
Enfermizo...
¡Cuánto anhelo! sustituir tus miradas, para hurgar en tus radiantes pupilas, el brillo de tu interior
y convertirme en todo lo que tus ojos miran.
Palpar con el roce de tus manos, ese calor placentero que emite tu piel sudorosa y sutil cual terciopelo.
Ser lo que tus labios besan,
ser las frases que expresan los deseos de tu alma,
ser una fusión con tus sentidos.
Quiero penetrar en ti dulcemente, serenamente.
Transfundir sin que lo notes, una gota de tu sangre y con ella recorrer el gran torrente de tu amor, palpitando al ritmo de tu corazón latente.
Quiero ser absorbida por ti, por tu dulzura, por tu ternura, por tus besos, pues con ellos me has hecho estremecer, me has hecho sentir.
Has logrado que en mis sueños y en todo momento, seas tú y solo tú, la causa de mis desvaríos.
¡Amor, amor!
Quiero tantas cosas de ti…
Quiero tu aliento, Quiero tus besos,
tus pensamientos, en fin…
Estar en ti.
"Cuando se ama, no debería aparecer la sombra, de un amor enfermizo... ¡Eso duele!