Un Guardián en la Nieve-A Guardian in the Snow ESP-ENG

Una noche de esas donde hasta el viento tiene frío, me encontraba en mi casa bien arropada de pies a cabeza y eso sí, con dos pares de medias y doble par de guantes. La verdad físicamente no quería salir por nada del mundo, pero internamente mi alma estaba inquieta y con ganas de salir corriendo como si alguien o algo, me esperara o me necesitara.

Intenté ignorar ese pensamiento y me acomodé para dormir; realmente sí lo logré pero por muy corto tiempo ya que mi cerebro trajo a colación un recuerdo de hace tanto tiempo que ya lo había bloqueado de mi memoria, sin embargo ya saben lo que dicen "Aquello que te marca queda grabado en tu subconsciente".

El recuerdo que vino a mi memoria fue cuando por descuido de quien era mi pareja, mi perrito "Guardián" se escapó de la casa y nunca más lo volví a ver. Ya habían pasado 3 años y 2 meses para ser exactas; y no, no es que sea una de esas que lleva la cuenta exacta, sólo que era imposible olvidar la fecha ya que fue un día antes de mi cumpleaños.

Sí, ya sé lo que pensarán "Tremendo regalo de cumpleaños le dio", pues no mis estimados lectores déjenme decirles que ese no fue el único "regalito" que me dio. De hecho, la razón por la guardián se escapó, fue porque el muy cuidadoso (dicho con sarcasmo) llevó a su amante a nuestra casa, y al momento de entrar a nuestro cuarto no se le ocurrió la brillante idea de cerciorarse que la puerta principal de verdad hubiese quedado cerrada. Así que ese día descubrí que me era infiel y de paso que mi perro se había escapado. Si me preguntan, en cuanto me enteré lo de mi perro dejó de importarme su infidelidad.

Salimos a buscar a guardián por todas partes pero fue en vano, jamás apareció. Al llegar de nuevo a la casa justo cuando estaba por cerrar la puerta le dije:

> No la cierres, iré un momento al cuarto.

Metí toda su ropa en una bolsa negra de basura y al salir se la lancé diciéndole:

> Ahora sí vete y esta vez cierra la puerta. Pero tranquilo, esta vez seré yo la que revise que de verdad está cerrada la puerta.

Después de contarles esa anécdota, ahora sí proseguiré a contarles lo que esa noche fría pasó. Luego de recordar ese momento gracias al sueño, decidí ver mi teléfono para despejar la mente y capaz quedarme dormida pero me di cuenta que tenía 10 llamadas perdidas de una señora a la que normalmente cuidaba. Recordé que hacía días se venía sintiendo mal, y al llamarla y no obtener respuesta me preocupé tanto que ahí sí salí corriendo. ¿Podría ser esa la inquietud que tanto sentía?

Una vez en la calle, caminaba lo más rápido que podía y que la nieve me permitía. Estaba completamente sola pues todos estaban en sus casas, miré el teléfono para verificar hace cuanto tiempo había llamado a la señora Camila y habían pasado 15 minutos. Aparte de eso ya sólo faltaban 10 minutos para las 12 am, lo que significaba que iba a recibir mi cumpleaños en medio de la calle nevada.

> ¿Algo más que pueda pasar? Ya no hay nada peor.

Dije mirando al cielo con un poco de ironía. Y como si de una burla se tratara, se me dobló el pie por pisar una alcantarilla o algo. Pero eso no fue lo peor, al tropezar me golpeé con un hidrante y eso es lo último que recordaba.

Cuando volví en sí, me encontraba en la casa de la Sra. Camila y vaya que casi me infarto pues todo esto pasó por pensar que algo le había pasado. Al ver mi sobresalto y confusión, me explicó que 2 mendigos corrieron a avisarles ya que me reconocieron por estar siempre con ella, me habían llevado y ya luego se habían retirado.

Pero, no entiendo. Si cuando yo me desmayé la calle estaba complemente sola ¿Cómo es que llegaron hasta donde estaba?

