está un poco convulso, la pandemia cambió nuestra perspectiva, apartando de nuestro lado a familiares, amigos y conocidos, situaciones difíciles que nos han demostrado qué tan frágil podemos ser, pero también lo afortunadoscque somos en seguir en este plano terrestre, en que aún poder sentir, besar, abrazar, reír o llorar en soledad, o con quienes amamos.
Y es que desde mi punto de vista, debemos vivir con esplendor, decir y demostrar lo que sentimos, disfrutar la brisa, el sol, el campo, la comida, las playas y todo lo que naturaleza nos regala, también tenemos que comprender que todos somos distintos y debemos aceptarnos tal y como somos, con defectos y virtudes con nuestras cosas buenas y no tan buenas, en definitiva intentar vivir en paz.
Cada cada día, cada hora, cada instante es un regalo divino, una oportunidad más para reflexionar que a pesar de los problemas seguimos aquí, luchando,por lo tanto es importante que pongamos toda la energía positiva para que todo nos salga bien.
Así pues, el dia de mi cumpleaños, empezó con una oración para agradecer a Dios Divino permitirme seguir acá, con vida. Fue inevitable recordar a mi padre fallecido recientemente, las lágrimas hicieron acto de presencia en mis ojos, pero también la risa, porque a pesar de que lo extraño cada momento que con el fué especial, lleno de risas francas, de ocurrencias fantástica y de mucho amor, amor hacia mi y mis hermanas, amor hacia mi madre y amor hacia mi hijo.
Mi día paso volando (cosa que me hace pensar que deberíamos tener dos cumpleaños), entre el trabajo y las felicitaciones de pronto llegó el atardecer, y mi novio me fue buscar para una grata sorpresa donde abundaban tortas y dulces, chucherías y alegría, pero lo más importante fue la compañía, mi familia, mi novio, mi suegra y amigos, entonaron las canciones cumpleañeras, para recordarme que ellos son mi vida entera.
De esta forma recibí mis 32 años, a Dios gracias por todo lo que me sucede.