Israel es una construcción de Inglaterra, vean todas las Palestinas que los ingleses extinguieron en América...
José Sant Roz
- Quién podía creer que a un cuarto de siglo del XXI nos encontremos en presencia de unos de los genocidios más espantosos de la tierra, en nuestras narices, y que nadie pueda detenerlo. La ONU calla y no sirve para nada porque responde a los intereses de EE UU. Más bien gran parte del planeta se regodea en esos asesinatos en masa, en lo que ahora se ven como perros mondan niños muertos en las calles de Gaza. Entonces resulta toda una hipocresía también hablar del genocidio cometido por los europeos en América, en el cual perecieron unos cien millones de indígenas. España no pide perdón y hasta El Vaticano calla. Europa y sus hijos gringos son horribles por naturaleza tales como los parieron y los trasplantaron a este continente. Por eso Estados Unidos puede darse el lujo de tener una de las series más vistas en el mundo por la cadena Discovery, sobre asesinatos horrendos y en serie de todo tipo, llamada INVESTIGATION DISCOVERY, y que ocurren en su propio territorio. Los europeos con drogómanos o enfermos mentales como Macrón o Zalenky, han provocado dos guerras mundiales y están desesperados por conducirnos a una tercera.
- Quiero insistir en estas aberraciones y masacres espantosas, que estos europeos han llevado por todo el mundo: África, Medio Oriente, India, China y por supuesto América Latina. Y no quieren parar, ahora impulsado por sus hijos directos y dilectos, los gringos. En América Latina, los monstruosos gobernantes que hemos tenido, fueron todos entrenados en Estados Unidos y Europa. Nuestros magistrados se hicieron expertos justificando crímenes de lesa humanidad, tomando cursos de Derecho en Italia o en Estados Unidos. Nuestros dictadores todos se graduaron en La Escuela de las Américas. Casi ningún gobernante en América Latina fue indio, negro, zambo o mulato hasta el siglo XX. Eran parecidos a españoles o a italianos, sajones o franceses, que vestían a la moda, como ellos: académicos fashionables, imitadores de lo extraño que siempre pusieron a nuestros países a la española, con sus desórdenes y caos, sus mentiras y torpezas, sus dejadeces, crímenes y abusos.
- Europeos y gringos (que son la misma MIERDA) que impusieron el arte de las traiciones, vilezas, crueldades y picardías. Impusieron una especie servil, con DEMOCRACIAS REPRESENTATIVAS, llena de maliciosas, pervertidas y enfermizas mafias; que durante siglos se han dedicado a lanzar loas a los que cercenaban narices, a los que quemaban vivos indios y ahorcaban a niños en medio de satánicas borracheras. Aquellos «héroes» blancos que orgullosamente confesaban enviar de un solo tirón a setecientos «salvajes» al infierno, y decían: «Aquellos que escapaban al fuego, eran muertos con las espadas, despedazados… Se supone que en esta ocasión fueron muertos cuatrocientos de ellos. Era espantoso ver cómo indios se asaban en el fuego y cómo, al final, torrentes de sangre apagaban las llamas…la victoria fue considerada un dulce don del cielo y los colonizadores alabaron a Dios, que tan pródigamente les había ayudado a ganar a los indios por la mano sagrada…[1]”.