Un pequeño valiente corrió desesperado a avisarles y te trajeron conmigo. Espera lo dejo entrar.

Se dirigió a abrir la puerta de la cochera y mis ojos no podían creer lo que veía, era mi perro. Guardián. Al verme de nuevo se puso tan feliz que saltó en mis piernas y lloraba de la emoción.

No puedo creer que tu perro del que tanto me has hablado, sea precisamente el que te haya salvado.

Siempre fue mi guardián cuidándome de cualquier daño. Y hoy 3 años y 3 meses después de no verlo, se convierte en mi mejor regalo de cumpleaños.

One of those nights where even the wind feels cold, I found myself at home well wrapped from head to toe, and yes, with two pairs of socks and double gloves. The truth is, physically I didn’t want to go out for anything in the world, but internally my soul was restless and eager to run out as if someone or something was waiting for me or needed me.

I tried to ignore that thought and settled down to sleep; I really did manage to fall asleep, but for a very short time, as my brain brought back a memory from so long ago that I had already blocked from my mind. However, you know what they say, "What marks you stays etched in your subconscious."

The memory that came to my mind was when, due to the carelessness of my partner, my little dog "Guardian" escaped from the house and I never saw him again. It had been 3 years and 2 months to be exact; and no, it’s not that I’m one of those who keeps an exact count, it’s just that it was impossible to forget the date since it was a day before my birthday.

Yes, I know what you might be thinking, "What a terrible birthday gift he gave you," well no, my dear readers, let me tell you that this was not the only "little gift" he gave me. In fact, the reason Guardian escaped was that the very careful (said with sarcasm) took his lover to our home, and when entering our room he didn’t have the brilliant idea to ensure that the front door was actually closed. So that day I discovered he was cheating on me, and on top of that, my dog had escaped. If you ask me, as soon as I found out about my dog, I stopped caring about his infidelity.

We went out to look for Guardian everywhere but it was in vain, he never appeared. When we got back home, just as I was about to close the door, I said:

> Don’t close it, I’ll go to the room for a moment.

I stuffed all his clothes into a black garbage bag, and as I was leaving, I threw it at him saying:

> Now you can go, and this time close the door. But don’t worry, this time I’ll be the one to check that the door is really closed.

After sharing that anecdote, I will now proceed to tell you what happened that cold night. After recalling that moment thanks to the dream, I decided to check my phone to clear my mind and maybe fall asleep, but I realized I had 10 missed calls from a lady I usually took care of. I remembered that she had been feeling unwell for a few days, and when I called her and got no answer, I became so worried that I ran out. Could that be the restlessness I had felt so strongly?

Once on the street, I walked as fast as I could and as the snow allowed. I was completely alone since everyone was in their homes, I looked at my phone to check how long it had been since I called Mrs. Camila, and 15 minutes had passed. On top of that, it was just 10 minutes until midnight, which meant I was going to welcome my birthday in the middle of the snowy street.

> What else could happen? There’s nothing worse.

I said, looking at the sky with a bit of irony. And as if it were a mockery, I twisted my ankle stepping on a sewer or something. But that wasn’t the worst part; as I stumbled, I hit a fire hydrant, and that’s the last thing I remember.

When I came to, I found myself in Mrs. Camila's house and I nearly had a heart attack because all this happened just because I thought something had happened to her. Seeing my shock and confusion, she explained that two homeless people ran to tell them since they recognized me from always being with her; they had taken me, and then had left.

But, I don’t understand. If when I fainted the street was completely empty, how did they get to where I was?

A little brave one ran desperately to tell them and they brought you with them. Wait, I’ll let him in.

She went to open the garage door, and my eyes couldn’t believe what I saw; it was my dog. Guardian. Upon seeing me again, he got so happy that he jumped on my legs and cried with joy.

I can’t believe that your dog, whom you’ve talked so much about, is precisely the one who saved you.

He always was my guardian, protecting me from any harm. And today, 3 years and 3 months after not seeing him, he becomes my best birthday gift.