
Buenos días a todos los amantes de la literatura. Hoy quiero hablarles un poco de mi estilo poético, y espero que les guste mi composición al final de este breve argumento.
Desde que inició mi pasión por la escritura, mi estilo se concentró en los relatos infantiles porque eran las composiciones que en mi rol de educadora trabajaba con regularidad, y en la poesía, porque siempre sentí placer al dedicar mis letras a todo lo que me rodeaba, lo que me causaba atracción, mis pensamientos, y mis sueños.
Pero a medida que iba desarrollando mis composiciones poéticas, me fui apasionando más y más por las coplas llaneras, un estilo particular de versos que está conformado por palabras en lenguaje coloquial, específicamente en la jerga del llanero, zona donde nací, crecí y he vivido durante toda mi vida, y cuya inspiración la motivan las bellezas del paisaje del llano, la fortaleza de sus hombres y la belleza de sus mujeres, el día a día del llanero, sus costumbres, su cultura, y su pasión.

Las coplas llaneras están formadas por cuatro versos de arte menor, generalmente son versos octosílabos (8 sílabas), y éstos presentan una rima asonante o consonante, siendo la más común la consonante (donde riman tanto la vocal como la consonante de la última o de las dos últimas sílabas), y casi siempre se reflejan en los versos 2 y 4 de cada estrofa. También hay estrofas donde riman los 4 versos; el primero con el tercero, y el segundo con el cuarto.
El coplero juega muchísimo con estas fórmulas, ya que por lo general compone sus versos sintiendo la entonación típica del contrapunteo, y de esa manera fluyen con facilidad las coplas, se podría decir que las compone cantando. En esta oportunidad les voy a compartir mi copla más reciente, que por supuesto fue compuesta con el paisaje llanero como inspiración.
EN TI AMANEZCO
Una luz radiante y bella
se cuela por mi ventana,
es el sol cual gran estrella
anunciando la mañana.
Me asomo y abro las puertas
pa’ darle paso a la brisa,
y ella sonriente me abraza
me emociono con su risa.
Llega alegre, como siempre
porque sabe que está libre,
pa’ brincar como una liebre
o correr como los tigres.
Volar cual alcaraván
felizmente la pradera,
y rodar por el desván
retozando en su carrera.
Yo emocionada le extiendo
hasta su encuentro mis brazos,
y en su vaivén va fluyendo
hasta golpear mi espinazo.

El araque con pasión
allá afuera se estremece,
un baquiano remolón
bajo su sombra guarece.
Yo tomando mi guayoyo
miro a gusto la faena,
que inician frente al arroyo
¡Qué maravillosa escena!
La que ejecuta el llanero
al mover a su manada,
pa’ disfrutar de un buen baño
y reposar la bregada.
Después del fuerte aspaviento
ya regresan al potrero,
a entonar con sentimiento
el compás de un buen coplero.
Ése que a la par de mí
le compone a la llanura,
le dice: ¡Amanezco en ti
y en tu sutil hermosura!
Gracias por visitar mi blog, espero que mi poema sea del agrado de todos. ¡¡Feliz y bendecido día!!

