Al formar un matrimonio no solo se unen dos personas, sino también, se vuelve la unión de dos familias. Los futuros hijos llevarán el apellido de dos generaciones completamente diferentes, por lo que la convivencia puede convertirse en un reto.
Quizás al mencionar a los suegros a algunos les de risa, ya que hay un sin fin de chistes y canciones relacionadas, al parecer la más peligrosa es "la suegra".
Pero, no hay que negar, que al formar un matrimonio comienzas a ser parte de la familia de tu esposo o esposa, por lo que es importante que contribuyas a la sana convivencia.
Les confieso que al principio de mi noviazgo y en el primer año de matrimonio no la tuve nada fácil con mis suegros, bueno, en realidad fue con mi suegra. Siempre estaba allí para decir cosas hirientes y querer corregirme en todo lo que hacía. Unas cuantas veces me hizo llorar. Requerí mucha paciencia para no faltarle el respeto y contestar de forma grosera.
Algo que me ayudó fue tratar de ponerme en su lugar. ¿Cómo me sentiría yo, si mi hijo quisiera irse de la casa con alguien que aún no conozco del todo? Necesitábamos tiempo para conocernos bien. Sus celos eran naturales, mi mamá también los tuvo, y no todos los expresan de la misma manera. Toda su actitud, en vez de pensar que era algo personal, lo orienté a preocupación, y eso me indicaba cuando ama a su hijo.
Con el tiempo, nos dimos la oportunidad de conocernos mejor y la relación fue cambiando. Ahora puedo decir que quiero mucho a mi suegra y que ella me quiere, bueno eso espero jajaja.
Sin embargo, mi mamá me enseñó un dicho muy popular y una verdad fundamental:
"Quién se casa, casa quiere"
Así es, cuando uno quiere formar un matrimonio y próximamente una familia, no se debe caer en el error de vivir con los suegros, ni siquiera con tus padres. Esto genera problemas. Está comprobado con muchas experiencias.
El nuevo matrimonio necesita de privacidad y tomar sus propias decisiones, resolver sus diferencias sin la intervención de un tercero. La nueva pareja debe formar una familia independiente. Así que antes de pensar en casarse deben tomar en cuenta donde vivir. Esto beneficiará incluso en la crianza de los hijos; cuando colocamos los límites desde un principio y de forma amorosa los resultados son positivos.
Con esto no quiero decir que los hijos tengan que olvidarse de los padres y hacer su vida completamente independiente. Sus padres seguirán sus padres y tus suegros los abuelos de tus hijos, eso quiere decir que no debemos olvidar pasar tiempo en familia y preocuparnos por ellos.
¿Y si ya le relación con los suegros no funciona? Un buen esposo o esposa no pondría en contra a su cónyuge de sus padres, aunque su relación con los suegros no sea tan buena, debe fomentar la unión familiar, esto podría causar un buen efecto a los suegros y apaciguar un poco las tensiones.
Si nos esforzamos por poner de nuestra parte, aunque la situación sea difícil, esto se convertirá en un buen ejemplo para los hijos, no los podremos de enemigos de sus abuelos, y los problemas y diferencias de adultos sé quedarán en los adultos.
Esforcémonos por fomentar la paz familiar, seamos pacientes y aprendamos a escuchar. No contestemos apresuradamente aunque nos traten de forma injusta. Es mejor respirar profundo y hablar en otra ocasión de forma madura. Y si aún no quieren ceder, nosotros cumplimos con nuestra parte.
No veamos a nuestros suegros como enemigos. Pero démosle a cada cosa su debido lugar. Y recordemos el valioso consejo de mi madre:
English publication
Marriage and the Relationship with In-laws
When a marriage is formed, it not only unites two people, but also becomes the union of two families. The future children will carry the surname of two completely different generations, so living together can become a challenge.
Perhaps at the mention of in-laws some people laugh, since there are endless jokes and songs related to them, the most dangerous of which seems to be "the mother-in-law".
But, there is no denying that when you form a marriage you become part of your husband or wife's family, so it is important that you contribute to the healthy coexistence.
I confess that at the beginning of my courtship and in the first year of marriage I did not have an easy time with my in-laws, well, actually it was my mother-in-law. She was always there to say hurtful things and want to correct me in everything I did. A few times she made me cry. It took a lot of patience for me not to disrespect her and talk back in a rude way.
One thing that helped me was to try to put myself in his shoes. How would I feel if my son wanted to leave home with someone I didn't fully know yet? We needed time to get to know each other. His jealousy was natural, my mom had it too, and not everyone expresses it in the same way. Her whole attitude, instead of thinking it was something personal, I oriented it to concern, and that indicated to me when she loves her son.
Over time, we got to know each other better and the relationship changed. Now I can say that I love my mother-in-law very much and she loves me, well I hope so hahaha.
However, my mom taught me a very popular saying and a fundamental truth:
"Who gets married, wants a house".
That's right, when you want to form a marriage and soon a family, you should not make the mistake of living with your in-laws, not even with your parents. This generates problems. It has been proven with many experiences.
The newly married couple needs privacy and to make their own decisions, resolve their differences without the intervention of a third party. The new couple should form an independent family. So before thinking about getting married they should consider where to live. This will benefit even in the upbringing of the children; when we place the limits from the beginning and in a loving way the results are positive.
By this I do not mean that the children have to forget the parents and make their lives completely independent. Their parents will remain their parents and your in-laws will remain your children's grandparents, which means that we should not forget to spend time as a family and care for them.
What if the relationship with the in-laws is not working? A good husband or wife would not set his or her spouse against his or her parents, even if his or her relationship with the in-laws is not so good, he or she should encourage family unity, this could have a good effect on the in-laws and appease the tensions a little.
If we make an effort to do our part, even if the situation is difficult, this will become a good example for the children, we will not be able to make them enemies of their grandparents, and the problems and differences of adults will remain with the adults.
Let us strive to foster family peace, be patient and learn to listen. Let us not answer in haste even if we are treated unfairly. It is better to take a deep breath and talk another time in a mature way. And if they still won't budge, we do our part.
Let's not see our in-laws as enemies. But let's give everything its due place. And let's remember my mother's valuable advice:
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