English Version 🇬🇧
Like any fortress, San Carlos de la Cabaña is a place designed to protect whatever is behind its walls; cities, people, goods...therefore it was built to be durable, with walls difficult to climb and impenetrable, built to withstand attacks and sieges. Made for war and fighting. Invulnerable. And in contrast to the rudeness of its exterior, inside it held the vulnerability of the lives of thousands of men willing to give their all to protect it, men with dreams, desires, motivations... So as I walk around the place I imagine their more than a thousand soldiers preparing in the art of fighting. A battle that fortunately they never had to combat.
The fortress was reputed to be invincible so no one dared to attack its walls and the city of Havana remained safe from possible enemy assaults. Its stone walls retained all their strength and hardness and were never penetrated. It was so well fortified that it aroused the fear of anyone who thought of entering our coasts.
It is impossible not to be surprised by the rustic beauty of the place, although it also makes me feel a little sad, because not only did the best soldiers train and live here, but it was also the final destiny of many people. In The Cabaña there was a prison, and in colonial times they locked up many of the patriots who fought for Cuba to be free and independent from Spanish rule. The walls of one of its moats were sad witnesses of the executions that took place in several moments of its history. Therefore, these walls saw the blood spilled, not of the enemies and invaders, but of the Cubans themselves.
But the sorrows are dissipating when we walk through its squares and we can see the greatness of the place. In its Square of Weapons where its great solar clock is located, we can observe some of its cannons, which are also scattered throughout the site, in the defensive positions that they must have had long ago.
Its construction was quite expensive for the time, there is a somewhat amusing story about this fact. It is said that when the King of Spain Carlos III was given the information about its cost, he asked to be given a spyglass to be able to see it, because according to his words "A construction that cost so much should be able to be seen from Madrid". But it was worth every penny spent on its execution. What will never cease to amaze me every time I visit this fortress is the beautiful scenery that surrounds it, with its magnificent panorama of the sea. It is an image never to be forgotten.
This formidable site is part of the history of Havana and of all Cubans. I do not think I am wrong if I say that we feel safe knowing that over the Bay guarding the shores of our city is this immense and wonderful mole of stones.
I hope you have enjoyed all this site that I have just described, as much as I did.
Thanks to all of you who have given me the gift of your time 🙏.
Versión Español 🇪🇸
Como toda fortaleza, San Carlos de la Cabaña es un lugar diseñado para proteger lo que se encuentre tras sus muros; ciudades, personas, bienes...por tanto fue construida para ser duradera, con murallas difíciles de escalar e impenetrables, levantadas para resistir ataques y asedios. Hecha para la guerra y el combate. Invulnerable. Y en contraste con la rudeza de su exterior, en su interior guardaba la vulnerabilidad de las vidas de miles de hombres dispuestos a darlo todo por protegerla, hombres con sueños, deseos, motivaciones... Por lo que a medida que recorro el lugar imagino a sus más de mil soldados preparándose en el arte de la lucha. Una batalla que por fortuna nunca tuvieron que librar.
La fortaleza tenía fama de ser invencible por lo que nadie se atrevió a atacar sus murallas y la ciudad de la Habana se mantuvo a salvo de posibles asaltos enemigos. Sus muros de piedra conservaron toda su fuerza y dureza y nunca fueron penetrados. Estaba tan bien fortificada que despertaba el temor de cualquiera que pensara adentrarse en nuestras costas.
Es imposible no dejar de sorprenderse por la belleza rústica del lugar, aunque también me despierta un poco de pena, y es que aquí no sólo se entrenaban y vivían los mejores soldados, sino que fue el destino final de muchas personas. En La Cabaña existió una prisión, y en tiempos de la colonia encerraron a muchos de los patriotas que luchaban porque Cuba fuera libre e independiente del dominio español. Los muros de uno de sus fosos fueron tristes testigos de los fusilamientos que ocurrieron en varios momentos de su historia. Por lo que estos muros vieron derramar la sangre, no de los enemigos e invasores, sino de los propios cubanos.
Pero las penas se van disipando cuando recorremos sus plazas y podemos ver lo grandioso del lugar. En su Plaza de Armas donde está ubicado su gran reloj solar se observan algunos de sus cañones, los que también se encuentran dispersos por todo el sitio, en las posiciones defensivas que debieron tener hace mucho tiempo atrás.
Su construcción fue bastante cara para la época, hay una historia algo simpática acerca de este hecho. Se dice que cuando al Rey de España Carlos III le dieron el dato de su costo, pidió que le dieran un anteojo para poder verla, porque según sus palabras "Una construcción que tanto costaba debía poder verse desde Madrid". Pero valió la pena cada centavo que se gastó en su ejecución. Lo que nunca dejará de sorprenderme cada vez que visite esta fortaleza es el bello paisaje que la rodea, con su magnífico panorama del mar. Es una imagen para nunca olvidar.
Todo este formidable sitio forma parte de la historia de la Habana y de todos los cubanos. No creo equivocarme si digo que nos sentimos a salvo sabiendo que sobre la Bahía cuidando las costas de nuestra ciudad se encuentra esta inmensa y maravillosa mole de piedras.
Hasta aquí me despido, esperando que hayan disfrutado de todo este sitio que les acabo de describir, tanto como lo hice yo.
Gracias a todos los que me han regalado con su tiempo 🙏.