ESPAÑOL

¡Hola amigos!

Las dos últimas semanas he estado muy ocupada con asuntos personales y no me dio tiempo de ir a casa de mis primas para conectarme a internet. Hoy prosigo con el #blogginchallenge y una pregunta que me hizo reflexionar.

¿Estamos obligados a ayudar a los demás?

Yo creo que nadie debe sentirse obligado a hacer algo que no le apetece. Mi respuesta a la pregunta es un contundente no.
El ayudar a otras personas debe ser un gesto de voluntad propia y no una obligación.

Siempre he sido una persona que está en las buenas y en las malas con mis amistades, vecinos y familiares. Si alguien cercano necesita de mi ayuda, soy una de las primeras en ofrecerla.

Yo soy así. Una persona que no escatima esfuerzo en brindar la ayuda cuando alguien la necesita. Eso me lo enseño mi madre, ser siempre bondadoso y colaboradora. Hasta con personas que no conocemos o que no son de nuestro agrado.

Yo les conté una historia de algo que paso en donde vivía con mi madre, cuando una persona que era vanidosa y no trataba a los vecinos, se vio en problemas y necesitaba la ayuda de otras personas. Nosotras fuimos de las que estuvimos a su lado, ayudándola, sin importar que esa persona no hubiera sido una buena vecina.

Hay otras personas que son todo lo contrario, eso está en la forma de ser y los valores que le enseñaron de niño. Hay gente mal ay gente buena. Hay gente dispuesta a ayudar y otras que solo piensan en ellos y no les importa los problemas de los demás.

Hay que respetarles su forma de ser. Son personas con maldad, pero no podemos cambiarlas y menos obligarlas a que ayuden a otro si ellos no lo quieren hacer. Puede ser que con el tiempo tengan un problema que amerite la ayuda de otros y entonces puede que cambien su forma de pensar. Cuando la vida le dé una lección.

Ayudar a otras personas me hace sentir bien, me hace sentir útil en la vida. También he conocido personas mal agradecidas que después que las he ayudado, cuando soy yo la que necesita un favor de ellos, son incapaces de hacerlo. Pero eso lo dejo en manos de Dios. Nadie está obligado a hacer algo que no quiere.

Que yo no recíba la ayuda de personas a las que le tendí mi mano, no me importa. Lo importante es que yo sé que si hice algo bueno porque yo quería hacer sin pedir nada a cambio, solo por tener la voluntad de brindarle apoyo a quien lo necesita.

Soy una persona optimista y por eso me va bien. Seguiré siendo como soy. Una persona que cuando puede ayudar a otra, lo hago. En mi pueden contar con una amiga en las malas situaciones, que es cuando de verdad se descubren a los verdaderos amigos.

Es la reflexión que les dejo en el BlogginChallenge. Visitare a mi prima más veces y podre publicar. Estoy contenta porque seguí invirtiendo en dogecoin y el precio ha subido mucho. Hice el cambio a dólares digitales que estoy ahorrando para en caso de emergencia contar con un dinero. Conseguí una página donde pueden cambiar cripto a pesos colombianos, pero solo trabajan con bitcoin.