Mientras en medios noticiosos especulan sobre las implicaciones en política internacional por la ubicación de la estación Astrágalo en un territorio sometido a litigio internacional, donde el menor movimiento enciende los ánimos de las partes involucradas, los académicos discuten los beneficios y peligros del experimento.

El cuarteto de científicos a cargo de la estación, reportan incrementos exponenciales de energía en el toroide que contiene el reflejo de la partícula espejo, por lo que han activado el equipo técnico para ampliar el caudal de agua que alimenta el sistema de refrigeración.
Sobre el techo de la instalación se ha materializado lo que parece una botella invertida de forma similar al campo de contención magnético del toroide, a cada momento crece en tamaño, por lo que algunos trabajadores locales abandonaron el lugar por temor a lo desconocido e inesperado.
El Dr. Lanús tomo la iniciativa de volar un dron a primeras horas de la mañana, volando al rededor de botella, para grabar una película y medir la radiación.
Para su sorpresa, no logro medir más radiación que la lumínica y cuando se disponía a recuperar el aparato, la botella aumento de tamaño, quedando el dron en su interior. La sorpresa y el susto duraron unos segundos, y el dron apareció ileso al otro lado de la botella azul.

Sometido a una minuciosa revisión, no pudo apreciar ninguna alteración en el dron y tras ver detenidamente la película grabada, la trasmitió a Ginebra para un estudio detallado.

Mientras los trabajadores de mantenimiento ampliaban el suministro de agua al sistema de refrigeración, no sin cierto temor, al ver crecer aquella luminosidad azul sobre sus cabezas, el equipo científico debatía y hacía cálculos que no les llevaban a predecir el resultado de sus observaciones. Ni siquiera se ponían de acuerdo acerca de si la partícula había alcanzado el núcleo del sol, o aún seguía en su cercanía.

Cuando ya se ponía el sol, se presentó en la sala de observación, el único guardia, que no había desertado, para informar que al rededor de la estación se estaban congregando miles de indígenas de la selva circundante.
Temiendo que invadieran la instalación, llamaron a los técnicos y demás trabajadores presentes, para dirigirse a la puerta.
Cuando llegaron a la puerta, la multitud emplumada, se estaba sentando en pequeños grupos que no dejaban de observar la botella azul en absoluto silencio.
Ninguno respondió a las preguntas en español e inglés, por lo que supusieron que no comprendían, pero ante su actitud pacifica, se regresaron al interior de la estación Astrágalo.
Fuente[Grupo indígena Yawalapiti]
De ser estos los indígenas visitantes, es comprensible que no comprendieran el español y menos el inglés. Los Yawalapiti son oriundos de Mato Grosso y de momento desconocemos la razón para encontrarse tan al norte de sus asentamientos habituales.

Mientras en la selva reina la calma, el resto del mundo convulsiona en especulaciones …

English

Astragalus 3, an unpredictable quantum twist.

While the news media speculate about the implications in international politics of the location of the Astragalus station in a territory subject to international litigation, where the slightest movement inflames the spirits of the parties involved, academics discuss the benefits and dangers of the experiment.

The quartet of scientists in charge of the station report exponential increases in energy in the toroid that contains the reflection of the mirror particle, so they have activated the technical equipment to expand the flow of water that feeds the cooling system.
What looks like an inverted bottle has materialized on the roof of the facility, similar to the magnetic containment field of the toroid. It grows in size every moment, so some local workers left the place for fear of the unknown and unexpected.
Dr. Lanús took the initiative to fly a drone early in the morning, flying around the bottle, to record a film and measure the radiation.
To his surprise, he was unable to measure more radiation than light and when he was about to recover the device, the bottle increased in size, leaving the drone inside. The surprise and shock lasted a few seconds, and the drone appeared unharmed on the other side of the blue bottle.

Submitted to a thorough review, he could not see any alteration in the drone and after carefully viewing the recorded film, he transmitted it to Geneva for detailed study.

While the maintenance workers expanded the water supply to the cooling system, not without some fear, as they saw that blue luminosity grow above their heads, the scientific team debated and made calculations that did not lead them to predict the result of their observations. They did not even agree on whether the particle had reached the core of the sun, or was still close to it.

When the sun was already setting, the only guard who had not deserted appeared in the observation room to report that thousands of indigenous people from the surrounding jungle were gathering around the station.
Fearing that the facility would be invaded, they called the technicians and other workers present to go to the door.
When they reached the door, the feathered crowd was sitting in small groups that did not stop observing the blue bottle in absolute silence.
None of them responded to the questions in Spanish or English, so they assumed that they did not understand, but given their peaceful attitude, they returned inside the Astragalo station.
Source[Yawalapiti indigenous group ]
If these were the visiting indigenous people, it is understandable that they did not understand Spanish, much less English. The Yawalapiti are natives of Mato Grosso and at the moment we do not know the reason for being so far north of their usual settlements.

While calm reigns in the jungle, the rest of the world convulses with speculation...

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