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Hola mis corazones, ¿Cómo están? He estado un poco perdida por acá en estos últimos días porque estoy full con las actividades de la universidad, pero hoy he tomado un poco de tiempo para dedicárselo a todos ustedes que leen mi post.
He decidido continuar con el #BloggingChallenge siguiendo el orden de los días hoy me corresponde mi día #5 les estaré hablando de mi momento de mayor orgullo, ese momento lo recuerdo con tanta claridad fue el 16 de Diciembre del año 2020, cuando me toco defender mi primer caso clínico delante de la Coordinadora del Departamento de Medicina Interna una Doctora con un alto nivel de experiencia , la misma me impartió la asignatura de Semiología y la aprobación de este caso era el que determinaba si pasaba al año siguiente de mi carrera o no.

Las manos me temblaban de temor, mi voz se sentía quebrantada, pero tuve fe en mi y en todo lo que había aprendido durante unos largos tres años, el mismo lo defendí en el Hospital Israel Ranuarez Balza ubicado en el estado Guárico específicamente en el municipio San Juan de los Morros como su nombre lo indica cuanta con unos hermosos morros que los puedes ver desde cualquier ángulo de la población, gracias a Dios todo me salió muy bien y aprobé mi caso clínico con una excelente nota.

Me sentí tan orgullosa de mi en ese momento porque estaba dando un gran paso en mi carrera y en mi vida, justo allí me di cuenta que esos tres años de sacrificio lejos de mi familia nunca fueron en vano y valieron la pena. Por otra parte, cada lagrima, cada desvelada de sueño tuvo su recompensa.

Ese día aparte de tener una enorme felicidad mi corazón se achicopalaba fueron momentos de muchos sentimientos encontrados, ya que me tocaba despedirme de mis amigas porque todas vivimos en estados diferentes, esas amigas que me había regalado San Juan de los Morros que ahora son mis hermanas de vida.

Realizamos una despedida el cual no teníamos planificada, donde gozamos como nunca, pero al finalizar lloramos reímos y nos abrazamos porque nos toco decirnos no un adiós sino un hasta luego porque espero volver a verlas en nuestra graduación.

Tengo tanto que agradecerle a ese hermoso pueblo San Juan de los Morros ya que me acogió y me dio un lugar de refugio y con esto los momentos más felices y de mayor orgullo de mi vida, personas que estuvieron a mi lado y me apoyaron en todo sin duda alguna los Guariqueños tienen un hermoso corazón. Dios bendiga a esa enorme población.

Muchas gracias por llegar hasta aquí, les mando muchos besos, cuídense.