
Fuente
Tal vez hoy estoy llorando por tu partida, tal vez esté sufriendo inconsolablemente como el niño cuando pierde su juguete y como la viejecita de blanca cabellera que casi con desespero, añora aquel presente de aquellos años llenos de algarabía, llenos de retozo.
Escucho la música. La música de mí ayer en el hoy de la vida y viajo tranquilo y en paz hacia mis años de mozo.
Con esperanza la busco pero no la encuentro. Pregunto por ella… Está en eterno reposo.
Triste regreso al presente de mis años viejos viviendo con mí música y aquellos recuerdos donde ella está en mi mente, está presente impregnando mi alma con sublime cariño, impregnando mi alma con fragancia de rosa y con dulzura me acaricia como se acaricia a un niño.
Se acerca, me abraza y susurra en mi oído: no pienses tanto, la nostalgia bloquea tu mente, disfruta de la nieve que pinta tu cabello, estoy contigo, no soy tu pasado sino tu presente, libera tu alma y camina por ese mundo bello de amor, amistad, de fantasía y de bohemio.
Aún tu corazón palpita con hermosos destellos, aún amas, aún quieres, olvídate de esos recuerdos. Te quiero tanto… te quiero mucho… te adoro.
Ahora soy yo, la necia, soy yo la que recuerdo cuando me amabas, me escribías, me enamorabas. Eras un bohemio, eras mi verdad, eras sincero. Mi negro, mi amante, mi loquillo ¡cómo te quiero! Continúa amando, escribiendo, no te detengas, no permitas que tú sentir bonito y tú querer sea arrebatado por los años viejos y el ayer.