En la antigüedad la ancianidad era muy respetada, altamente respetada en realidad., ya que después de tantos años de vida se asumía que la experiencia que habían adquirido era digna de admiración, porque podrían orientar en base a su conocimiento a los más jóvenes, por tal motivo era de reconocimiento público que esas personas de gran barba blanca eran grandes conocedores.
Por lo tanto, si llegabas a esas edades eras digno de admiración y profundo respeto, algo que se inculcaba desde temprana edad. Esto lleva a otro aspecto, y es que si bien la fortaleza siempre a sido relacionada con la juventud, también es cierto que la sabiduría lo ha sido a la edad avanzada.
Esto es algo de resaltar, y difiere mucho a lo que se asume en la realidad actual, en la que si bien es cierto que la fortaleza, destrezas, resistencia sigue estando relacionadas con la juventud, en lo que respecta al respeto a la ancianidad está muy distante de tiempos remotos.
Hoy en día hay una sobrevaloración de la juventud, es la realidad, incluso, cuando alguien pasa de los 30 años ya para muchos pareciera que está algo así como "viejo", que hay muchas cosas que ya no puede hacer, y ni hablar de cuando llega a los 40 o a los 50 años, edades en las que muchos han consagrado grandes cosas, pero que en general la sociedad suele verlos como que "se les está acabando el tiempo".
Y aún cuando pienso que si, es verdad, a todos cada día que pasa es un día menos de vida, es exagerado ver que alguien con 30 años o con 40 está muy viejo ya como para emprender, o para hacer cosas nuevas. Y esto en gran medida se debe a esa exacerbación de la juventud.
Solemos ver que los artistas más jóvenes, llegan, triunfan por unos pocos años, y luego pasan de moda, y vienen otros, y es un círculo que se a ido instalando en el transcurso de tiempo como una especie de norma, de la que es un poco difícil salir. Pero tener conciencia al respecto no está nada mal, es necesario incluso, porque nos guste o no, todos vamos avanzando en edad, y lo lógico es que podamos disfrutar cada vez más de ese período de tiempo que nos corresponde vivir, sea la edad que tengamos, hay que buscar las maneras de disfrutarlas, sin más ni menos.
