¿Recuerdan el primer viaje en avión que hicieron pagado completamente por ustedes mismos?
Cuando hice ese viaje tenía poco tiempo de graduada y poco más de un año trabajando, pero me había puesto como meta ahorrar para poder viajar fuera de Venezuela cuando me tocaran mis vacaciones y así visitar a mi amiga Maribel que tenía tiempo invitándome a ir para esa isla.
Tenerife no sólo fue el destino del primer boleto de avión que compré con mi dinero, también se convirtió en el protagonista del primer Diario de Viaje que escribí y publiqué en Internet.
Me puse a buscar el artículo en el sitio donde lo había compartido (viajeros.com) y aún está online aunque la página ha cambiado bastante y ya no aparecen los comentarios que me habían escrito, la fecha de publicación (2006) ni las veces que fue leído.
Cuando lo publiqué en esa página sólo monté el texto, ya que entonces yo no tenía cámara digital, las fotos que tomé en Tenerife fueron con una cámara analógica, de rollo, y en ese momento no tenía scanner para digitalizar las imágenes y acompañar el artículo. De todas maneras lo leyeron muchísimas personas de todo el mundo, más de 2 mil, lo cual me entusiasmó para seguir escribiendo sobre mis experiencias viajeras.
Aquel texto es un poco (bastante) largo, supongo que por la emoción que tenía de escribir mi primer Diario de Viaje no me di cuenta de la extensión jejeje, pueden leerlo aquí si desean: https://www.viajeros.com/guias/por-la-tierra-de-los-guanches.
Me divertí mucho al releerlo y recordar tantos detalles y anécdotas de ese recorrido de 23 días que significó mi iniciación como viajera hacia otros países.
Tenerife es una de las siete Islas Canarias, aunque pertenecen a España están ubicadas en el océano Atlántico al noroeste del continente africano, muy cerca de Marruecos. Es una isla volcánica y por eso tiene paisajes poco comunes.
Recuerdo que superó mis expectativas por la diversidad que tiene: playas, montañas, ciudad, pueblos, vida nocturna, cultura, fiestas populares… además de su clima variado, fresco y húmedo al norte y caluroso al sur.
Les comparto a continuación reseñas y fotos de los lugares que visité ¡espero lo disfruten!
LA LAGUNA
Esta zona tiene un casco histórico impresionante, declarado por la Unesco como Bien Cultural Patrimonio de la Humanidad. Con mapa en mano te puedes sumergir por sus calles sin perderte, si no tienes mapa es fácil desorientarte porque todas las cuadras son iguales.
En el siglo XV Tenerife fue integrada a la corona de Castilla y La Laguna fue la primera población moderna que se fundó en esta isla, quizás esto explique la pomposidad de sus edificaciones. Hay muchos monumentos y construcciones muy bien conservadas del siglo XVI, entre ellas: el Museo de Historia de Tenerife (Casa Lercaro), que muestra en sus espacios cómo vivía la gente rica de la época: pisos y balcones de madera, bellos jardines internos, lujosas lámparas de cristal y muebles tallados; el edificio del Ayuntamiento, la Plaza del Cristo de La Laguna y la Plaza del Adelantado, la Casa del Padre Anchieta, el Casino, la iglesia de La Concepción que data de 1496 y es la primera parroquia establecida en la isla, el Mercado Municipal con sus frescos productos y muchos lugares más para explorar.
En otro sector de La Laguna está el Museo de la Ciencia y el Cosmos, el edificio es de arquitectura moderna y tiene una gran terraza con vista panorámica, cuando fui sus exposiciones eran casi todas interactivas y muy divertidas para entender ciertos fenómenos físicos.
La mayor parte del tiempo que estuve en Tenerife me quedé en La Laguna, en el apartamento que mi amiga Maribel compartía con otras chicas. Cerca de ahí está la Universidad, y es que esta es la ciudad de los estudiantes, algo que se nota en la llamada "marcha" o ir de fiesta, como dicen ahí. En La Laguna es donde mejor movida nocturna hay porque los universitarios se apoderan del "cuadrilátero", una serie de calles con muchos bares para todos los gustos y donde la fiesta se prolonga hasta el amanecer. Salimos varias veces, la música latina, salsa y merengue, es lo que más sonaba por allí.
TAGANANA
Otro día fuimos al mirador Pico del Inglés, donde nos detuvimos para ver una panorámica de La Laguna y sobre todo del volcán El Teide.
Luego Maribel y sus amigas me llevaron a Taganana, desde donde se ven Los Roques de Anaga, un paisaje playero impresionante con enormes piedras en medio del mar.
