Hey hey hey, buenas noches, al igual que los reyes magos hoy les traigo un regalo, este es dibujo bastante improvisado por como la mini historia se desarrollaba en mi mente, espero que les guste un montón y que tengan un deleite visual como yo al momento en que lo termine.
He tomado una nueva técnica para darle mas profundidad, ya que aunque pienso que se veía genial de color claro, me recordaba a una taza de cristal a plena luz de la luna.
Últimamente el cielo ha tomado relevancia en mis dibujos, además de las auroras boreales que fue una idea que se me ocurrió mientras conversaba con un amigo sobre los lugares que me gustaría visitar algún día.
Para mi traerles un dibujo creo que no fue suficiente, quizá no sea siempre pero esta vez me he arriesgado en contarles una pequeño relato sobre como un marinero sin encontrar el regreso a casa encuentra un lugar mágico. Y que el mismo sea quien les explique lo encantada que quedé con el resultado.
Solo un toque de azul fue suficiente para traerla a la vida, cristalizada por la misma arena, quebrada por el oleaje, líneas finas, gruesas y un fuerte deseo de ser una heroína a su manera.

Un fenómeno.

Justo después que se detuvo la lluvia, fue cuando lo vi con mis propios ojos, un espectro se acercó surgiendo de la profundidad del mar, no parecía peligroso por lo que me quede a mirar como los destellos de luz se posaban en el cielo, haciéndome dar cuenta que el ente frente a mí era traslúcido, pestañee un poco creyendo tener alucinaciones de cuentos de sirena, pero más que eso una extremidad faltante llamo mi atención, como las grietas seguían y seguían hasta su abdomen.

Aun un poco temeroso me aleje un poco más pero el brillo de las auroras me hizo notar que finalmente ella no se movería más de la distancia que nos separaba. Los grandes colores llenaron el cielo. Entre rosas, verdes y azules dejándome sorprendido.

Los dedos dibujaban y jugaban con el reflejo de los colores en el, incitando a que la imitara, mi rostro se frunció, pero muy en el fondo mi pecho se apretó al ver lo sola que se veía.

De un momento a otro, ya podía ver mi rostro empapado y mis manos salpicando con el agua, llegue a contemplar como bailaba y los colores de las auroras se reflejaban en su rostro, juro que una sonrisa se escapó cuando vio que me divertía a su lado, sin embargo dejó muy en claro que no debía quedarme, sino el mar se enojaría y al llegar el día permanecería en un eterno sueño siendo arrastrado al fondo del agua.

Cuenta la leyenda que si navegas lo suficientemente lejos, encontrarás una orilla donde el mar siempre está calmo, donde las estrellas te darán la bienvenida y te rogaran quedarte, con un aire fresco si eres lo suficiente astuto para quedarte,

un encanto tan delicado como el cristal aparecerá para hacerte compañía y despedirte al salir el sol, con un grietas en su fino cuerpo te enseñara que el mundo no es tan bueno como sueles soñar a veces pero que aun en los lugares recónditos puedes encontrar el silencio de alguien como una salvación.