Margot nunca se imaginó envuelta de gente poderosa en un restaurante donde el refinado paladar vale más que cualquier cosa. Ahora, en una noche especial de champán y degustación de platillos, nuestra nada glamurosa protagonista deberá razonar por encima de los lujos y la comida estilizada para salvar su pellejo. Pero, ¿será que alguien en toda existencia puede oponerse a la exquisita comida del chef Julian Slowik? Obviamente no, incluso aunque sí lo quieran. Esta no es la típica película de sueños con doradas estrellas Michelin, recetas y reconocimientos gloriosos. ¿Plato principal? La vida. ¿Plato final? La Muerte. No se trata de comensales idealizados o cocineros inspiradores… y eso es lo más interesante en The Menu, el largometraje que te demuestra la descabellada idea de la cocina con un simple postre.
Margot never imagined herself surrounded by powerful people in a restaurant where the refined palate is worth more than anything. Now, in a special night of champagne and food tasting, our unglamorous leading lady will have to reason above fancy and fancy food to save her own skin. But can anyone in all of existence be opposed to Chef Slowik's exquisite food? Obviously not, even if they do want to. This is not your typical dream movie with golden Michelin stars, recipes and glorious accolades. Main dish? Life. Final dish? Death. It's not about idealized diners or inspiring cooks... and that's the most interesting thing about The Menu, the feature film that shows you the crazy idea of cooking with a simple dessert.
Imagen editada en Canvas- Image edited in Canvas
Ya estamos acostumbrados a películas motivadoras; piezas de arte cinematográfico en las que los sueños y el trabajo duro te llevan a la cima del éxito, el reconocimiento y los lujos. Dicen que cocinar, cuando se hace bien, es un arte de felicidad. ¿Barriguita llena corazón contento? Los largometrajes y los programas de televisión culinarios suelen mostrarnos ese lado “estético” y aparentemente extraordinario de lo que supone la cocina, los ingredientes frescos y la presentación visual de platillos impactantes, además de restaurantes y chefs reconocidos sumados simétricamente en buenas sumas de dinero y reconocimientos únicos. La comida está en todo: romance, gustos, placeres, tradiciones, culturas, orígenes, etc. Pero en ocasiones la extravagancia y la ridiculez lo arruinan todo.
The Menu es el otro lado de la moneda del alto gourmet. En esta película no hallarás razón alguna para pagar miles de dólares a cambio de tacos impresos con la fotografía de tu rostro. Es un thriller con toques diferentes, ¡vaya que sí! Una apuesta atrevida en la que tú, como cualquier comensal, has de disfrutar la belleza de la buena comida en su máximo esplendor. Se trata de un espectáculo de alta alcurnia, diseñado exclusivamente para los paladares exquisitos, pero no necesariamente para brindar sonrisas y suspiros de satisfacción tras los lujosos bocados. Este film te dará una dura lección de humildad… porque sí, la humildad puede salvar vidas.
Arrinconados en un restaurante en el que los aprisionaron para obligarlos a degustar el lujo de la comida y el dinero, el reducido grupo de protagonistas tendrán que degustar su propio historial de vida antes de que el chef Julian Slowik (Ralph Fiennes) de la orden para la posible masacre. Todos están en peligro, ninguno tiene otra elección que saborear la comida de la muerte. Margot Mills (Anya Taylor) es la única que sabe de qué va el juego en el que se encuentra… ¿Podrá escapar? Irónicamente deberá encontrar la mosca en la sopa, literalmente hablando, por supuesto.
We are already used to motivational movies; pieces of cinematographic art in which dreams and hard work take you to the pinnacle of success, recognition and luxuries. They say that cooking, when done right, is an art of happiness. Don't they say that a good meal can trick the heart? Feature films and culinary television programs usually show us that "aesthetic" and apparently extraordinary side of what cooking entails, fresh ingredients and the visual presentation of impressive dishes, as well as renowned restaurants and chefs symmetrically summed up in good sums of money and unique recognitions. Food is in everything, romance, tastes, pleasures, traditions, cultures, origins, etc. But sometimes extravagance and ridiculousness ruin everything.
The Menu is the other side of the haute gourmet coin. In this movie you will not find any reason to pay thousands of dollars in exchange for blocks printed with the photograph of your face. It is a thriller with different touches, oh yes! A daring bet in which you, like any diner, have to enjoy the beauty of good food at its best. This is a show of high lineage, designed exclusively for exquisite palates, but not necessarily to provide smiles and sighs of satisfaction after the luxurious bites. This film will give you a hard lesson in humility... because yes, humility can save life.
Cornered in a restaurant where they were imprisoned to force them to taste the luxury of food and money, the small group of protagonists will have to taste their own life history before chef Julian Slowik (Ralph Fiennes) gives the order to the possible massacre. All are in danger, none have any choice but to savor the food of death. Margot Mills (Anya Taylor) is the only one who knows what the game she finds herself in is about... Will she be able to escape herself? She ironically she will have to find the fly in the ointment, literally speaking, of course.
Fuente-Source: Imdb
La atmosfera del film es tensa desde un principio. Algo no encaja… algo no va bien. La puesta en escena destila un suspenso que te mantiene deduciendo cosas. ¿Esto es real? ¿Se trata de una broma mental? ¿Es una especie de obra teatral psicológica? La duda va y viene y la intriga explosiona con el pasar de los actos. El plato principal dentro de este largometraje no se digiere a la primera, y no me refiero precisamente a la comida. The Menu es una lección de vida presentada de forma brusca y extravagante, bordada en los bolsillos adinerados y las apariencias plásticas en las que incluso una simple sopa está envuelta.