De ahí fuimos a la playa de Benijo, nada que ver con las playas digamos “normales”, esta es de arena negra y yo estaba muy emocionada porque iba a bañarme ahí jejeje. Al ser una isla volcánica, casi todas las playas de Tenerife son así.
SANTA CRUZ, LA CAPITAL
Recuerdo que la primera visión que tuve al llegar fue el Auditorio de Tenerife, diseñado por Santiago Calatrava y que parece una ola.
Santa Cruz tiene fama de sitio para ir de compras, la Calle del Castillo es el lugar para adquirir ropa, zapatos, de todo. Es aquí además donde llegan enormes cruceros de todo el mundo llenos de "guiris", así llaman en Tenerife a los turistas y desde aquí salen barcos hacia las otras seis islas del archipiélago canario.
Aquí probé el plato típico de la isla: papas arrugadas con pescado y mojos típicos canarios.
Para conocer la historia de Tenerife fui al Museo de la Naturaleza y el Hombre, con mucha información sobre los guanches, habitantes de esta tierra que lamentablemente fueron extintos por la colonización española.
Una de las cosas que me llamó la atención de ellos, aparte de que momificaban a sus muertos, fue su alimento básico que aún hoy en día es típico de la isla: el gofio, que es una harina de trigo y maíz tostados. Los canarios hacen de todo con el gofio, hasta un helado probé, por cierto muy sabroso.
En Santa Cruz tuve la oportunidad de ir a su playa más popular: Las Teresitas, la cual fue transformada en el año 1970 cuando fueron traídas toneladas de arena del desierto del Sahara para rellenarla. Sus aguas son muy tranquilas, parece una piscina.
LA OROTAVA
Este es otro lugar de Tenerife con un bellísimo centro histórico, con opulentas casas y jardines. Los sitios que más me gustaron: el Liceo de Taoro, un centro cultural estilo mansión con unas áreas verdes impresionantes, que parecen salidas de un cuento; el Palacio Municipal y el Panteón de la Quinta Roja con los Jardines del Marquesado.
Fui también a La Casa de los Balcones que data del siglo XVII, allí se puede visitar su interior donde se puede ver cómo era la vida de la gente adinerada de esa época, con lujosos muebles, manteles bordados a mano, unos balcones de madera con columnas talladas, entre otros detalles.
PUERTO DE LA CRUZ
Me pareció el lugar más agitado de Tenerife, demasiado turístico, un gentío por todos lados, muchas tiendas de souvenirs llenas de objetos con bananas y loros, hoteles de todo tipo, restaurantes… quizás así son todos los puertos ¿no? Con mucho movimiento.
Como hacía calor me comí uno que otro helado mientras paseaba por sus estrechas calles adoquinadas.
El paisaje por la costa es bonito, al igual que el Muelle Pesquero. Por ahí me enteré además de la existencia de Loro Parque, quizás el lugar más promocionado de la isla, por donde pasaba las agencias me ofrecían un folleto informativo.
Al final decidí ir aunque desde adolescente no he estado muy de acuerdo con la existencia de estos lugares. Es un enorme zoológico con la colección de papagayos más grande del mundo.
Además tiene muchos otros animales como gorilas, pingüinos, tigres, panteras, delfines, leones marinos… es como para quedarse el día entero porque es bastante grande. Eso sí, la entrada no es barata pero creo que es lo justo para poder mantener en buenas condiciones todo lo que allí ofrecen. Menos mal que había llevado algo de comer porque adentro todo era costoso.
En Puerto de la Cruz hay playa pero yo me bañé en el Lago Martiánez, que es un gran lago artificial surtido con agua del mar. El lugar fue diseñado por el artista canario César Manrique y desde allí puedes ver la costa y el volcán El Teide.
Luego fui al Jardín Botánico, que data de 1788 y tiene especies de todo el mundo, aunque las más llamativas son las plantas nativas, bien extrañas.
EL TEIDE
Este día fue emocionante porque yo nunca había estado cerca de un volcán, El Teide se ve casi desde cualquier lugar de la isla, entonces ir hasta allá era una de las cosas que quería hacer.
Fui con mi amiga Maribel en su carro, por lo que si veíamos algo interesante cuando íbamos llegando a ese extraño paisaje, ella se paraba para bajarnos y tomar fotos.
Cuando llegamos al Parque Nacional del Teide, pasamos por un bellísimo bosque a través de una carretera con muchas curvas y por allí nos detuvimos para observar de cerca La Piedra de la Rosa, enorme, cuya forma parecida a esta flor es consecuencia de las erupciones volcánicas.
