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¡Cuidado!, que el Silencio Muerde
Me confunden con un remanso, con esa quietud del agua que no delata su fondo. Mi silencio es un lienzo en blanco donde muchos audaces proyectan su estrategia, creyendo que soy geografía fácil de conquistar. Observo cómo se acercan, midiendo sus palabras como si fueran pasos de caza, convencidos de que mi perfil bajo es una invitación. Calculan la distancia, afilan su ingenio, pensando que el terreno es llano y la victoria, un postre servido.
ANNEFRANK
Y me divierte, he de admitirlo. Disfruto ese breve instante en que su certeza se tambalea, justo cuando mi pausa termina y la palabra, sazonada por años y calibrada con precisión de relojero, sale a escena sin pedir permiso. Es como si el arroyo tranquilo revelara de pronto una corriente subterránea que los arrastra a una verdad que no esperaban.
Ahí, en su rostro de desconcierto, es cuando lo entienden. Este sigilo no es miedo, es poder en reserva. Esta calma no es vacío, es una sala de máquinas a pleno rendimiento, esperando el momento justo para zarpar. ¡No soy una presa! Soy el vigía que los vio venir desde la torre más alta de su propia confianza. Soy el jugador que les dejó creer que tenían la mejor mano, solo para disfrutar, con una media sonrisa, el sabor de su sorpresa.
Me confunden con un remanso, con esa quietud del agua que no delata su fondo. Mi silencio es un lienzo en blanco donde muchos audaces proyectan su estrategia, creyendo que soy geografía fácil de conquistar. Observo cómo se acercan, midiendo sus palabras como si fueran pasos de caza, convencidos de que mi perfil bajo es una invitación. Calculan la distancia, afilan su ingenio, pensando que el terreno es llano y la victoria, un postre servido.
ANNEFRANK
Y me divierte, he de admitirlo. Disfruto ese breve instante en que su certeza se tambalea, justo cuando mi pausa termina y la palabra, sazonada por años y calibrada con precisión de relojero, sale a escena sin pedir permiso. Es como si el arroyo tranquilo revelara de pronto una corriente subterránea que los arrastra a una verdad que no esperaban.
Ahí, en su rostro de desconcierto, es cuando lo entienden. Este sigilo no es miedo, es poder en reserva. Esta calma no es vacío, es una sala de máquinas a pleno rendimiento, esperando el momento justo para zarpar. ¡No soy una presa! Soy el vigía que los vio venir desde la torre más alta de su propia confianza. Soy el jugador que les dejó creer que tenían la mejor mano, solo para disfrutar, con una media sonrisa, el sabor de su sorpresa.
Ven y participa, aún estás a tiempo. Toda la información la podrás encontrar cada día en la Comunidad #Freewritehouse. Específicamente, el día de hoy, aquí la publicación del prompt:
«¡No soy una presa!»
Portada de la iniciativa.
Dedicado a todos aquellos que, día a día, con su arte, hacen del mundo un lugar mejor.
Beware! Silence Bites
They mistake me for a backwater, for that stillness of water that doesn't betray its depths. My silence is a blank canvas where many bold men project their strategy, believing I'm an easily conquered geography. I watch as they approach, measuring their words as if they were hunting strides, convinced that my low profile is an invitation. They calculate the distance, hone their wits, thinking the terrain is flat and victory, a ready-made dessert.
ANNEFRANK
And it amuses me, I must admit. I enjoy that brief moment when their certainty falters, just as my pause ends and the word, seasoned for years and calibrated with the precision of a watchmaker, emerges without asking permission. It's as if the still stream suddenly reveals an underground current that draws them to a truth they hadn't expected.
That's when, in their bewildered faces, they understand. This secrecy isn't fear, it's power in reserve. This calm isn't emptiness; it's an engine room at full capacity, waiting for the perfect moment to set sail. I´m not prey!, I am the lookout who saw them coming from the highest tower of his own confidence. I am the player who let them believe they had the best hand, only to enjoy, with a half-smile, the taste of their surprise.
They mistake me for a backwater, for that stillness of water that doesn't betray its depths. My silence is a blank canvas where many bold men project their strategy, believing I'm an easily conquered geography. I watch as they approach, measuring their words as if they were hunting strides, convinced that my low profile is an invitation. They calculate the distance, hone their wits, thinking the terrain is flat and victory, a ready-made dessert.
ANNEFRANK
And it amuses me, I must admit. I enjoy that brief moment when their certainty falters, just as my pause ends and the word, seasoned for years and calibrated with the precision of a watchmaker, emerges without asking permission. It's as if the still stream suddenly reveals an underground current that draws them to a truth they hadn't expected.
That's when, in their bewildered faces, they understand. This secrecy isn't fear, it's power in reserve. This calm isn't emptiness; it's an engine room at full capacity, waiting for the perfect moment to set sail. I´m not prey!, I am the lookout who saw them coming from the highest tower of his own confidence. I am the player who let them believe they had the best hand, only to enjoy, with a half-smile, the taste of their surprise.
Come and participate, there's still time. You can find all the information daily in the #Freewritehouse Community. Specifically, today's prompt post:
«I’m not prey!»
Cover of the initiative.
Dedicated to all those writers who contribute, day by day, to making our planet a better world.