«El dinero es todo.»

Respondió el viejo, Elijah, a la pregunta otorgada por el joven periodista, Peter.

̶ Soy el hombre que mayor dinero ha reunido en el menor tiempo posible, así que puedo probarte cómo el dinero lo es todo... ̶ pero antes de pronunciar palabra alguna, una estruendosa tos sacudió al viejo, provocando que alguna enfermera del geriátrico se acercará a detener la entrevista.

Peter, conmocionado, pensó en detenerse, pero frente a su gesto de abandono, un terco Elijah, dio un manotón en el aire, y dijo: Solo debo tomarme mis pastillas, continuemos.

̶ Eres muy joven para entenderlo, y sin embargo, tendré la osadía de explicártelo. Cuando eras niño y tus padres discutían a susurros, sin percatarse de que estabas ahí, puedo asegurar que viste en alguno de ellos o en los dos, la cara del estrés, el desespero y el cansancio. Siendo un niño no entendías que sucedía, pero fuiste creciendo, y te enteraste que tus padres no podían pagarte cosas que otros padres si podían, y que tu madre llegaba cada vez más amargada del trabajo, había sobres de facturas en la mesa sin pagar, y la comida exacta del día que compraba tu padre para comer. Todo junto, en la única mesa que se permitían tener… ̶ hizo una pequeña pausa para reponerse y seguir con el hilo de su argumento ̶ El dinero te hace feliz en mayor o menor medida, muchacho.

̶ Pero, en la vida infante, creo yo, las personas no reparan a pensar si tienen limitantes ¿cómo puedes eso hacerles infeliz? ̶ interroga más a fondo Peter.

̶ Las personas crecen, hombre, te hiciste mayor, de seguro tuviste un sueño que no pudiste cumplir porque a tus padres no les alcanzaba el dinero, y a tu edad ningún trabajo te habría dado la independencia económica para seguir adelante. Piensa en esos genios de Harvard, tú podrías ser uno, pero estas aquí entrevistando a un viejo millonario, porque en el fondo, sabes que es lo más cerca que estarás del éxito, y eso te da esperanzas de salir de ese trabajo que no te gusta, esa vida que detestas, y la infelicidad.

̶ Pero…

̶ ¿Pero? ¿Todavía dudas?

̶ ¿Qué hay de las personas que no necesitaron el dinero para sobresalir?

̶ Mucha suerte, o en realidad no eran pobres. A ustedes, los marginados por la vida, les gusta repetirse esas historias una y otra vez. Un don nadie que llega a la cima del éxito sin un peso encima, gracias a su arduo trabajo. Como ese cantante que solo venía de una familia corriente agricultora, y terminó triunfando en el mundo musical; te cuentan su historia de este modo para que creas que puedes lograrlo también. Lo cierto es que su familia si es agricultora, pero también dueña de casi toda la industria agricultora del país, básicamente es rica y podía darse el lujo de soñar. Basta con que alguien en tu árbol genealógico se dé cuenta de esto, y empeñe sus fuerzas en hacer dinero y no en soñar. Porque luego con una cuenta bancaria llena de dinero, vienen los viajes, las comodidades y lujos que sí que hacen feliz a alguien. Por eso es importante explicarle esto a la gente.

̶ Señor Elijah, dice usted todo esto sobre que el dinero es todo, pero no veo nada que lo acompañe además de dinero ¿qué hay del amor? ̶ pregunta Peter, temeroso de la reacción del señor Elijah.

Por su parte, el hombre de contextura gruesa, pero flácida, se acerca hacía él, tensa su mano en forma de puño y en un tono grave, responde:

̶ El amor es como una puta con la que te acuestas a dormir durante 10 años, y que una mañana, despierta cobrándote cada día transcurrido a su lado. A pesar de que les has dado lujos, regalos y comodidades, y en un principio ni estarían contigo si no fuera por eso, para ellas no es suficiente. Es como un contrato de dama de compañía a largo plazo, te casas con ellas, y cuando se cansa de ti, te cobran todo lo que es tuyo, lo que hiciste sin su ayuda, en un contrato que ellas llaman “divorcio”. Y yo sé que es nada más que pagar por una mujer. ̶ toma un sorbo de agua, y se estira en su asiento, quedando completamente recostado del espaldar de la silla ̶ El dinero que tengo no solo me acompaña, hace que pueda pagarme el mejor lugar para pasar mis últimos años de vida, con la mejor gente y el mejor servicio. Y sin embargo, aún en mi posición de hombre viejo e inútil, sigo saliendo en las portadas de los mejores diarios del país ¿sabes por qué? Porque el dinero lo es todo, y yo tengo mucho.