Al pensar sobre la idea de incursionar en el mundo de la Web3, de emprender, de estudiar y conocer esta revolucionaria tecnología, es posible que lo primero que nos venga a la mente sea el aspecto negativo.
Quizás tengamos en nuestra menta la creencia de que todo está ya construido (algo que me ha pasado varias veces) de que no queda lugar para la innovación, lo cual podría ser un grave error en nuestro punto de partida. Pero, ¿por qué nos abordan estos pensamientos?
Web3 y la innovación
Quizás sea porque la Web3, al ser un concepto novedoso y disruptivo, todavía se encuentra envuelta en cierta confusión y malentendidos. La mayoría de los proyectos en esta esfera aún no han logrado presentar casos de uso realmente atractivos, experiencias gratificantes que hagan que los usuarios se sientan a gusto y deseen participar activamente. Pero más allá de la usabilidad, creo que el problema fundamental radica en la falta de educación en este ámbito.
Es imperativo que el mundo comprenda la importancia de ser autocustodio de los activos digitales que tenemos conectados a Internet. Es una necesidad preponderante en nuestra era digital, una responsabilidad que cada uno de nosotros debe asumir. El nivel de educación a través de los medios digitales debe aumentar para que podamos enfrentarnos a los desafíos y oportunidades que la Web3 nos presenta.
Pero aquí está la cuestión: a pesar de la confusión y el caos que actualmente rodea a la Web3, no deberíamos permitir que lo negativo nos desanime y nos haga abandonar. Si estás pensando en construir en la Web3, debes adoptar una mentalidad de acción, una visión que te permita ver las oportunidades a largo plazo. No todo debe ser de corto plazo; debemos aspirar a crear ecosistemas robustos que presenten diferentes etapas de crecimiento y maduración.
Esta mentalidad de acción es lo que distingue a los grandes. Las grandes empresas, los gigantes de la industria, pueden ser los primeros en impulsar la adopción masiva en un sector con potencial. Estos gigantes solo ven el crecimiento exponencial que pueden lograr si llegan primero al mercado y logran despertar al gigante dormido.
Evitar mentalidad limitada
Recordando mi propio viaje, hubo un tiempo en que mi mentalidad era bastante limitada. Miraba los errores y fallos de los ecosistemas de Web3, y me quejaba constantemente. Pero entonces decidí adoptar una nueva postura, una que me permitiera avanzar a un ritmo más rápido, una que no me permitiera detenerme ante cada pequeño contratiempo.
En lugar de lamentarme por los obstáculos, opté por verlos como oportunidades para aprender y crecer. En lugar de criticar, decidí construir. En lugar de ser un espectador pasivo, me propuse ser un actor activo en la conformación de la Web3. Y esa es la mentalidad que todos debemos adoptar si queremos ver florecer la promesa de la Web3.
Entonces, si estás considerando entrar en el mundo de la Web3, te recomiendo deque no te dejes intimidar por lo desconocido. No te asustes por lo que aún no comprendes. Toma acción. Aprende. Crece. Construye. Y quien sabe, tal vez seas tú quien ayude a despertar al gigante dormido de la Web3.
Saludos.

