Español
Saludos a todos, compañeros amantes de la literatura y la escritura. Ciertamente podemos encontrar inspiración en donde menos lo esperamos, pero es más fácil cuando nos una semilla para que de ahí nazca nuestra historia.
Esto es lo que nos permite el concurso de @freewritehouse Continúa... la historia.
Puedes leer más sobre el concurso siguiendo este enlace:
@freewritehouse/continua-la-historia-30-de-abril-de-2022
Nos dan un párrafo o un texto y a partir de este debemos construir una historia. Es la segunda vez que participo, así que les traigo la historia que hice para esta ocasión. Les presento:
El Carpintero
Fuente
Pasaba los días pensativo, con la mirada clavada en la pared de ladrillos. Sus cadenas apenas le permitían moverse. Esperaba pacientemente la noche, para llevar a cabo su plan de escape. El eclipse de luna sería el telón de fondo perfecto para encubrir su huída. Mantenía la confianza en que su compañero de escape, el prisionero en la celda de al lado, cumpliera con su parte del trato...
Los inconfundibles sonidos de una cerradura metálica, el molesto roce de una puerta abriéndose. Fueron sonidos que le indicaron que había llegado la hora de partir.
–¡Hey, vamos, despierta! –gritó el otro prisionero, asomado por la reja de la celda.
Con prisa y evidente nerviosismo, aquel prisionero abrió la reja que separaba al hombre del pasillo principal de la prisión.
–¿Qué estás haciendo? ¡Levántate! –lo ordenó, entregándole una rudimentaria llave hecha con madera.
El hombre, aún con cadenas en sus manos, estaba claramente sorprendido al ver que su compañero de prisión habìa aceptado llevárselo. Uno pensaría que en un lugar como ese no habría personas de palabra o personas que tuvieran honor, pero al menos esta vez, había encontrado a alguien que tenía una pizca de buenas cualidades.
Una semana atrás...
El carpintero, así apodaron al hombre encargado de la carpintería de la cárcel. Había sido encarcelado injustamente por un crimen que no cometió; todos lo sabían, pero nada se podía hacer.
Tenía un amigo en prisión, un joven que también había sido encarcelado por algo que no cometió. Normalmente, en esta cárcel llegaban muchos enemigos de políticos y policías, que terminaban allí por capricho de poderosos. Aquel era un muchacho joven, de unos 19 años; en más de una ocasión intentó suicidarse ante la impotencia que sentía por la injusticia que se habìa cometido.
Durante unos días, el carpintero lo apoyó y lo ayudó a aceptar su nueva realidad. Hubo un par de intentos más, pero con ayuda de su amigo, nunca más lo intentó de nuevo.
El tiempo pasó y cierto día, el carpintero se acercó al joven durante las horas de trabajo en la jardinera de la prisión.
–¿Qué es eso? –preguntó el joven, viendo las cosas que el carpintero sacaba de sus bolsillos.
Con prisa, el hombre le entregó cuatro llaves de madera, hechas de la madera más resistente que se podía encontrar en la prisión. Le explicó que abrirían las cuatro puertas que lo separaban de la libertad.
–Son tuyas, puedes usarlas para escapar la noche del eclipse –dijo el carpintero–. Todos estarán muy ocupados viendo la luna esa noche, así que la guardia será descuidada. Soy muy viejo para escapar solo, si quieres podemos escapar juntos, pero será tu decisión.
–¿Por qué haces esto? –preguntó aquel joven, incrédulo.
–Porque me veo reflejado en ti y no quiero que termines como yo...
Esas fueron sus palabras y entonces se retiró, dejándolo solo en la jardinera…
Finalmente llegó la noche del eclipse. Los dos hombres abrieron tantas puertas como cerraduras encontraron, hasta que llegaron a la última, una quinta puerta.
–No hay más llaves, carpintero –dijo el joven, volteándose hacia su compañero.
El hombre, astuto, sacó una llave de madera de su bolsillo y entonces abrió la puerta. Todo estaba en absoluto silencio, solo el cuchicheo entre ambos hombres era lo que se escuchaba, mientras los guardias celebraban el eclipse en el patio de la prisión.
–Esta es la última puerta, adelante –dijo el carpintero.
Entonces, tan pronto el joven cruzó la puerta, el carpintero la cerró quedándose dentro, mientras el joven quedaba fuera.
–¿Qué estás haciendo? –preguntó el joven, asomado a través de una ventanilla de la puerta.
–No llegarás lejos si se dan cuenta que escapaste, así que corre, yo los distraeré –dijo el carpintero, haciendo girar la cerradura de aquella puerta.
Los amigos se miraron por un instante a través de la ventanilla. El joven intentó contener las lágrimas ante el sacrificio que estuvo dispuesto a hacer el carpintero, quien le sonrió y le estrechó la mano.
–Vete y sé libre, no dejes de correr y disfruta de lo que todos aquí carecemos –con estas palabras se despidió de su joven amigo y se adentró nuevamente en los pasillos de la prisión.
El joven prisionero huyó entre lágrimas, pero sabía que debía apresurarse para escapar del ojo vigilante de los guardias. Durante poco más de una hora corrió entre la maleza hasta llegar a un puerto libre, entonces escuchó, entre el silencio de la noche, una serie de disparos.
–Lo fusilaron –dijo un hombre sentado en el puerto.
–¿Cómo dijo? –preguntó el joven prisionero.
–En la prisión –dijo el marinero, señalando hacia el edificio, ubicado en la cima de la colina–. Seguro alguien intentó escapar y lo fusilaron...
