Being a mother is an experience that completely transforms life. Every day is a new chapter in this wonderful adventure, full of joys, challenges and learning. Watching my daughter grow up, now 3 years old, is a gift that I treasure. Every smile, every new word, every step he takes is a triumph that we celebrate together.
It's amazing how children have this innate ability to teach us to see the world with new eyes. My daughter has taught me to value the little things, to find the magic in everyday life and to live the present with intensity. Every day is an opportunity to learn something new with her, from how to build a sand castle to how to cope with the most complex emotions.
Being a mother is also a constant challenge. Motherhood is a road full of curves and obstacles, where it is necessary to find a balance between responsibilities and one's own needs. Sometimes, daily life can be overwhelming and I feel like I can't keep up. However, when I look into my daughter's eyes, I find the strength to keep going.
My relationship with my husband is another fundamental pillar in my life. We are building a family together and it is important to take time to strengthen our bond. I know that keeping the flame of love alive is not always easy, and that the "happily ever after" of movies is an ideal that requires a lot of effort.
Communication, complicity and mutual respect are key for our relationship to continue flourishing.
Being a mother is a wonderful journey, but it is also a path full of challenges. It is a constant learning, where every day we discover new facets of ourselves. And even if I sometimes feel exhausted or overwhelmed, I always find the strength to keep going, driven by the unconditional love I feel for my daughter and for my family.
Spanish Versión
Ser madre es una experiencia que transforma por completo la vida. Cada día es un nuevo capítulo en esta maravillosa aventura, llena de alegrías, desafíos y aprendizajes. Ver crecer a mi hija, ahora con 3 años, es un regalo que atesoro. Cada sonrisa, cada palabra nueva, cada paso que da es un triunfo que celebramos juntas.
Es asombroso cómo los niños tienen esta capacidad innata de enseñarnos a ver el mundo con ojos nuevos. Mi hija me ha enseñado a valorar las pequeñas cosas, a encontrar la magia en lo cotidiano y a vivir el presente con intensidad. Cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo junto a ella, desde cómo construir un castillo de arena hasta cómo afrontar las emociones más complejas.
Ser madre también implica un constante desafío. La maternidad es un camino lleno de curvas y obstáculos, donde es necesario encontrar un equilibrio entre las responsabilidades y las propias necesidades. A veces, la vida diaria puede ser abrumadora y siento que no doy abasto. Sin embargo, cuando miro a los ojos de mi hija, encuentro la fuerza para seguir adelante.
Mi relación con mi esposo es otro pilar fundamental en mi vida. Juntos estamos construyendo una familia y es importante dedicar tiempo para fortalecer nuestro vínculo. Sé que mantener viva la llama del amor no siempre es fácil, y que el "felices para siempre" de las películas es un ideal que requiere mucho esfuerzo. La comunicación, la complicidad y el respeto mutuo son claves para que nuestra relación siga floreciendo.
Ser madre es un viaje maravilloso, pero también es un camino lleno de retos. Es un aprendizaje constante, donde cada día descubrimos nuevas facetas de nosotras mismas. Y aunque a veces me sienta agotada o abrumada, siempre encuentro la fuerza para seguir adelante, impulsada por el amor incondicional que siento por mi hija y por mi familia.
Fotos de mi propiedad
Agradecimiento especial a mi esposo @starwarm
Gracias 🫂
Photos of my property
Special thanks to my husband @starwarm
Thanks 🫂