EL TORO
En el espejo de una tienda su reflejo vio. El toro no quería renunciar, pero comenzó a ver su imagen quebradiza. Sus pupilas solo lograban ver una sombra desnuda. Ya no era el de antaño. La piel arrugada, su cabello entrecano y gran aumento en su grasa abdominal. Situación que lo agobió al pensar en su virilidad.
Albergaba fantasías eróticas. Soñaba satisfacer sus caprichos enamorando a una criolla de acero que vestía de algodón, dejando ver sus pezones prominentes.
Quiso hacer muestra de su arte:
-¿Quieres ir a una corrida?
-¡Acepto!
Él necesitaba una vez más, saborear la leche en su boca. Llegó el día señalado, planificó todo detalle, decoró la habitación en penumbra y puso a enfriar champán.
Ella ese día se maquilló de color rosa y su cabello lo llevó suelto. Lució un impresionante vestido beige con un escote que mostraba sus senos, una tanga de encaje y una cadena en el tobillo para realzar sus piernas, mas para encender la noche se untó una fragancia juvenil y crema en todo su cuerpo.
Le encantaba impactar en su primer encuentro y no era para menos. Su rostro y pestañas eran perfectas. Labios tentadores. Anchas caderas, cintura estrecha y un trasero apetecible.
Comenzó a besarla. Sirvió dos copas, probó un sorbo y le fue mojando el cuello hasta lamerlo. Le quitó despacio el vestido, acarició su trasero mientras descorchó su añejo cuerpo.
Ella inició una danza erótica con sensual movimiento, se quitó el ajustador provocando que él lamiera y oliera su piel desde sus pechos hasta el vientre. Con la yema de los dedos acarició el orificio del falo y le susurró:
-¿Te gusta?
Él para disfrutar de una manera más íntima, le gustaba mirar a través del espejo. Se excitó observando el reflejo de la silueta. Facciones suaves, ancha de hombros, manos y pies alargados, diría él, que demasiado alargadas con rojo esmalte.
-¡Estas deliciosa le dijo al oído!
Su falo estaba casi erecto, la tomo por la cabeza y le dijo:
-¡Vamos!
Ella comenzó a chuparlo con una maestría increíble hasta tragar algo de su licor. Él estaba extasiado disfrutando y susurró: -¿Quieres por atrás?
-¡Sí!
Increíble estaba duro como roca. Se lo restregó por el trasero. Ella coqueta dijo: -Cierra los ojos.
Se quitó la tanga.
Él que hasta ese minuto vaciló toda su espalda, quedó totalmente extasiado. Tocó sus glúteos, comenzó a masajearla por atrás. La palpó suave, acariciando su entrepierna, sintiendo unos bultos esponjosos que envolvían algo. Encendió la luz...
He publicado mi post libre de IA. La imagen y el cuento es de mi propiedad. Los banner han sido confeccionados en versión gratuita de Canva
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THE BULL
In the mirror of a shop he saw his reflection.The bull did not want to give up, but began to see his brittle image. Eyes alone only managed to see a naked shadow. It was no longer that of yesteryear. With Wrinkled skin, his entrecano hair and great increase in his abdominal fat. Situation that overwhelmed him when he thought of his virility.
He housed erotic fantasies. He dreamed of satisfying his whims by falling in love with a Creole woman who wore cotton, showing his prominent nipples.
He wanted to show his art.
-You want to go to a run?
-I accept!
He needed once again, taste milk in his mouth. The designated day arrived, he planned all detail, decorated the room and started cooling champagne.
Are your makeup that day was pink and her hair took him loose. He wore an impressive beige dress with a neckline that showed his breasts, a lace thong and an ankle chain to enhance his legs, but to light the night a youth fragrance and cream smeared throughout his body.
He loved to impact his first encounter and it wasn't for less. His face and eyelashes were perfect. Tempting lips.Wide hips, narrow waist and an appetizing butt.
He started kissing her. He served two glasses, tried a sip and wet his neck to lick it. He slowly removed the dress, stroked his butt as he remembered his old body.
She started an erotic dance with sensual movement, the adjuster was removed causing him to lick and smell her skin from her breasts to her belly. With the fingertips he stroked the hole of the phallus and whispered:
-Do you like it?
He to enjoy in a more intimate way, liked to look through the mirror. He excited himself by observing the reflex of the silhouette. Soft, broad shoulder, hands and elongated feets, he would say, too elongated with enamel red.
"You were delicious, she told her ear!
His phallus was almost erect, I take her by the head and said:
-Come on!
She started sucking him with an incredible mastery until she swallowed some of her liquor. He was ecstatic enjoying and whispered:
-Do you want back?
-Yeah!
Incredible it was hard as a rock. He was restrained by the butt. She flirts said:
Close your eyes.
The thong was removed.
He who until that minute hesitated his entire back, was totally ecstatic. He touched his buttocks, began to massage her behind. He felt soft, stroking his crotch, feeling spongy lumps that wrapped something. Light turned on ..
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