Amigos de @Greenzone, reciban mi abrazo y el deseo de convertir esta comunidad en un espacio donde todos encuentren agua fresca de manantial
El cuidado del cuerpo es tan importante como el cuidado del ser. Uno y otro han de ir en equilibrio no por la mera belleza, que es valida, sino por la salud física y mental.
Por ello les traigo un remedio tan fácil como inusual. Se ha hecho habitual que búsquemos en la naturaleza remedios para aliviar nuestras dolencias. El hielo ha sido uno de los más accesibles y efectivos.
Tengo historias relacionadas con el hielo, durante diez años sufrí de pagofagia o pica, el padecimiento asociado a la anemia y que te lleva al deseo constante de ingerir hielo. La pica es un vicio porque el ingerir hielo solo tiene efecto placentero.
Sin embargo el hielo se usa para calmar el dolor y mejorar la salud de la piel, se nombra Crioterapia. Aplicar hielo sobre la piel puede parecer un remedio demasiado simple, pero sus beneficios son múltiples. Es sabido que reduce inflamaciones, pero esta vez les hablaré de su uso en el cuidado estético.
El frío actúa como un anestésico natural, adormeciendo las terminaciones nerviosas y proporcionando un placer inmediato. Aunque parezca contradictorio, el frío extremo puede estimular la circulación sanguínea. Cuando el hielo se retira de la piel, se siente plenitud y cierto rubor. Es evidente que los vasos sanguíneos se dilatan rápidamente y cuando eso pasa quiere decir que la sangre y el oxigeno fluyen con mayor fuerza hacia la zona tratada.
Este efecto de contracción y dilatación promueve la regeneración celular. Por esta razón, muchas personas utilizan cubitos de hielo en el rostro por las mañanas. El choque térmico despierta la piel, reduce el aspecto de los poros dilatados y le otorga un brillo saludable.
Yo preparo primeramente una infusión de llantén y verbena y al ponerlo en el molde agrego miel de abeja y un poco de borra de café para que actúe como exfoliante.
El hielo también es un aliado en la lucha contra el acné y el exceso de grasa en la piel. Al aplicar frío sobre un lesiones inflamadas, se reduce el enrojecimiento y la hinchazón, haciendo que el problema sea menos visible.
Además, el frío ralentiza la producción de sebo, lo que ayuda a controlar la piel grasa a largo plazo. Recuerdo las consultas de dermatólogía con mí sobrina Lisa, la Doctora recomiendaba masajear el rostro con hielo envuelto en un paño limpio para tonificar la piel. Yo lo aplico directamente y un cubo pequeño es suficiente.
El hielo es, sin duda, uno de los recursos terapéuticos más subestimados. Su aplicación correcta puede aliviar el dolor, mejorar la apariencia de la piel y acelerar la recuperación de lesiones, todo ello sin costos elevados ni efectos secundarios significativos.
Sin embargo, es importante usarlo con precaución porque el uso en un solo lugar puede causar quemaduras.
Luego de aplicar el hielo sentirás una piel suave, enjuaga con agua a temperatura normal o fría y solo aplica compresas para retirar las gotas. Aquí el resultado de Crioterapia en una chica de 56 años 😊
Gracias por visitar mi blog. Soy crítica de arte, curadora, investigadora social y amante de la cocina. Te invito a conocer más de mí, de mi país y de mis letras. Texto e imágenes de mi propiedad y de Pixabay.
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Caring for the body is as important as caring for the soul. Both must be in balance—not just for mere beauty (which is valid) but for physical and mental health.
That’s why I bring you a remedy as simple as it is unusual. It has become common for us to seek solutions in nature to relieve our ailments. Ice has been one of the most accessible and effective ones..
I have stories related to ice. For ten years, I suffered from pagophagia or pica, a condition associated with anemia that leads to a constant craving for chewing ice. Pica is an addiction because consuming ice only provides a pleasurable effect.
However, ice is used to soothe pain and improve skin health—this is known as Cryotherapy. Applying ice to the skin may seem like an overly simple remedy, but its benefits are numerous. It’s well-known for reducing inflammation, but this time, I’ll talk about its use in skincare.
The cold acts as a natural anesthetic, numbing nerve endings and providing immediate relief. Though it may seem contradictory, extreme cold can stimulate blood circulation. When ice is removed from the skin, you feel fullness and a slight flush. This is clear evidence that blood vessels quickly dilate, meaning blood and oxygen flow more intensely to the treated area.
This cycle of contraction and dilation promotes cell regeneration. For this reason, many people use ice cubes on their faces in the morning. The thermal shock wakes up the skin, reduces the appearance of enlarged pores, and gives it a healthy glow.
I first prepare an infusion of plantain and verbena, then add honey and a bit of coffee grounds to act as an exfoliant before freezing it in a mold.
Ice is also an ally in the fight against acne and excess oil. Applying cold to inflamed lesions reduces redness and swelling, making the problem less noticeable.
Additionally, cold slows down sebum production, helping to control oily skin in the long term. I remember dermatology consultations with my niece Lisa—the doctor recommended massaging the face with ice wrapped in a clean cloth to tone the skin. I apply it directly, and a small cube is enough.
Ice is undoubtedly one of the most underrated therapeutic resources. Its correct application can relieve pain, improve skin appearance, and speed up injury recovery—all without high costs or significant side effects.
However, it’s important to use it with caution, as prolonged application in one spot can cause burns.
After applying ice, your skin will feel soft. Rinse with normal or cold water and gently pat dry with a cloth. Here’s the result of Cryotherapy on a 56-year-old woman 😊
Thank you for visiting my blog. I’m an art critic, curator, social researcher, and cooking enthusiast. I invite you to learn more about me, my country, and my writing. Text and images are my own and Pixabay.