Esas palabras calaron hondo en el corazón de aquel joven, quien comenzó a llorar ante la pérdida que había sufrido. La única persona que se había preocupado por él en esa prisión ahora estaba muerta...
–¿Estás buscando trabajo? –preguntó el marinero, encendiendo un cigarrillo– Me falta solo un hombre para partir. No es una gran paga, pero te alejaré de este miserable lugar...
–Claro que sí, señor, pero le advierto que no sé pescar –dijo el joven.
–Lo sé, no te preocupes, está claro que ese no es un uniforme de pescador...
Bien amigos, esto ha sido todo por ahora. Aprovecho para invitar a participar en el concurso a @marybellrg y @fragozar01 , ´me gustaría leer sus historias.
¿Qué les ha parecido mi publicación? Los invito a dejar sus opiniones abajo en los comentarios, como siempre estaré encantado de leerlos. Sin más que agregar, me despido entonces....
¡Hasta la próxima!
English
Greetings to all, fellow lovers of literature and writing. Certainly we can find inspiration where we least expect it, but it's easier when we are given the impetus to start a story by giving us a seed from which our story can be born.
This is what the @freewritehouse contest allows us to do... the story continues.
You can read more about the contest by following this link:
@freewritehouse/continua-la-historia-30-de-abril-de-2022
We are given a paragraph or a text and from it we have to build a story. This is the second time I participate, so I bring you the story I made for this occasion. I present to you:
The Carpenter
Fuente
He spent his days in thought, staring at the brick wall. His chains barely allowed him to move. He waited patiently for the night, to carry out his escape plan. The lunar eclipse would be the perfect backdrop to cover up his escape. He remained confident that his escape partner, the prisoner in the cell next door, would hold up his end of the bargain....
The unmistakable sounds of a metal lock, the annoying scrape of a door opening. They were sounds that told him it was time to leave.
"Hey, come on, wake up!" shouted the other prisoner, leaning out of the cell grille.
With haste and evident nervousness, the prisoner opened the grille that separated the man from the main corridor of the prison.
"What are you doing? Get up!" he ordered, handing him a rudimentary key made of wood.
The man, still with chains in his hands, was clearly surprised to see that his fellow prisoner had agreed to take him away. You would think that in a place like that there would be no people of their word or people who had honor, but at least this time, he had found someone who had a shred of good qualities.
A week ago...
The carpenter, that was the nickname given to the man in charge of the prison carpentry shop. He had been unjustly imprisoned for a crime he did not commit; everyone knew it, but nothing could be done.
He had a friend in prison, a young man who had also been imprisoned for something he did not commit. Normally, in this prison many enemies of politicians and policemen arrived, who ended up there at the whim of the powerful. He was a young man, about 19 years old; on more than one occasion he tried to commit suicide because of the impotence he felt for the injustice that had been committed.
For a few days, the carpenter supported him and helped him to accept his new reality. There were a couple more attempts, but with the help of his friend, he never tried again.
Time passed and one day, the carpenter approached the young man during working hours in the prison garden.
"What is that?" asked the young man, looking at the things the carpenter was taking out of his pockets.
Hastily, the man handed him four wooden keys, made of the strongest wood that could be found in the prison. He explained that they would open the four doors that separated him from freedom.
"These are yours, you can use them to escape on the night of the eclipse," said the carpenter. "Everyone will be too busy watching the moon that night, so the guard will be neglected. I'm too old to escape alone, if you want we can escape together, but it will be your decision.
"Why are you doing this?" asked the young man, incredulous.
"Because I see myself reflected in you and I don't want you to end up like me...."
Those were her words and then she withdrew, leaving him alone in the garden...
Finally the night of the eclipse arrived. The two men opened as many doors as they could find locks, until they reached the last one, a fifth door.
"There are no more keys, carpenter", said the young man, turning to his companion.
The man, astute, took a wooden key out of his pocket and then opened the door. Everything was absolutely silent, only the whispering between the two men was heard, while the guards were celebrating the eclipse in the prison yard.
"This is the last door, go ahead", said the carpenter.
Then, as soon as the young man crossed the door, the carpenter closed it and stayed inside, while the young man remained outside.
"What are you doing?" asked the young man, peering through a window in the door.
"You won't get far if they realize you escaped, so run, I'll distract them," said the carpenter, turning the lock on the door.
The friends looked at each other for a moment through the window. The young man tried to hold back his tears at the sacrifice the carpenter was willing to make, who smiled at him and shook his hand.
"Go and be free, don't stop running and enjoy what we all lack here".
With these words he said goodbye to his young friend and went back into the corridors of the prison.
The young prisoner fled in tears, but he knew he had to hurry to escape the watchful eye of the guards. For a little more than an hour he ran through the undergrowth until he reached a free port, then he heard, in the silence of the night, a series of shots.
"They shot him," said a man sitting in the harbor.
"What did he say?" asked the young prisoner.
"In the prison," said the sailor, pointing to the building at the top of the hill. "Surely someone tried to escape and was shot"
Those words struck deep into the heart of the young man, who began to cry at the loss he had suffered. The only person who had cared about him in that prison was now dead...
"Are you looking for a job?" asked the sailor, lighting a cigarette, "I'm looking for one more man to leave. It's not much pay, but it'll get you away from this miserable place....
"Of course you will, sir, but I warn you, I don't know how to fish," said the young man.
"I know, don't worry, that's clearly not a fisherman's uniform..."
Well friends, this has been all for now. I take this opportunity to invite @marybellrg and @fragozar01, love to read their stories to participate in the contest.
What did you think of my post? I invite you to leave your opinions below in the comments, as always I will be happy to read them. With nothing more to add, I'll say goodbye then....
See you next time!
Traducido con DeepL
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