Continua la historia: 30 abril de 2022

Pasaba los días pensativo, con la mirada clavada en la pared de ladrillos. Sus cadenas apenas le permitían moverse. Esperaba pacientemente la noche, para llevar a cabo su plan de escape. El eclipse de luna sería el telón de fondo perfecto para encubrir su huída. Mantenía la confianza en que su compañero de escape, el prisionero en la celda de al lado, cumpliera con su parte del trato… un trato que sería bien recompensado si lograba su objetivo: Obtener la libertad.

En todo momento sus pensamientos estaban enfocados en su propósito porque estaba seguro que tenía la capacidad de convertir en realidad lo que tanto pensaba de la misma manera que se cconvirtió en realidad su encierro, pensando recurrentemente que sería atrapado cuando dedicaba su vida a la mala vida.

— ¿Por qué confiar en alguien que apenas conozco? se decía una y otra vez; Su respuesta era que le estaba ofreciendo al precidiario dde al lado el suficiente dinero para que viviera gran parte de su vida alejado de las calles. Dinero por el cual estaba donde estaba, preso en el extranjero donde no tenía posibilidad alguna de un juicio rápido, y en esa espera, se desgasstaba la vida.

— ¿Qué harás con tanto dinero, @antoniarhuiz? preguntó con voz baja a través de las pequeñas aberturas de la pared de ladrillos que separaban las celdas.

— Quiero darme una nueva oportunidad de hacer las cosas bien, @oneray.

— Si quieres esa oportunidad, entonces cumple tu parte del trato y sácame de aquí.

— Es lo que pienso hacer; Esta noche, justo cuando la luna se torne roja y todos estén observando este fenómeno, saldremos de aquí. Ya todo está planeado