Tortilla de papas, recién hecha, un manjar, pero nada como guardar una buena porción para mañana. Pero eso sí, que no falte el pan.
Un plato sencillo que requiere de arte saberla preparar.
Nada tienen que ver exquisitos ingredientes, es cuestión de pulso.
El secreto a voces está en la manera de picar las papas, medio cortar y partir, medio freír, sin dejarlas crudas, pero tampoco crujientes y la cebolla proporcional, sin olvidar la sal.
Y al final, tiento. Conocer el momento justo y tener la maña o astucia para voltear en el sartén sin hacer un desastre.

Dejar reposar y comer con pan y vino, o la bebida favorita.
Es cierto que hay quienes por hacerla regia le incorporan algunas exquisiteces como espárragos tiernos o rondanas de chorizo curado del que llaman Cantimpalos, pero soy de la opinión que más gana el paladar si en lugar de su interior la acompañan como contorno.

Nada como sobreponerse a la gula y comer solo la mitad, y guardar la otra por 24 horas. Otro regalo al paladar.
Fría, al natural. Sin recalentar.

Quieres volver al pasado y no haber dispuesto de una, sino de dos.

La primera foto la tomé con el teléfono Motorola, mientras que la segunda es de @dulce.crucita con su tablet fire, Amazon, quien además es la artista gastronómica que nos consiente todos los días, y logra disipar las penas.

Si lo desean, pueden comentar. Dejar su opinión o preferencia, inclusive alguna receta o sugerencia.

Feliz domingo estimado lector.

Cold or hot, which do you like best?

Freshly made potato omelet, a delicacy, but nothing beats saving a good portion for tomorrow. But don't forget the bread.
A simple dish that requires skill in preparing.
Exquisite ingredients have nothing to do with it; it's a matter of pulse.
The secret lies in the way you chop the potatoes: half-cutting and half-cutting, half-frying, leaving them raw but not crunchy either, and the onions in proportion, without forgetting the salt.
And finally, taste. Knowing the right moment and having the skill or cunning to flip them in the pan without making a mess.

Let it rest and eat with bread and wine, or your favorite beverage.
It's true that some people, to make it even more exquisite, add some delicacies like tender asparagus or rounds of cured chorizo, known as Cantimpalos, but I'm of the opinion that the palate benefits most if, instead of the inside, it's served as a side dish.

Nothing like overcoming greed and eating only half, then saving the other half for 24 hours. Another treat for the palate.

Cold, natural. No reheating.

You'll want to go back in time and have had not just one, but two.

I took the first photo with my Motorola phone, while the second is of @dulce.crucita with her Amazon Fire tablet, who is also the culinary artist who pampers us every day and manages to dissipate our sorrows.

If you wish, you can comment. Leave your opinion or preference, including a recipe or suggestion.

Happy Sunday, dear reader.