Me complace compartir con los amigos de esta comunidad, una leyenda de la ciudad donde vivo: El Caballo blanco y el Indio sin cabeza.
Los mitos y leyendas son intrínsecos de los pueblos, frutos por lo general del básico entendimiento de los acontecimientos comunes.
Aquellos hechos que están envueltos en cuestiones inexplicables, quedan en la memoria de los individuos y pasan de generación en generación y llegan a ser Patrimonio Inmaterial.
Cuenta la leyenda que un joven aborigen pretendía a la hija de un acaudalado y este mandó a decapitarlo, luego vagaba en las noches sembrando el terror. Cuentan que fue visto en el accidente ferroviario de 1945 y en la granizada de 1961.
El cubano es un individuo profundamente espiritual, de una u otra corriente pero creyente en la existencia de un "poder divino", por tanto y sobre la base de estudios en los que estoy imbuida, presumo que la leyenda del Caballo blanco y el Indio sin cabeza puede estar sustentada en testimonios de personas que pueden comunicarse con seres desencarnados, los llamados Médium.
Se dice que los testigos de su presencia no sobreviven al hecho, ¿quién contó el suceso, cómo llegó a nosotros?. No podemos cerrar las puertas al fenómeno paranormal el cual arroja episodios asombrosos sobre la religiosidad cubana que suponen la veracidad del Indio sobre su caballo en los lugares de accidentes o tragedias. Asumo que su aparición no es la causa de los desastres sino la mano solidaria para las víctimas.
El arte es un medio para lograr la permanencia de mitos y leyendas en una sociedad cualquiera, la del Indio sin cabeza es perpetuada en el Cine norteamericano con el filme de Tim Burton, cuyo argumento versa sobre decapitados en la Texas de 1799.
El florklor venezolano incluye la leyenda de la muerte del cacique Tamanaco, allá por 1570. Poetas, pintores, escultores y cantores se han inspirado en el aborigen decapitado por amores prohibidos:
El escritor Renael González Batista le dedicó un décima:
Leyenda tunera
Pasa en su caballo blanco
el jinete sin cabeza
--y el terror, haciendo presa
de la calle, en cada flanco--.
Salta rápido el barranco
hondo de la fantasía,
más la muerte --que lo guía--
no lo lleva al cementerio:
rompe el umbral del misterio
y llega a la poesía.
La leyenda también encontró refugio en la obra escultórica de Rogelio Ricardo Fuentes, recreada en metal de 6mm donde las figuras planas se superponen logrando la perspectiva y atmósfera lúgubre de una noche misteriosa, en tan solo 6 x 2,50 m.
Prefiero creer en la existencia del Indio protagonista de estos acontecimientos como creemos y evocamos a otras figuras que no están en el planeta tierra o a quienes nunca vimos. El infortunio de su casta y apariciones desde otra dimensión es un hecho dificil de entender, no por ello es irreal; creo en la aparición oportuna, parte del eje del bien y lo conservo héroe desde la humildad y poder de su estirpe.
El indio sin cabeza sigue en el mito, hasta poder verlo en otras vidas.
Este post es libre de IA.
Todas las fotos utilizadas son de mi propiedad.
English
There is a headless Indian
I am pleased to share with the friends of this community, a legend of the city where I live: The White Horse and the Headless Indian. Myths and legends are intrinsic to people, generally fruits of the basic understanding of common events. Those events that are involved in inexplicable issues remain in the memory of individuals and are passed from generation to generation and become Intangible Heritage.
Legend has it that a young Aboriginal man wanted the daughter of a wealthy man and he had him beheaded, then he wandered at night spreading terror. They say that it was seen in the 1945 train accident and in the 1961 hailstorm. The Cuban is a deeply spiritual individual, of one current or another but a believer in the existence of a "divine power", therefore and on the basis of studies in which I am imbued, I presume that the legend of the White Horse and The Headless Indian may be supported by testimonies of people who can communicate with disembodied beings, the so-called Mediums.
It is said that the witnesses to his presence do not survive the event, who told about the event, how did it come to us?. We cannot close the doors to the paranormal phenomenon which sheds astonishing episodes on Cuban religiosity that suppose the veracity of the Indian on his horse in the places of accidents or tragedies. I assume that its appearance is not the cause of the disasters but rather the helping hand for the victims.
Art is a means to achieve the permanence of myths and legends in any society, that of the Headless Indian is perpetuated in North American Cinema with the film by Tim Burton, whose plot is about decapitated people in Texas in 1799. Venezuelan florklor includes the legend of the death of the chief Tamanaco, back in 1570. In Cuba, poets, painters, sculptors and singers have been inspired by the aborigine decapitated for forbidden loves: The writer Renael González Batista dedicated a tenth to him:
Las Tunas legend
He passes by on his white horse
the headless horseman
--and terror, taking hold
of the street, on each flank--.
Quickly jump over the ravine
depth of fantasy,
plus death --which guides him--
does not take him to the cemetery:
breaks the threshold of mystery
and comes to poetry.
The legend also found refuge in the sculptural work of Rogelio Ricardo Fuentes, recreated in 6mm metal where, the flat figures are superimposed, achieving the perspective and gloomy atmosphere of a mysterious night, in just 6 x 2.50 m.
I prefer to believe in the existence of the Indian protagonist of these events as we believe and evoke other figures that are not on planet Earth or whom we have never seen. The misfortune of his caste and appearances from another dimension is a fact that is difficult to understand, but that does not mean it is unreal; I believe in the timely appearance, part of the axis of good and I preserve him as a hero from the humility and power of his lineage. The headless Indian remains in the myth, until he can see him in other lives.
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