Si bien la película no resuena en los haberes de las obras maestras, es digna de admirar por la dantesca manera en la que presenta su mensaje. ¿Un restaurante y un chef con estilo asesino? ¡Vaya locura! Lo interesante en el film es su estética narrativa, la cual está bien apegada a ese sazón culinario de buenas raíces, pero oscuro y vacío al fin. Al menos este aspecto le brinda fuerza al largometraje, al igual que su sutil forma de destilar el pensamiento descabellado junto a la que se supone que es la buena cocina. ¿Sabor? ¿Presentación? ¿Historia? ¿Una pequeña porción de colores y brillos en un plato grandísimo? Después de ver The Menu jamás desearás algo parecido.
The atmosphere of the film is tense from the beginning. Something doesn't fit… something isn't right. The staging exudes a suspense that keeps you figuring things out. This is real? Is this a mind joke? Is it some kind of psychological play? The doubt comes and goes and the intrigue explodes with the passing of the acts. The main course in this feature film is not digested the first time, and I am not referring precisely to the food. The Menu is a life lesson presented in a gruff and extravagant way, embroidered on the wealthy pockets and the plastic appearances in which even a simple soup is wrapped.
Although the film does not resonate in the collection of masterpieces, it is worthy of admiration for the grim way in which it presents its message. A killer style restaurant and chef? What madness! What is interesting in the film is its narrative aesthetic, which is well attached to that culinary seasoning of good roots, but ultimately dark and empty. At least this aspect gives strength to the film, as does its subtle way of distilling wild thinking along with what is supposed to be good cooking. Flavour? Presentation? History? A small portion of colors and sparkles on a huge plate? After seeing The Menu you will never want something like it.
Fuente-Source: Imdb
Ahora es turno de preguntar: ¿Pagarías casi mil dólares por cenar en un restaurante de lujo? ¿Qué tiene de especial un menú lujoso con respecto a las empanadas que venden en una esquina de la calle? La arrogancia es la principal enemiga a la conciencia cuando se asume que unos trozos de carne con migajas de oro puede darte un gusto pleno y exquisito. La presentación del chef Julian fue crucial para abordar una película con muchos sabores, tanto agrios como inesperados. Ralph Fiennes tiene un toque picarón para los papeles siniestros, o al menos fue lo que percibí con su trabajo en el largometraje. Creo que la película no hubiera sido lo mismo sin él.
Anya Taylor es una suculenta protagonista (literalmente hablando, XD) y de la cual me llevé una grata impresión. Sin embargo, la peculiar manera en la que su personaje desencaja del resto fue algo que no me convenció por completo. Su rápida deducción y mala espina para con el Chef Julian desorbitó de mis deseos, pues pensé que la introducción a las sospechas aparecerían lejanas a la premeditación. Un poco chillón este aspecto, pero en palabras generales The Menu me dejó un buen sabor en el paladar… y una sensación de gratitud para con los que siempre prefieren las hamburguesas que los filetes bañados en oro… ¡y créanme que los filetes bañados en oro realmente existen!
Ah, y también actúa el chaval este: Nicholas Hoult, pero nunca me gustó este actor… así que mejor continuemos, LOL.
Now it's time to ask: Would you pay almost a thousand dollars to dine at a fancy restaurant? What is special about a luxurious menu compared to the empanas that are sold on a street corner? Arrogance is the main enemy to conscience when it is assumed that a few pieces of meat with golden crumbs can give you a full and exquisite taste. Chef Julian's presentation was crucial in addressing a film with many flavors, both sour and unexpected. Ralph Fiennes has a naughty touch for sinister roles, or at least that's what I sensed from his work in the feature film. I think the movie would not have been the same without him.
Anya Taylor is a succulent protagonist (literally speaking, XD) and from whom I got a pleasant impression. However, the peculiar way in which her character falls apart from the rest of her was something that did not completely convince me. Her quick deduction and her bad feeling towards Chef Julian exorbited my desires, because I thought that the introduction to the suspicions would appear far from premeditation. A little garish this aspect, but in general words The Menu left me with a good taste on the palate… and a feeling of gratitude to those who always prefer burgers to gold-plated steaks… and believe me, gold-plated steaks they really exist!
Oh, and this guy is also acting: Nicholas Hoult, but I never liked this actor... so let's continue, LOL.
Fuente-Source: Imdb
Nunca imaginé una película de restaurantes, chefs, comida y un estilizado horror al mismo tiempo. Incluso cuando supe que existía no dudé en echarle un ojo y analizarla con paciencia. La miré dos veces… ¿la razón? Es un largometraje con elementos y mensajes ocultos, diseñada lejos del azar y la coincidencia. Tal vez su estilo no sea para todos los gustos, y su premisa vaya en contra de lo que estamos a acostumbrados a ver en el cine y la televisión, aun así vale la pena darle una oportunidad.
The Menu te hará valorar el humilde sentido de las cosas: esas que se disfrutan de verdad. La concepción de un thriller con esta profundidad es poco habitual en el repertorio de películas que estoy acostumbrado a ver. Sin embargo, tal como lo demostró el no tan desquiciado chef Julian, los mejores gustos son los que se disfrutan no con la boca, sino con el corazón, LOL.
I never imagined a movie about restaurants, chefs, food and a stylized horror at the same time. Even when I found out that it existed, I did not hesitate to keep an eye on it and analyze it patiently. I looked at her twice… the reason? It is a feature film with hidden elements and messages, designed far from chance and coincidence. Perhaps its style is not for everyone, and its premise goes against what we are used to seeing in movies and television, but it is still worth giving it a try.
The Menu will make you value the humble sense of things: those that are truly enjoyed. The conception of a thriller with this depth is unusual in the repertoire of films that I am used to seeing. However, as the not so crazy chef Julian proved, the best tastes are the ones enjoyed not with the mouth, but with the heart, LOL.
The Menu Trailer
