Woody Allen es uno de mis directores preferidos. Recuerdo en mi juventud el impacto que causó “Dos extraños amantes”. Una película de la que todos hablaban por lo novedoso de su enfoque.
A mis amigos y a mí nos resultaban geniales cosas tan sencillas como poner a los personajes a hablar directamente a la cámara, tal como si estuvieran conversando con el espectador, esa forma de involucrar al que está del otro lado de la pantalla nunca la habíamos visto y nos parecía de lo más original. Desde entonces he tratado de ver las películas de este excelente director, escritor, músico y actor.
Buscando en mi filmoteca me encontré con esta película de 2005, “Match Point”, tenía unos vagos recuerdos de ella y me decidí a verla otra vez.
Chris Wilton, interpretado por Jonathan Rhys Meyers, es un ex jugador de Tenis irlandes. Aún cuando tiene grandes condiciones para el juego y ha logrado estar en el top mundial, siente que le falta algo para derrotar a los mejores, así que decide retirarse y busca trabajo como entrenador de tenis.
Con sus credenciales no le resulta difícil conseguir empleo en uno de los clubes más prestigiosos de Londres, allí traba amistad con uno de sus alumnos Tom Hewett, interpretado por, Matthew Goode, un joven rico proveniente de una familia de empresarios.
Tom invita a Chris a su casa donde le presenta a su hermana Chloe, interpretada por Emily Mortimer. Chris ve en Chloe su gran oportunidad para cambiar su destino. Con sus dotes de Galán pronto logra conquistar el corazón de la chica.
Pero allí, en esa misma casa, donde va a encontrar la oportunidad de colearse en la clase alta londinense, también va a encontrar el motivo de su perdición. La linda, Nola, interpretada por Scarlett Johansson, novia de Tom, va a captar desde el principio la atención de Chris, realmente lo deja deslumbrado. Desata en él una pasión incontrolable.
Entre Nola y Chris se va a desarrollar un tórrido romance, los dos quebrantan todas las reglas morales con tal de estar juntos, aún cuando están conscientes de que esa relación puede dar al traste con sus sueños de vivir dándose la gran vida.
Chris logra casarse con Chloe, pero Tom rompe su relación con Nola, la que literalmente se queda en el aire. Para colmo Nola queda embarazada y se siente frustrada al ver que Chris no tiene intenciones de terminar su relación con Chloe.
Nola se niega a aceptar seguir siendo la segunda, la amante, y comienza a presionar fuertemente a Chris, al punto de amenazarlo con decírselo a Chloe.
Completamente desesperado Chris va a usar toda su inteligencia para tomar una medida radical que termine su problema con Nola…
Son varios los temas que se tocan en esta excelente película. Por un lado está el conflicto entre amor y pasión. Se puede estar con alguien amándolo sin sentir pasión, y también se puede sentir pasión por alguien sin que haya amor.
Chris siente amor por Chloe, pero no pasión, es capaz de vivir con ella siendo amable, tratándola decentemente, dándole las atenciones justas, pero sin realmente sentir el fuego que siente por Nola. Claro, no hay que perder de vista que de alguna manera Chris vio en Chloe el gran chance para cambiar de vida.
Pero Chris no es que ame a Nola, no. Ella es un gran motivo de gratificación sexual, sencillamente con ella se deja arrebatar por el deseo. En presencia de Nola, Chris deja de lado la racionalidad y se entrega a las pasiones.
Otro tema que está presente en toda la película es la importancia de la suerte en la vida de las personas.
Dos escenas sirven como metáforas para resaltar la importancia de la suerte. La primera abre la película. Una pelota de tenis se desplaza en cámara lenta a través de la cancha, choca con el borde de la net, en ese preciso momento la suerte interviene para decidir el tanto del partido. Allí, en ese momento, no interviene para nada la habilidad de los jugadores, es un mero asunto de suerte.
La otra gran escena está casi al final, tiene un planteamiento similar. Chris lanza unas joyas al río, pero una de ellas choca con la baranda y en vez de caer al agua cae en la tierra. En ese preciso momento se decide el destino de Chris, sin que él lo sepa y sin que lo haya calculado.
Una frase demoledora, salida de la pluma de Allen, reafirma esta apología de la suerte: «Aquel que dijo más vale tener suerte que talento, conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte. Asusta pensar cuantas cosas se escapan a nuestro control.»
Es la suerte la que llevó a Chris al encuentro con Cloe y es la suerte la que le da la salvación final.
Son muchas las cosas que me gustan de este film. Una de ellas su banda sonora compuesta por extractos de operas famosas. Allen como buen músico que es escoge con precisión aquellas partes de las operas que mejor se ajustan para resaltar el tono dramático de las escenas.
También es de destacar las excelentes actuaciones. Jonathan Rhys Meyers, muy joven para ese tiempo, desarrolla un personaje creíble, un galán frío, calculador, pero a la vez víctima de las pasiones humanas. Este joven actor tiene a mi juicio una actuación memorable, quizá por eso su trabajo en esta película fue reconocido en el festival de Cannes.
Impecable la actuación de Scarlett Johansson, también muy joven. En una primera parte de la película encarna una especie de Femme fatale, una mujer irresistible que se ufana de que los hombres siempre quieren saber cómo es estar con ella. Acá nos muestra un gran repertorio de recursos actorales para dejar en claro su sensualidad. Luego encarna a una mujer desquiciada por la incertidumbre y los celos, capaz de expresar las emociones más viscerales.
Matthew Goode, también cumplen a cabalidad en su papel como el muchacho rico que no tiene rollos, que se limita a darse la gran vida y que cumple sin problemas los deseos de su padre. Emily Mortimer nos deja ver a una muchacha dócil, confiada, sin mayores conflictos y que es capaz de encontrar la felicidad en las cosas más tradicionales.
