La hallaca y un cambio.
A pesar del oscuro paisaje, se acerca una época especial para la comunidad cristiana y para otras que aprovechan la festividades. La Navidad representa la libertad que toma el ser humano tras un año de cargas y problemas. En la que se juntan todos los valores positivamente humanos por ese ideal de vida perfecta. Venezuela no escapa de este deseo, y entre muchas tradiciones, hay una qué obligatoriamente se hace presente en cada hogar y estómago: La hallaca.
Siendo un platillo de numerosos y variados ingredientes, la hallaca es símbolo de la creatividad y del sentido culinario del país. La mezcla de sabores se asocia a una época de memorias llevadas a un nivel intenso. Cada región agrega diferentes ingredientes de acuerdo a su idiosincrasia y disponibilidad; En cada región podrás encontrar la misma receta pero con ese toque tan particular, y aún así sigue siendo tu hallaca.
Aunque es un platillo muy exquisito y extremadamente valorado, la historia de la hallaca se remonta a la época colonial. Surgió durante la época de la esclavitud española sobre los nativos indígenas, que tras largas labores y con poco que comer, juntaban restos de la comida desperdiciada y sobrante de sus opresores. Su comida era especialmente variada en cuanto a ingredientes, los cuáles se mezclaban con maíz y envolvían en hojas de plátano. Está mezcla era puesta a hervir hasta el punto de que pudiera ser comestible.
Otros ingredientes que se le suelen agregar a esta comida son: Huevo, pescado, granos variados, quesos, frutas e inclusive existen hallacas veganas y bajas en grasa. La preparación también varía ya que algunas se hacen en cocinas, microondas, con leña o al vapor. Y el ser tan aceptada, su realización continúa variando año tras año. Incluso se puede llegar a ver en países tan distantes como Estados Unidos con sus propias cambios.
La receta más clásica incluye carne de res, pollo y cerdo para el guiso.
También incluye vegetales como cebolla tomate, ají y pimentón.
Para la masa:harina de maiz amarilla, la cual brinda esa textura suave al conjunto.
Todos estos elementos se reúnen sobre una pieza de hoja de plátano con su característica forma rectangular, para finalmente ser amarrada y hervida.
Y aunque es maravillosa, la situación local no invita a celebraciones. Muchos hogares estarán incompletos o no tendrán una hallaca esta Navidad . La identidad decembrina se ha visto comprometida. Ante eso, me gusta recordar que cada tradición representa un valor que no puede ser fácilmente expresado con palabras. Ese es mi punto.
La Navidad representa un espíritu de colaboración, de unión, de entendimiento y arrepentimiento. Invito a todos los que leen esto a re-interpretarla, a identificar que es lo que realmente nos hace valorar esos días, porque una sincera mano amiga vale más que un plato de comida en soledad. Para aquellos que aún están y aquellos que partieron.