- Ahora me remito de nuevo a la obra de Howard Zinn, ya mencionada en otros artículos[2], en la que vemos otra Palestina en Jamestown, Virginia, “la primera colonia permanente de los ingleses en las Américas, se estableció dentro del territorio de una confederación india liderada por el jefe Powhatan”. Nos dice
Zinn: “Cuando llegó el verano, el gobernador de la colonia envió un mensaje para pedirle a Powhatan que devolviera a los fugitivos. Powhatan, según la versión inglesa, respondió con «respuestas nacidas del orgullo y del desdén». Así que enviaron soldados para «vengarse». Atacaron un poblado indio, mataron a quince o dieciséis indios, quemaron sus casas, cortaron el trigo que cultivaban en las inmediaciones del poblado, se llevaron en barcos a la reina de la tribu y a sus hijos, y acabaron por tirar los hijos por la borda, «haciéndoles saltar la tapa de los sesos en el agua». A la reina se la llevaron para asesinarla a navajazos”. ¿No les parece esa historia idéntica a lo que hoy está pasando en Gaza? Hay cosas en las que no estoy de acuerdo con Zinn, porque él habla de que los indios desesperados y en respuesta al ataque de los ingleses, “MASACRARON HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS”. Sólo intentaban defenderse, señor Zinn, alarmados ante el crecimiento de los poblados ingleses. Pero luego aquellos Netanyahus, ante el ataque desesperado de los indígenas, reaccionaron: “Desde entonces se declaró una guerra sin cuartel. Al no poder esclavizar a los indios, y no pudiendo convivir con ellos, los ingleses decidieron exterminarlos. Según el historiador Edmund Morgan, «en el plazo de dos o tres años desde la masacre, los ingleses habían vengado varias veces todas las muertes de ese día». - De aquellos ingleses nos encontramos hoy con estos lodos. En Virginia se encontraba aquella otra Palestina que debía ser exterminada, y sigue diciendo Zinn: “En ese primer año de presencia del hombre blanco en Virginia (1607), Powhatan había dirigido una petición a John Smith, que decía: He visto morir a dos generaciones de mi gente. Conozco la diferencia entre la paz y la guerra mejor que ningún otro hombre de mi país. ¿Por qué toman Uds por la fuerza lo que pudieran obtener por vía pacífica? ¿Por qué quieren destruir a los que les abastecen de alimentos? ¿Que pueden ganar con la guerra? ¿Por qué nos tienen envidia? Estamos desarmados y dispuestos a darles lo que piden si vienen en son de amistad. No somos tan inocentes como para ignorar que es mucho mejor comer buena carne, dormir tranquilamente, vivir en paz con nuestras esposas y nuestros hijos, reírnos y ser amables con los ingleses, y comerciar para obtener su cobre y sus hachas, que huir de ellos y malvivir en los fríos bosques, comer bellotas, raíces y otras porquerías, y no poder comer ni dormir por la persecución que sufrimos”. Pero esta no es la lógica ni el sentimiento con que funcionan los ingleses o sus hijos, los gringos, monstruosamente asesinos por naturaleza, como he dicho.
- Agrega Zinn, que cuando llegaron los primeros “colonos a Nueva Inglaterra -los Pilgrim Fathers- también se instalaron en territorio habitado por tribus indias, y no en tierra deshabitada. Los indios pequote habitaban en lo que hoy es Connecticut del Sur y Rhode Island. Los puritanos los querían echar, codiciaban sus tierras”, y la mejor manera de tomar eran masacrando a los indios, como se hace con Gaza.
- Todo aquello lo hacían los ingleses en nombre del progreso y de la civilización, y fue así como fuimos progresando y civilizándonos hasta llegar a 2025, con gringos e ingleses asesinando pueblos, en Palestina, en Yemen, Siria, Libia, Sudan, Congo,… Añade Zinn: “? Era toda esa sangría y todo este engaño una necesidad para el PROGRESO –desde el estado salvaje hasta la civilización- de la raza humana? Si efectivamente hay que hacer sacrificios para el PROGRESO de la humanidad, ¿no resulta esencial atenerse al principio de que los mismos sacrificados deben tomar la decisión? Todos podemos decidir sacrificar algo propio, pero ¿tenemos el derecho a echar en la pira mortuoria a los hijos de los demás, o incluso a nuestros propios hijos, en aras de un progreso que no resulta ni la mitad de claro o tangible que la enfermedad o la salud, la vida o la muerte? Más allá de todo ello, ¿cómo podemos estar seguros de que lo que se destruyó fuese inferior? ¿Quiénes eran esas personas que aparecieron en la playa y que llevaron a nado presentes para Colón y su tripulación, que observaban mientras Cortés y Pizarro cabalgaban por su campiña y que asomaban sus cabezas por los bosques para ver los primeros colonos blancos de Virginia y Massachusetts?” No me cansaré de recomendar esta obra Howard Zinn, que debería ser de obligatoria lectura en nuestras escuelas, que todos nuestros maestros están obligados a leer.