Me impresionó el color rojizo y anaranjado de la tierra, matizado en algunas partes con tonos marrones y negro. Después del bosque se llega a lo que llaman Las Cañadas del Teide, una especie de explanada llena de lomitas formadas por minúsculas piedras de colores amarillo, ocre y naranja y vegetación bien rara, endémica de la isla. Es como estar en otro planeta.
La idea era subir con el teleférico hasta la base del volcán, desde donde se camina para la cima del pico, pero ese día había mal tiempo, estaba muy nublado, y cuando esto ocurre no se permite subir, por lo que sólo llegamos hasta la estación del teleférico. “Hubiese sido bueno llamar antes para saber si el clima estaba bueno hoy”, me dijo Maribel… ni modo, igual disfrutamos el paisaje y el clima fresco.
El Teide es el pico más alto de España, tiene 3.718 metros y en invierno se llena de nieve. Desde su cima dicen que se ven las otras seis islas del archipiélago canario. Maribel me decía “¡madre mía! si algún día el volcán explota acaba con la isla, está en todo el centro”.
MASCA
Este es un lugar para relajarse de las ciudades, el pueblo está enclavado entre altas montañas y riscos de piedra, por lo que puedes ver unos paisajes increíbles.
Aquí probé unas creaciones culinarias muy originales, jugos de cactus con limón y de papaya con naranja, además de unos dulces hechos con yogur de leche de cabra y miel de palma y helado de cactus que era de color fucsia.
ICOD DE LOS VINOS
Lo más famoso de esta ciudad es el drago milenario, un árbol autóctono de las islas que aunque se ve en muchas partes, según dicen sólo el de Icod de Los Vinos es tan viejo.
Para verlo hay que ir a la Plaza de Andrés de Cáceres donde está un parque que lo alberga y si lo quieres ver de cerca pagas una entrada, yo lo vi desde afuera jajaja.
Por esa zona hay muchas bodegas que venden productos típicos de Tenerife como mojos, quesos, vinos y otros licores. Recuerdo que compré un licor de banana riquísimo y un vino llamado Viñátigo.
Icod también tiene una playa, se llama San Marcos, es chiquita, de arena negra y rodeada por muchos restaurantes.
Un paseo divertido que hice por aquí fue al pueblo de El Tanque, donde se encuentra Camello Center. ¡Nunca me había montado en un camello!
El recorrido está recreado como si estuvieras en el desierto del Sahara, incluso te dan la vestimenta típica para que te sientas metida en el personaje y arman caravanas con la gente que va llegando.
Cada camello transporta dos personas en unas sillas que están amarradas en sus costados. Es bastante aparatoso cuando el camello va a pararse con las personas ya ubicadas en las sillas, sientes como que te vas a caer, pero no sucede.
Durante el paseo con subidas y bajadas vas viendo otros animales en el camino como cabras, llamas y ponys. Todos íbamos riendo mucho, hasta los camellos, que nos mostraban los dientes jejeje.
BUENAVISTA, LOS SILOS Y GARACHICO
Estas son tres poblaciones muy bonitas ubicadas al noroeste de Tenerife.
En Buenavista Maribel hizo una parada para comprar dulces en una famosa pastelería que no recuerdo su nombre pero sí lo que comimos: rosquetas canarias. Luego en Los Silos, fuimos a la Playa del Puertito y la de La Caleta y en Garachico visitamos varios lugares como el Castillo de San Miguel, un museo que muestra la historia del lugar y tiene una bella terraza desde donde se ven las piscinas naturales y el Roque de Garachico, una gran piedra allí al frente dentro del mar.
CANDELARIA
La protagonista de este sitio es la Basílica de la Candelaria, la Virgen patrona de Tenerife. La iglesia es muy grande y tiene una plaza amplia con una fila de estatuas de los jefes guanches en la parte que da hacia el mar.
La mamá de Maribel me contó que todos los 14 y 15 de agosto el lugar se llena de peregrinos que le rinden culto a la Virgen Nuestra Señora de la Candelaria.
La gente también visita Candelaria por la noche para comer en Las Caletillas, una zona en la parte costera donde hay muchos restaurantes.
¿PIRÁMIDES EN TENERIFE?
Sí, yo nunca había escuchado de ellas, pensaba que sólo existían en Egipto, México… vi la información en un folleto y me llamó la atención. Ni Maribel ni sus amigos habían ido, o sea ni idea de cómo eran y tampoco me podían acompañar ese día porque tenían que trabajar.
