Como todos saben he estado ausente, no he publicado ni he estado activo, ni siquiera en la comunidad del Rincón Fotográfico, esto viene sucediendo desde hace algunas semanas, todo comenzó a raíz de que recibí la vacuna contra la covid-19 la cual como ya dije en su momento me afecto por varios días, por suerte a mi madre que no quería recibir la vacuna, no sintió ningún efecto secundario, la verdad es que ella no quería vacunarse y prácticamente la obligué a hacerlo, pero es algo de lo que no me arrepiento y estoy seguro que ella tampoco.

Todas las buenas noticias sobre Splinterlands comenzaron a salir, me llené de nuevos tokens y mis tarjetas subieron de precio de una manera que jamás pensé, eso me motivó a comprar la Canon M50 que además tengo pendiente de publicar el unboxing, quizás mañana lo suba, la cámara llegó la semana pasada y todo era felicidad aparentemente, y el fin de semana tenía programado con unos albañiles para que hicieran unas reparaciones en la casa.

Pero, la misma semana pasada, esa que menciono que estaba llena de felicidad, también estaba llena de preocupación ya que al inicio de la semana le llamé a mi tía, la hermana más pequeña de mi mamá, me dijo que se encontraba bien aunque tenía unas horas de que le habían diagnosticado covid, ella decía sentirse bien, sin ningún efecto, platicó con mi mamá y todo parecía muy normal, pero mientras los días pasaban ella se ponía mal y su salud decaía.

Recuerdo que en esa llamada mi madre le contó que la había llevado a vacunarse, le contó que no había sentido ninguna reacción secundaria, y mientras conversaban hicieron planes de viajar una vez que superara la enfermedad y también recibiera sus vacunas, lamentablemente todo quedó en eso, planes.

Llamaba 4 o 5 veces al día para estar al pendiente de cualquier novedad, y según como veía a mí mamá le comunicaba las noticias, es una persona adulta de casi 61 años, su salud es un poco delicada por enfermedades como la presión, un poco de diabetes y la artritis que la aquejan, el domingo mientras los albañiles trabajaban, una de mis primas me llamó para decirme que su mamá había empeorado y que tendría que ser internada, esperé hasta que mi mamá comió para darle esa noticia, llamé a una de mis primas y mi mamá pudo hablar con su hermana para darle ánimos, deseando lo mejor y pidiendo que tuviera confianza en Dios, la llamada termino y de ahí ya no supe mucho durante 6 hrs aproximadamente, una de mis sobrinas estaba en la casa haciéndole compañía a mi mamá, se habían dormido temprano, y mientras yo intentada hacer un post recibí una nueva llamada de otra de mis primas, diciéndome que desafortunadamente mi tía acababa de fallecer.

Fue una pregunta difícil que me tomó mucho tiempo tomar una decisión, conozco a mi mamá y sé que me hubiera hecho manejar 350 kilómetros en la madrugada para llegar con su hermana, su hermanita como lo dijo cuando le di la noticia, no crean que escribir esto es fácil, recuerdo sus palabras y su llanto y aunque probablemente pienses que soy un cabrón, sangrón, creído, y todo lo que pienses de mí, lo cierto es que quien me conoce de verdad sabe que detrás de esta vida digital en la que me muestro de esta manera, existe una persona que sí, puede tener las mismas características, pero eso no significa que no tenga sentimientos reales, y más cuando se trata de la familia.

Estuve pensando todas las probabilidades, me hará manejar, entrará en shock y se me pondrá mal, si accedo a llevarla es probable que se aferre a querer ver el cuerpo de su hermana, abrazará a mis primas que según tengo entendido, algunas también se contagiaron con el virus, o si no le digo hasta la mañana, se enojará conmigo por algunos días, me pedirá que la lleve pero ya no habrá tiempo de ir, lo que más me preocupaba era que se enojara conmigo, aún así tomé la decisión de no decirle hasta la mañana, después de desayunar.

Bajé a la sala para desconectar el modem de internet, se veía funcionando pero sin poder trasmitir datos, entré a su habitación, revisé que no tenía mensajes en el celular e incluso pensé llevármelo a mi cuarto por si alguien llamaba, pero en eso despertó y me preguntó que hacía, a lo que le dije que bajé a revisar porque no tenía internet en la pc, por suerte estaba lloviendo a cántaros y mi mentira de que no había internet fue creíble, me preguntó si no sabía nada y no dude en decir que no, se quedó pensando por un minuto y se levantó a lavarse los dientes para seguir durmiendo, durante la noche yo no pude dormir, mantenía comunicación con mis hermanos y hermanas, primos que viven en la ciudad de mi tía, poniéndome de acuerdo para que no la llamaran para darle la noticia, mi madre es la última de sus hermanas, y siempre ha sido el refugio de todos mis primos y primas, aparte de ella solo quedan dos hermanos varones, y es todo lo que queda de su gran familia, poco a poco la edad y enfermedades se los esta llevando al más allá.

