The dream of the morning was to wake up with a sigh that freedom was blowing in my face. Already, the terror, the abuse, the disappointments, and the injustices were over. My mother was crying, saying, yes we will be better, she saw us with illusion and the tears kept on flowing. Now you have a future...
The aromas of freedom were enrapturing, so consuming, that anyone could get lost in the beautiful dream that everything is fair for everyone, and that your effort is worth it and that you can grow without worries, and that you can travel this world, and that you can heal, and that, and that, and that....
The alarm sounded, and the news began to follow. You must queue such numbers, and those who do not have that number, must wait for next week, services will continue to worsen, because of environmental phenomena, it is not our fault, the war continues, many people are displaced by military groups, the actions of arms and ammunition companies continue to increase this year, food continues to be scarce... My head was already hurting and I did not open my eyes to welcome a new day. I took a deep breath and said: what a fraud. I repeated WHAT A FRAUD LIFE IS as I opened my eyes.
I woke up, there was no more news. But, a faint, innocent laughter in the next room gave me hope. I took a deep breath and kept listening to the laughter until I laughed. I no longer remembered my discomfort and my headache eased, I just wanted to see what made him laugh so hard. I wanted to make him laugh that way whenever I could. That became my hope for the day.
El sueño de la mañana, era despertar con un suspiro de que la libertad estaba soplando en mi cara. Ya, el terror, el abuso, las decepciones y las injusticias habían terminado. Mi madre lloraba, diciendo ahora sí, ahora sí estaremos mejor, nos veía con ilusión y las lágrimas seguían derramándose. Ahora sí tienen un futuro...
Los aromas de libertad eran embelesadores, tan consumidores, que cualquiera se puede perder en el sueño hermoso de que todo es justo para todos y que tu esfuerzo vale y que podrás crecer sin preocupaciones y que podrás recorrer este mundo, y que podrás curarte, y que, y que, y que...
La alarma sonó, y las noticias comenzaban a continuación. Deben hacer cola los números tal, aquellos que no tengan ese número, deben esperar a la próxima semana, los servicios seguirán empeorando, por los fenómenos ambientales, no es por nuestra culpa, la guerra continúa, muchas personas son desplazadas por grupos militares, las acciones de las compañías de armas y municiones siguen en aumento este año, los alimentos siguen escaseando… Mi cabeza ya me dolía y no abría los ojos para darle la bienvenida a un nuevo día. Respiré profundo y dije: que fraude. Repetí QUE FRAUDE ES LA VIDA. Mientras abría los ojos.
Desperté, ya no habían noticias. Pero, una risa tenue e inocente en la habitación contigua me daba esperanza. Respiré profundo y seguí escuchando la risa, hasta que reí. Ya no recuerdo mi molestia y mi dolor de cabeza se alivió, solo quería ver que lo hacía reír tanto. Quería hacerlo reír de esa manera siempre que pudiera. Esa, se convirtió en mi esperanza del día.
