In Cumaná, Venezuela, in the community Barrio Bolivar in the second street house # 11, where I have always lived and spent all the stages of my human development, sharing with my friends, childhood games, adolescence, school experiences in high school, where we cultivated more than a friendship a familiarity.
The difference is that when I got married 53 years ago until today I live in the first street, house # 5 of this neighborhood, located in front of the José Silverio González High School. When I sit on the porch of my house, I enjoy the landscape, with its fruit and ornamental trees, which adorn the environment with herons that with the white of their plumage dance in the air, harmonizing with the blue of the sky, producing a beautiful photochromatic effect, which makes me feel very happy.
My 4 children got married and became independent with their families, 3 of them live in Venezuela, the other one lives in Brazil with his family. Those who are here always visit me, the grandchildren grew up and also became independent. At present, near my house live some nieces: Maria Fernanda, affectionately called (Mafer) and Valentina, they are students. Angelica is the daughter of a childhood friend from my neighborhood, who passed away months ago. This young woman works as a school worker, she has two daughters: Genesis and Roniangela, they call me grandma. Claudia, my goddaughter, works in a government institution.
Every day when they leave their studies and work they visit me, we all buy food together, proteins, vegetables and condiments, so that we have enough for 15 days, we try not to waste so that we do not lack later; we use when preparing food what we are going to eat so that we have enough for that period, but with this inflation that shoots up every day, the prices of basic foodstuffs shoot up, the devaluation of the bolivar, and the dollar increases every day. It is difficult for us to economize. so that there is no shortage.
Yesterday July 1st when Angelica and Claudia went to the supermarket to buy food I told them: “I hope you make a good purchase with the money you have”, very smiling Angelica answered: “Don't worry, we will make a miracle with the money”, very happy I added “don't forget to buy enough salt, it is the indispensable condiment that should not be missing”, very happy Claudia answered: “Don't worry we will buy Araya's salt” with a smile on her face they left.
In a fraction of seconds Mafer arrived, I gave her a kiss on the cheek, with a very melodious voice she said: “Good morning, how did you wake up?”, very happy I answered: “Very well? and you? with a flirtatious gesture in her hair she answered: ”I feel super beautiful“, smiling I told her: ”Don't be conceited!", she laughed and went to the room to change her school uniform.
A little later Valentina arrived and gave me a kiss on the cheek. Very affectionately she said to me: “How is the prettiest old lady in the world?”, very excited, I answered: “Very well, and the prettiest girl in the world, how is she?”, very happy, she answered: "More beautiful and pretty every day! Then she went to take a shower.
Angelica and Claudia came back from the supermarket, brought down the groceries, put them in the pantry and then went to the kitchen to prepare the food. As soon as the food was ready, we sat down at the dining room table. I served the food. As soon as we were eating lunch, Claudia got up and went to the kitchen, she returned with a cake in her hand with lighted candles, she placed it on the table and said: “Today is Maria Fernanda's birthday”, we all sang happy birthday in unison, at the end she blew out the candles very excited and said: "I am very grateful to you, I see how you love me and I love you too, we all applauded full of happiness, we got up, hugged her and congratulated her. Then they went home.
The next day, after fulfilling their work chores Angelica and Claudia, the young students and the girls returned home, all of them, got ready to make lunch, I also approached, I observed that Angelica and Claudia were talking secretly, full of curiosity I asked them; How much do you secrete? Their faces transformed, their lips white as snow, their hands trembled like the leaves of the trees in times of typhoon, finally when they could pronounce a word Angelica answered:
“We forgot to buy salt and the one we had ran out”, that gave me an empty feeling in my stomach, very angry, I refuted: “That happened because salt is wasted in cooking and now we need it for cooking”, very agitated, I took a deep breath, then exhaled and continued:
“”My grandmother taught me that salt cannot be missing at home, because everything there is to eat runs out“”, very sorry Claudia says: “”We can go to the neighbor who gives us some“”, calmer, I replied: “”My ancestors said that this is not done, because the witches visit you and do not let you sleep by hitting the ceiling!!!“”"
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ESPAÑOL
No debe faltar en casa, de lo contrario se acabará todo.
En Cumaná, Venezuela, en la comunidad Barrio Bolívar en la segunda calle casa # 11, donde siempre he vivido y pasado todas las etapas de mi desarrollo humano, compartiendo con mis amigos, juegos de infancia, adolescencia, experiencias escolares en el liceo, donde cultivamos más que una amistad una familiaridad.
