English Version
When I arrived at the farm, in the middle of the center I found a devastated mango tree, full of decomposing remains of cassava plants, disheveled, with a sad expression, in a certain way as we all feel at some point after moments of lack.
The previous owner, lived circumstances that like me, forced him to neglect the land, seeing what he dreamed would be his legacy turn to ashes, for her he sold it and I in a moment of bonanza work of arduous effort and a little pump of the cryptocurrency EOS, I managed to acquire it.
From the moment I arrived, that site seemed to me to be the place with the greatest potential, besides the lagoons, the wells, the land and the shipping corral; the place had potential and even in its deteriorated conditions it emanated an essence of sharing.
Little by little with the help of my brother-in-law, my nephews, my son and even the worker who is no longer with us today, we removed all the remains of weeds, dirt and everything that cluttered the site; like a beggar who is rescued, we cut all the excess branches and put lime on its trunk, we knocked down the termite mounds, until we finally saw its potential splendor.
Today, looking at the photos of the process, I think that although my life is like that tree when we met; I meditate on how many winters, fire passing under its branches, pests attacking its bark and fruits and yet it remained firm, although the breeze stripped it of its leaves, it had the patience, the instinctive faith of life to continue until it blossomed again.
I think that if I continue to stand firm, enduring this sobering moment that life has placed in my last year, perhaps I will be able to see the fruit of all that I have endured.
The hope of seeing that mango become a place to share and generate wonderful moments is the staff that holds our family together, striving to be more than just survivors.
Spanish Versión
Cuando llegué a la granja, en pleno centro encontré un árbol de mango, devastado, lleno de restos de plantas de yuca (mandioca) descomponiéndose, desaliñado, en fin con una expresión triste, de cierta manera como llegamos a sentirnos todos en algún punto tras momentos de carencia.
El dueño anterior, vivió circunstancias que como a mí, le obligaron a desatender la tierra, viendo volverse cenizas lo que habrá soñado fuera su legado, por ella la vendió y yo en un momento de bonanza trabajo del arduo esfuerzo y un poco de pump de la criptomoneda EOS, logré adquirirla.
Desde el momento de arribo, ese sitio me pareció el lugar de mayor potencial, amén de las lagunas, los pozos, la tierra y el corral de embarque; El lugar tenía potencial y aún en sus deterioradas condiciones emanaba una esencia de compartir.
Poco a poco con ayuda de mi cuñado, mis sobrinos, mi hijo y hasta el obrero que hoy en día no nos acompaña, fuimos retirando de el todos los restos de maleza, suciedad y todo cuanto desaseaba el sitio; como un mendigo que es rescatado, recortamos todas las ramas sobrantes y le colocamos cal en su tronco, le derribamos los termiteros, hasta finalmente ver su esplendor potencial.
Hoy viendo las fotos del proceso, pienso que si bien mi vida está como ese árbol cuando nos encontramos; medite de cuantos inviernos, fuego pasando bajo sus ramas, plagas atacando su corteza y frutos y aún así se mantuvo firme, aunque la brisa lo deshojase, tuvo la paciencia, la fe instintiva de la vida para continuar hasta florecer nuevamente.
Pienso que si continúo firme, aguantando este momento aleccionador que la vida ha puesto en mi último año, quizá logré ver fruto a todo esto cuanto he soportado.
La esperanza de ver ese mango convertido en un lugar donde compartir y generar momentos maravillosos es el bastón que sostiene a nuestra familia unida, luchando por ser algo más que sobrevivientes.
A MANGO BAR
The Mango is the representative fruit of the city where I live, inspired by so many beautiful works of environmentally friendly builders, I wanted to project in time something similar to the image quoted by petitepassport.com where in a leafy tree they made a beautiful outdoor bar.
Respecting the differences; we will use all the art of recycling pieces of wood, iron, supported by environmentally friendly construction techniques to bring this dream to fruition, needless to say that the ship of this dream is entrusted to God, while we try to apply Kaizen as the Japanese to improve at least 1% day by day to materialize our reconstruction.
We are all at some point that handle that has been left alone at the right hand of the universe, wanting to leave everything and give up, but something cries out from within us, calling us to patience and waiting for that which is on its way, even if we cannot see where it is coming from.
We continue the journey, learning from nature and its infinite wisdom, seeking to bring from the world of imagination to reality our evocations, we remain united as a family, to tell you who read me, even when your dreams seem paralyzed, go ahead, until you reach the happy port of your destiny.
UN MANGO BAR
El Mango es la fruta representativa de la ciudad donde vivo, inspirado en tantos hermosos trabajos de constructores respetuosos del ambiente, he querido proyectar en el tiempo algo parecido a la imagen citada por petitepassport.com donde en un frondoso árbol hicieron un hermoso bar al aire libre.
Respetando las diferencias; usaremos todo el arte de reciclar piezas de madera, hierros, apoyados en técnicas de construcción amigables con el medio ambiente para llevar este sueño a feliz término, está demás decir que el navío de dicho sueño se le encomendamos a Dios, mientras nosotros tratamos de aplicar Kaizen como los japoneses para mejorar al menos un 1% día a día hasta materializar nuestra reconstrucción.
Todos en algún momento somos ese mango que ha quedado sólo a la diestra del universo, queriendo dejar todo y rendirnos, pero algo clama desde nuestro interior, llamándonos a la paciencia y la espera de aquello que está en camino así no logremos ver su procedencia.
Seguimos el viaje, aprendiendo de la naturaleza y su sabiduría infinita, buscando traer del mundo de la imaginación a la realidad nuestras evocaciones, seguimos unidos como familia, para decirle a usted que me lea, aún cuando sus sueños parezcan paralizados, siga adelante, hasta llegar al feliz puerto de su destino.
