
“Tu sonrisa y recuerdo,
me llenan de nostalgia.
Mis días no son iguales,
eras quien me Protegía.
El tiempo me ha reafirmado que tenemos que decirle a nuestros seres queridos que los amamos, porque puede ser que mañana sea demasiado tarde.
Solo quedan los recuerdos para ayudarnos a seguir adelante y a ser feliz. Miro hacia atrás y sonrió porque la vida ha sido buena conmigo. Me dio una familia sin igual, padres y hermanos extraordinarios.
La nostalgia me invade cuando evoco tantas alegrías, mi hogar y mi casa. El lugar donde me sentía protegida y amada.
Éramos diez, pero siempre en mi hogar habíamos once y hasta más personas, generalmente un primo hermano. Mis padres le abrieron las puertas de su hogar a todo el que deseaba estudiar.
El que no quería estudiar igualmente sus padres los enviaban para que mi madre impusiera ley; entre ellos recuerdo a Lolita, Colangelo, Cristian, Yecenia, y Aurita.
Recordar es vivir, el primo que llegaba a mi casa después no se quería ir. Eran especiales; fueron psicólogos, maestros, y padres de muchos hijos adoptivos o putativos.
Mi padre era un hombre especial, humilde pero con un corazón más grande que el universo. Todo lo que yo le preguntaba, él lo sabía.
Me faltó tiempo para disfrutar de mi padre porque salí de casa a estudiar, regresé y me casé. Él me decía que yo era su orgullo.
Mi carácter amable y calmado lo heredé de él. Siempre me decía que no era necesario levantar la voz para imponerse, y también que sonriera, porque esa era la mejor arma de la mujer.
La vida me lo arrebató de repente y joven, tan solo tenía 64 años.

Mi loquita o abuelita Dorys, fue una madre ejemplar. Tenía un carácter totalmente diferente a papá. Era la encargada de la disciplina.

Le fascinaba viajar, siempre tenía un bolsito con una muda de ropa dispuesta para salir. Era nuestra compañera de parrandas.
Mi hermana Doryta, mamá y yo íbamos juntas a todas partes.

Colonia Tovar. De derecha a izquierda: mamá, mi hermana Doryta, @Mafa2018 y mi prima Yulitza. Foto tomada con mi celular, es de mi propiedad
Recibí de los dos mucho amor y comprensión. Doy gracias por la oportunidad que me dio la vida de tenerlos como padres.
En estos tiempos tan difíciles los extraños. Cuando me siento sola grito sus nombres para que me escuchen y así me desahogo.
Le doy gracias a @Motherhood y @aliento por esta iniciativa. Sé que ya no puedo decirles cuanto los amo, pero si trato de seguir su ejemplo, ser una buena madre, de siempre apoyar y tenderle la mano a alguien que lo necesite.
Donde quiera que estén, nunca los olvidaré. Hasta el último día de mi vida, mis pensamientos, amor y agradecimiento serán para ellos por todo su amor incondicional.
Me despido.
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La primera imagen es de pixabay, aquí dejo el reconocimiento:
Todas las fotografías son de mi propiedad. Cabe destacar que las he utilizado en otras publicaciones y redes sociales. Incluyendo Instagram y facebook.

Fuente
Imagen tomada del reto desde el blog de @Motherhood