Making decisions has been a matter of vital importance since the beginning of humanity, as every small individual decision would impact the group, and group decisions would impact history.
Despite this, many individual decisions are made daily, mostly based on emotions and feelings rather than logic and reason.
This wouldn't matter much if there were no consequences or reactions to every action or decision we make. For this reason, many disciplines have dedicated their time to studying theories related to decision-making.
Many of these decision-making theories are mostly applied to the business or commercial field, and not to people's personal aspects.
This is quite curious because many decision-making processes, whether based on mathematics, statistics, or algorithms, have proven effective when choosing a course of action or making a decision.
And yet, the most important decisions in life, which are personal to each human being, are mostly made based on feelings and emotions, without analytically evaluating the pros and cons of a decision.
Take romantic relationships, for example, which almost always have a profound impact on people. Almost always, when choosing a partner, people rely on physical attraction or infatuation without considering everything else that a relationship of this type entails.
Some people marry undoubtedly very much in love, but they haven't made rational decisions regarding the type of education they will give their children, and sometimes they haven't even been honest about whether they want to have them or not, which in the long run ends up damaging the relationship.
In extreme cases, where culture is such a fundamental barrier, such as when people of different religions marry, the problems tend to be very serious, especially for women, as in certain cultures they have no rights.
Even so, rational decision-making processes are often avoided in people's personal lives, and in many cases, this can lead to family tragedies, including harm to children.
For example, a serious social problem we are experiencing in many countries is the increase in femicides, and a word had to be invented to describe the phenomenon in which men kill their partners or ex-partners due to a breakup or obsessive jealousy.
Often, this violent behavior in men begins during courtship, which is supposed to be the stage where both members of the couple get to know each other and talk about their life plans, their joint goals, the parenting style they will give their children, whether both will work or not, and many more crucial topics for the relationship in the short, medium, and long term.
From a logical point of view, everything indicates that a person who is violent at the beginning of a relationship, or has pathological jealousy, or makes decisions about their partner's clothing and friendships, etc., is a person with serious problems, with whom no one in their right mind should start a family.
But the reality is that despite these red flags and warning signs, many women prefer to follow the dictates of their feelings and imagine a kind of fantasy in which the person will change when they are married and have children.
The harsh reality is that very few people improve or eliminate their violent behaviors, and sometimes, they even commit homicide. That is why we have so many cases of women being murdered by their romantic partners.
Original Language: Spanish
Translation Service: Microsoft Copilot
Image Source: Ideogram
Tomar decisiones ha sido desde el inicio de la humanidad un tema de importancia vital, ya que cada pequeña decisión individual tendría un impacto en el grupo, y las decisiones grupales tendrían un impacto en la historia.
A pesar de eso, muchas de las decisiones individuales son tomadas diariamente basadas mayormente en las emociones y sentimientos en lugar de la lógica y la razón.
Esto no tendría mayor importancia si no hubieran consecuencias o reacciones a cada acción o decisión que tomemos. Por esa razón es que muchas disciplinas han dedicado su tiempo al estudio de teorías relacionadas a la toma de decisiones.
Muchas de estas teorías de toma de decisiones son aplicadas mayormente al ámbito empresarial o comercial, y no así en aspectos personales de las personas.
Esto es bastante curioso, porque ciertamente muchos de los procesos de toma de decisiones ya sean basados en matemáticas, estadísticas o algoritmos, han demostrado tener efectividad al momento de escoger un plan de acción o de tomar una decisión.
Y a pesar de ello, las decisiones más importantes de la vida, que son las personales de cada ser humano, se toman basadas mayormente en los sentimientos y emociones, sin evaluar analíticamente los pros y los contras de una decisión.
Pongamos por ejemplo las relaciones románticas, que casi siempre tienen un impacto profundo en las personas. Casi siempre, a la hora de elegir pareja, las personas se basan tanto en la atracción física o el enamoramiento, sin pensar en todo lo demás que conlleva una relación de este tipo.
Algunas personas se casan sin dudas muy enamoradas, pero no tomaron decisiones racionales referentes al tipo de educación que darán a sus hijos, y a veces ni si quiera se han sincerado sobre si quieren tenerlos o no, y esto a la larga termina dañando la relación.
En casos extremos, en los que la cultura es una barrera tan fundamental, como cuando contraen nupcias personas de religiones diferentes, los problemas suelen ser muy graves, en especial para las mujeres, ya que en ciertas culturas éstas no poseen ningún derecho.
Aún así, muchas veces se evita utilizar procesos racionales de toma de decisiones en la vida personal de las personas, y en muchos casos, esto puede ocasionar desgracias familiares incluyendo a los hijos.
Por ejemplo, un problema social de gravedad que estamos sufriendo en muchos países, es el aumento de los feminicidios, y hasta se ha tenido que inventar una palabra para describir el fenómeno en el que hombres asesinas a sus parejas o exparejas por un rompimiento o por celos obsesivos.
Muchas veces, esa conducta violenta del hombre empieza desde el noviazgo, que se supone que es la etapa en la que ambos miembros de la pareja deben conocerse y hablar sobre sus planes de vida, sus metas en conjunto, el estilo de crianza que darán a sus hijos, si trabajarán ambos o no, y muchos más temas cruciales para la relación en el corto, mediano y largo plazo.
Analizando desde el punto de vista de la lógica, todo nos indica que una persona que es violenta al iniciar una relación, o tiene celos patológicos, o toma decisiones sobre la ropa y amistades de su pareja, etc, es una persona con problemas serios, con la cuál nadie en sus cinco sentidos debería formar una familia.
Pero la realidad es que a pesar de esas banderas rojas y señales de alarma, muchas mujeres prefieren seguir el dictado de sus sentimientos e idear en su imaginación una especie de fantasía en la que la persona cambiará cuando estén casados, y cuando tengan hijos.
La dura realidad es que muy pocas personas mejoran o eliminan sus conductas violentas, y algunas veces, llegan al homicidio. Por eso tenemos tantos casos de asesinatos de mujeres a manos de parejas sentimentales.