Otro asunto que me gustó es la fotografía, imágenes sencillas, bien iluminadas y definidas, y con muchas tomas exteriores que muestran un Londres perfectamente adaptado a la atmósfera de vida aristocrática presente en la película.
En síntesis Match Point me parece una gran film. A los que les gusta este tipo de cine donde se profundiza en los conflictos humanos, con grandes actuaciones y donde es posible crear tensión y dramatismo sin echar mano a recursos efectistas, esta puede ser su película. Con un poco de esfuerzo seguro que la pueden encontrar en la WEB. Si tienen la oportunidad pónganse con ella.
Gracias por tu tiempo.
Fuente de imágenes. I II III IV
Woody Allen is one of my favorite directors. I remember in my youth the impact caused by "Two strange lovers". A film that everyone talked about because of the novelty of its approach.
My friends and I found great things as simple as putting the characters to talk directly to the camera, as if they were talking to the viewer, that way of involving the one on the other side of the screen we had never seen and it seemed to us the most original. Since then I have tried to watch the films of this excellent director, writer, musician and actor.
Searching through my film library I came across this 2005 film, "Match Point", I had some vague memories of it and decided to watch it again.
Chris Wilton, played by Jonathan Rhys Meyers, is a former Irish Tennis player. Even though he has great conditions for the game and has made it to the top of the world, he feels that he lacks something to beat the best, so he decides to retire and looks for a job as a tennis coach.
With his credentials it is not difficult for him to get a job in one of the most prestigious clubs in London, where he befriends one of his students Tom Hewett, played by Matthew Goode, a rich young man from a family of businessmen.
Tom invites Chris to his home where he introduces him to his sister Chloe, played by Emily Mortimer. Chris sees in Chloe his big chance to change his destiny. With his gallant skills he soon manages to conquer the girl's heart.
But there, in that same house, where he will find the opportunity to cole colearse in the London upper class, he will also find the reason for his downfall. The pretty Nola, played by Scarlett Johansson, Tom's girlfriend, captures Chris's attention from the very beginning, really dazzles him. She unleashes in him an uncontrollable passion.
A torrid romance develops between Nola and Chris, the two break all the moral rules in order to be together, even though they are aware that this relationship could ruin their dreams of living the high life.
Chris manages to marry Chloe, but Tom breaks off his relationship with Nola, which is literally up in the air. To make matters worse, Nola becomes pregnant and is frustrated that Chris has no intention of ending his relationship with Chloe.
Nola refuses to accept to continue being the second, the lover, and begins to put strong pressure on Chris, to the point of threatening to tell Chloe.
Completely desperate Chris is going to use all his intelligence to take a radical measure to end his problem with Nola...
Several themes are touched upon in this excellent film. On the one hand there is the conflict between love and passion. You can be with someone by loving them without feeling passion, and you can also feel passion for someone without love.
Chris feels love for Chloe, but not passion, he is able to live with her being kind, treating her decently, giving her the right attentions, but without really feeling the fire he feels for Nola. Of course, we must not lose sight of the fact that somehow Chris saw in Chloe the great chance to change his life.
But it's not that Chris loves Nola, no. She is a great source of sexual gratification, he simply allows himself to be overcome by desire for her. In the presence of Nola, Chris leaves rationality aside and surrenders to his passions.
Another theme that runs throughout the film is the importance of luck in people's lives.
Two scenes serve as metaphors to highlight the importance of luck. The first opens the film. A tennis ball moves in slow motion across the court, collides with the edge of the net, at that precise moment luck intervenes to decide the score of the match. There, at that moment, the skill of the players does not intervene at all, it is a mere matter of luck.
The other great scene is almost at the end, it has a similar approach. Chris throws some jewels into the river, but one of them hits the railing and instead of falling into the water it lands on the ground. At that precise moment Chris fate is decided, unbeknownst to him and uncalculated.
A devastating phrase from Allen's pen reaffirms this apology for luck: "He who said it is better to be lucky than talented knew the essence of life. People are afraid to acknowledge that much of life depends on luck. It's scary to think how many things are beyond our control."
It is luck that led Chris to the meeting with Chloe and it is luck that gives him the ultimate salvation.
There are many things I like about this film. One of them is its soundtrack composed of excerpts from famous operas. Allen as a good musician that he is, chooses with precision those parts of the operas that best fit to highlight the dramatic tone of the scenes.
Also noteworthy are the excellent performances. Jonathan Rhys Meyers, very young for that time, develops a believable character, a cold, calculating gallant, but at the same time a victim of human passions. This young actor has in my opinion a memorable performance, perhaps that is why his work in this film was recognized at the Cannes Film Festival.
Scarlett Johansson's performance, also very young, is impeccable. In the first part of the film she embodies a kind of Femme fatale, an irresistible woman who boasts that men always want to know what it's like to be with her. Here she shows us a great repertoire of acting resources to make her sensuality clear. Then she plays a woman unhinged by uncertainty and jealousy, capable of expressing the most visceral emotions.
Matthew Goode, also fulfills his role as the rich boy who has no rolls, who limits himself to living the high life and who complies without problems with his father's wishes. Emily Mortimer lets us see a docile, confident girl, without major conflicts and who is able to find happiness in the most traditional things.
Another thing I liked is the photography, simple images, well lit and well defined, and with many exterior shots that show a London perfectly adapted to the atmosphere of aristocratic life present in the film.
In short, Match Point seems to me a great film. For those who like this kind of cinema where human conflicts are deepened, with great performances and where it is possible to create tension and drama without resorting to gimmicky resources, this may be the film for you. With a little effort you can surely find it on the WEB. If you have the chance, get it.
Thanks for your time.
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