No importa lo que me encuentre, un paraíso o un desierto, tal vez una constelación de estrellas o un agujero negro, mientras tus ojos me sigan mirando, yo seguiré buscando. Las flores en el jardín, las espinas en las rosas, mis ojos sobre los tuyos, sedientos de sueños reboza, iluminados por el deseo de tenerte junto a mí, sentirte en la cercanía, pensar que estás aquí, olvidar que no te tengo y vivir para ser feliz. Un deseo mezquino tal vez, una fantasía de niño quizás, solo me bastan tus ojos para olvidar la realidad, esa mirada tuya que me lleva al más allá, dónde convergen los sueños, dónde se olvida el pasado, dónde se detiene el tiempo y el presente es congelado, dónde no existe un futuro, nada es premeditado, solo se vive el momento y el resto dejado a un lado.

Ojos que no ven, corazón que no siente, un corazón que siente cuando tus ojos lo ven, un alma que se agita con una sola mirada, un vuelo que se emprende con una sola emoción; todo o nada, ganar o perder, es mejor lanzarse al vacío, esperar no es opción, cuando algo se desea se debe pasar a la acción, sin arrepentimientos, sin dudas y con pasión, es asumir los riesgos, afrontar la situación, vale la pena el esfuerzo, la vida sin ti se apaga; hoy elijo mi camino, conquistar o morir, me espera una gran batalla, pero, este es mi deseo, nada más importa, el triunfo o la derrota, todo en una mirada.

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