La diferencia es que cuando me casé hace 53 años hasta hoy vivo en la primera calle, casa # 5 de este barrio, ubicada frente al Liceo José Silverio González. Cuando me siento en el porche de mi casa, disfruto del paisaje, con sus árboles frutales y ornamentales, que adornan el entorno con garzas que con el blanco de su plumaje danzan en el aire, armonizando con el azul del cielo, produciendo un bello efecto fotocromático, que me hace sentir muy feliz.
Mis 4 hijos se casaron y se independizaron con sus familias, 3 de ellos viven en Venezuela, el otro vive en Brasil con su familia. Los que están aquí siempre me visitan, los nietos crecieron y también se independizaron. Actualmente, cerca de mi casa viven algunas sobrinas: Maria Fernanda, llamada cariñosamente (Mafer) y Valentina, ellas son estudiantes. Angélica es hija de una amiga de la infancia de mi barrio, que falleció hace meses. Esta joven trabaja en una escuela, tiene dos hijas: Génesis y Roniangela, ellas me llaman abuela. Claudia, mi ahijada, trabaja en una institución gubernamental.
Todos los días cuando salen de sus estudios y sus trabajos me visitan, compramos todos juntos los alimentos, proteína, verduras y condimentos, para que nos alcance para 15 días, tratamos de no desperdiciar para que no nos falte después; utilizamos al preparar los alimentos lo que vamos a comer para que nos alcance durante ese período, pero con esta inflación que se dispara todos los días, los precios de los alimentos básicos se disparan, la devaluación del bolívar, y el dólar aumenta todos los días. Se nos hace difícil economizar para que alcance y no falte.
Ayer 1 de julio cuando Angélica y Claudia fueron al supermercado a comprar comida les dije: «Espero que hagan una buena compra con el dinero que tienen», muy sonriente Angélica respondió: «No te preocupes, haremos un milagro con el dinero», muy contenta agregué «no te olvides de comprar suficiente sal, es el condimento indispensable que no debe faltar», muy contenta Claudia respondió: «No te preocupes compraremos la salina de Araya» con una sonrisa en la cara se fueron.
En fracción de segundos llegó Mafer, le di un beso en la mejilla, con una voz muy melodiosa me dijo: «Buenos días, ¿cómo te has levantado?», muy contento le contesté: "Muy bien? y tu? con un gesto coqueto en su cabello me contesto: «Me siento super guapa», sonriendo le dije: «¡No seas engreída!», ella se rió y se fue a la habitación a cambiarse el uniforme del colegio.
Poco después llegó Valentina y me dio un beso en la mejilla. Muy cariñosa me dijo: «¿Cómo está la viejita más linda del mundo?», muy emocionado, le respondí: «Muy bien, y la niña más bonita del mundo, ¿cómo está?», muy contenta, contestó: "¡Cada día más guapa y bella! Luego se fue a duchar.
Angélica y Claudia volvieron del supermercado, bajaron la compra, la pusieron en la despensa y luego fueron a la cocina a preparar la comida. En cuanto la comida estuvo lista, nos sentamos a la mesa del comedor. Yo serví la comida. En cuanto estuvimos almorzando, Claudia se levantó y fue a la cocina, regresó con un pastel en la mano con velas encendidas, lo colocó sobre la mesa y dijo: «Hoy es el cumpleaños de María Fernanda», todos cantamos al unísono el cumpleaños feliz, al finalizar sopló las velas muy emocionada dijo: "Estoy muy agradecida con ustedes veo como me quieren y yo también los quiero mucho, todos aplaudimos llenos de felicidad, nos levantamos, la abrazamos y la felicitamos. Luego se fueron a casa.
Al día siguiente, después de cumplir con sus tareas laborales Angélica y Claudia, las jóvenes estudiantes y las niñas regresaron a casa, todas, se dispusieron a hacer el almuerzo, yo también me acerqué, observé que Angélica y Claudia hablaban a escondidas, lleno de curiosidad les pregunté; ¿Cuánto secretean? Sus rostros se transformaron, sus labios blancos como la nieve, sus manos temblaban como las hojas de los árboles en tiempos de tifón, finalmente cuando pudieron pronunciar una palabra Angélica respondió:
«Nos olvidamos de comprar sal y la que teníamos se acabó», eso me produjo una sensación de vacío en el estómago, muy enojada, refuté: «Eso pasó porque la sal se desperdicia en la cocina y ahora la necesitamos para cocinar», muy agitada, respiré profundo, luego exhalé y continué:
«»Mi abuela me enseñó que la sal no puede faltar en casa, porque todo lo que hay para comer se acaba«», muy apenada Claudia dice: «»Podemos ir con la vecina que nos dé un poco«», más calmada, repliqué: «»Mis antepasados decían que eso no se hace, porque las brujas te visitan y no te dejan dormir ¡¡¡golpeando el techo!!!«»
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com