Tomé la “guagua” como le dicen allá al autobús y me fui para allá, quedan cerca de Santa Cruz. Oficialmente se llama Parque Etnográfico Pirámides de Güímar y fue abierto al público en 1998. El antropólogo Thor Heyerdahl recibió financiamiento de su compatriota, el armador noruego Fred Olsen para crearlo con el objetivo de salvar a las pirámides de la destrucción.
Las arduas investigaciones de Heyerdahl lo llevaron a concluir que era muy probable que estas pirámides escalonadas muy parecidas a las de Egipto, Perú y México, estuviesen relacionadas entre sí y fueran resultado de la navegación primitiva con barcos de juncos. Él señaló que fueron construidas antes de la llegada de los colonos españoles en el siglo XV, aunque no pudo determinar exactamente cuándo ni quiénes las hicieron.
Pero otros investigadores dicen que datan del siglo XIX y que fueron hechas por agricultores, quienes sacaron las piedras de sus terrenos y las amontonaron de esa forma para cultivar. A estos apilamientos se les conocen como majanos.
Sea como sea ¡Yo nunca había visto pirámides en vivo y directo! Aunque son pequeñas, estas seis estructuras ubicadas al este de Tenerife en el Valle de Güímar, me parecieron tan misteriosas como las de Egipto que había visto por televisión. Para evitar su deterioro, está prohibido subirlas.
El Parque Etnográfico tiene además un museo donde se explica la teoría de Heyerdahl sobre cómo fueron construidas las pirámides, su orientación astronómica que sigue el solsticio de verano e invierno, entre otros detalles y en el auditorio proyectaron un documental de 15 minutos sobre otras pirámides escalonadas que hay en el mundo y el paralelismo que existe con las de Güímar.
EL GRAN SUR
Con Maribel y sus amigas fuimos a pasar un fin de semana al sur y en el camino me llevaron a la Punta de Teno, un sitio con grandes restos de roca volcánica y vientos muy fuertes con los que tuve que luchar para caminar jajaja.
Allí no vive nadie, me imagino que por esas condiciones del viento. Aparte del hermoso paisaje que se contempla, el camino que atravesamos para llegar fue toda una aventura.
Pasamos por unos molinos de viento y cuando vi que nos dirigíamos hacia un túnel abierto en la roca sin ningún refuerzo de otro tipo como vigas o concreto, me dio un poco de miedo pero afortunadamente ninguna piedra nos aplastó. Luego vi un letrero que advertía que cada quien asumía el riesgo al meterse por allí…
Había mucha gente en la Punta de Teno, donde hay un faro y el imponente paisaje de los Acantilados de Los Gigantes, con unos 600 metros de altura.
Luego fuimos al Puerto de Santiago, que tiene una bonita bahía y un puerto deportivo. Es un sitio con mucho turismo, hoteles y apartamentos vacacionales.
Nuestro destino en el sur era la Playa de San Juan, donde me quedé con Maribel un fin de semana en casa de Chicha, una señora amiga de su familia. Este poblado de pescadores tiene un muelle, una amplia playa y varios restaurantes.
Al día siguiente fuimos a lo más famoso del sur, las playas Las Américas y Los Cristianos. Son lugares muy turísticos, había muchísima gente, y es que por allí está lleno de tiendas outlet de marcas reconocidas donde los precios son bajos. También es porque hay una gran oferta de actividades como los deportes acuáticos y las excursiones en barco.
Precisamente, yo quería ir al sur para ¡ver ballenas! Desde el Puerto de Los Cristianos salen las excursiones marítimas para verlas y también a los delfines.
Maribel ya había hecho ese paseo así que mientras yo me iba a navegar ella se encontró con sus amigas para ir de compras y luego me buscaría en el puerto cuando terminara el paseo.
El grupo en el barco era como de 20 personas, el mar estaba algo agitado por lo que la mayoría se pasó a la parte de arriba, yo me quedé ahí recibiendo agua y salitre porque quería ver las ballenas de cerca cuando aparecieran.
Cuando estábamos ya muy lejos de la costa vi la primera aleta negra, era un grupo de cachalotes y hasta había una ballena con su cría. Parecía que no nos temían, que ya estaban acostumbradas a los seres humanos.
Otro lugar que visité en el sur fue Aqualand, un enorme parque con toboganes, piscinas y muchas atracciones acuáticas. Nunca había ido a un sitio así, por lo que a pesar de que al principio me dio un poco de miedo, me lancé por casi todos: el Kamikaze, Super Slalom, Crazy Race, Anaconda, Twister, Boomerang… grité bastante jajaja.
Y bueno, así disfruté el primer viaje en avión que me pagué yo misma y ustedes ¿recuerdan su primera vez?
Fotos de mi propiedad