Todos accedieron a no decir nada hasta el siguiente día, dormí un par de horas, bajé y comencé a hacer limpieza, fui a comprar alimentos para darles de desayunar a ella y mi sobrina, casi estaba todo listo, las desperté (bueno eso creí porque ella ya estaba despierta) y antes de todo me volvió a preguntar, qué es lo que sabía, pensé en decir nuevamente que nada, hasta después del desayuno, pero me miró firmemente y me dijo: ¡Dime la verdad, qué sabes! ¿Porqué aún no hay internet?

Decir las palabras "Tu hermana falleció anoche" no es algo que puedas suavizar, muchas personas le dicen a los demás, siéntate, tengo algo que decirte, pero en ese momento esa persona ya está llorando porque sabe que viene una mala noticia, decir: ¡Hay algo que te tengo que contar! Es básicamente lo mismo, así que cuando ella me preguntó qué es lo que sabía, le dije las siguientes palabras: por la noche me llamaron para decirme que mi tía falleció en el hospital, ¿Quieres que haga una llamada a mis primas?

Seguramente sabes lo que siguió, llanto, lagrimas y tristeza, la pregunta sin respuesta, ¿Porqué? ¿Porqué Dios? Mi sobrina que estaba durmiendo con ella la abrazó para intentarla consolar, es una niña hermosa de 9 años, pero a su corta edad intentaba encontrar las palabras adecuadas para consolar a su abue, de una manera u otra tenía que mantenerme un poco fuerte para dar balance a la situación, así que las dejé en la habitación y entre lagrimas ocultas terminé de hacer el desayuno, claro que como imaginas no quería desayunar, pero mientras mis hermanos llegaban a verla, y sin tocarla, le animaban para que desayunara un poco, y así fue, casi terminó todo su desayuno, uno de mis hermanos se fue pronto, pues no aguantaba ver a mi mamá sufriendo sin poderla abrazar, trabajan de noche atendiendo personas en los negocios de hamburguesas, y para no arriesgar a mi mamá últimamente solo el hacen video llamadas, los demás que se quedaron tampoco la tocaron, solo yo que estoy en la casa y casi no salgo, y si lo hago es con todas las medidas de protección.

Volteó y me miró con sus ojos tristes llenos de lagrimas y me dijo, llévame a ver a mi hermana, necesito verla, decirle, madre, que más quisiera yo que estuvieras allá con ellos, pero no te puedo arriesgar, no puedo poner en peligro tu salud porque te conozco y sé que vas a querer consolar a mis primas y mis primos, a mi tío, no puedo jugar con tu salud, además en menos de dos horas estarán sepultándola, no alcanzamos a llegar, me rompió el corazón, sobre todo al verla llorar nuevamente desconsolada por mi respuesta.

Pasaron los minutos que parecían horas, las horas parecían días, y al final llegó el momento del sepelio, solamente tuvieron acceso un par de personas, hicieron una pequeña misa y una de mis primas, hija de otra de mis tías que ya falleció, quedó conmigo de hacerme una video llamada para que mi mamá pudiera estar de esa manera "presente" la tecnología es grandiosa y hay que usarla siempre que se pueda, por eso digo que fue lo más difícil, fue una hora que tuve que estar frente a mi madre viéndola llorar desconsolada, yo sostenía el celular para que ella no tuviera contacto con el, como estaba llorando pues se tocaba sus ojitos y yo no quería arriesgar nada por más mínimo que fuera, de ésta parte saltaré detalles, me duele el alma recordar su rostro lleno de dolor, sus palabras intentando hablar con su hermana, ¡Maldición necesito un tiempo antes de seguir escribiendo!.

Durante la misa y el sepelio, mi madre pudo ver todo a través de la pantalla del celular, no es lo ideal, lo ideal es poder estar ahí acompañando a tu familia, pero en este tiempo de pandemia y con la edad de mi madre, lo mejor es no arriesgar, por eso es importante que todos se cuiden que por más escépticos que sean ante la pandemia, ante el virus y ante la vacunación, se protejan, se vacunen y guarden y sigan todas las recomendaciones para evitar caer ante el virus y ser una persona más de la estadística.

Por lo pronto solo me queda decirle a mi tía que la amo, se muy bien que ella lo sabía, a mis primos y primas y todos mis familiares, desearles fortaleza y resignación, no nos queda mas que esperar nuestro momento para que nos volvamos a reunir en el más allá.