In the immensity of cyberspace, where words are intertwined as stars in a shared galaxy, we have raised our candles with the wind of literary desire.Three years ago, in the heat of inspiration and under the lighthouse of the writer Ian Rodríguez, we began to travel on a WhatsApp highway, a virtual corridor where the letters faced, sparks of creativity flying between each message, each verse.
On this journey, we found a home in the groups of poets that swarmed, each wearing their voice, their essence, their stories.Through the screens, we fight metaphorically with the skill of warriors of the word, facing poets from all over the island, each with their own heat.It was a true feast of emotions, a fertile exchange of laughter, tears and virtual applause.
Today, in this moment of celebration, we proudly present the year number zero.This compendium is not simply a book;It is a testimony of our journey, a map of each poetic fight, an anthology of shared joys.On each page, the life of our letters throbs, the essence of each battle won, the resonance of each rhyme that flourished in this fertile field of creativity.
My soul, today, is filled with gratitude.Gratitude to each warrior of the word that dared to dream, to write, to share his voice.This yearbook is a balm for the soul, a reminder that poetry, in its purest form, has the ability to unite, challenge us and, above all, to celebrate the magic that nests in each of us.Let's continue sailing these words highways, hoping that the best is yet to come
Mi versión en español
En la inmensidad del ciberespacio, donde las palabras se entrelazan como estrellas en una galaxia compartida, hemos izado nuestras velas con el viento del deseo literario. Hace tres años, al calor de la inspiración y bajo el faro del escritor Ian Rodríguez, comenzamos a transitar por una autopista de WhatsApp, un corredor virtual donde las letras se enfrentaban, chispas de creatividad volando entre cada mensaje, cada verso.
En esta travesía, encontramos un hogar en los grupos de poetas que pululaban, cada uno portando su voz, su esencia, sus historias. A través de las pantallas, combatimos metafóricamente con la destreza de guerreros de la palabra, enfrentando a poetas de toda la Isla, cada uno con su fuego propio. Fue un verdadero festín de emociones, un intercambio fertil de risas, lágrimas y aplausos virtuales.
Hoy, en este momento de celebración, presentamos con orgullo el anuario número cero. Este compendio no es simplemente un libro; es un testimonio de nuestra travesía, un mapa de cada combate poético, una antología de las alegrías compartidas. En cada página, palpita la vida de nuestras letras, la esencia de cada batalla ganada, la resonancia de cada rima que floreció en este campo fértil de creatividad.
Mi alma, hoy, se llena de gratitud. Gratitud hacia cada guerrero de la palabra que se atrevió a soñar, a escribir, a compartir su voz. Este anuario es un bálsamo para el alma, un recordatorio de que la poesía, en su forma más pura, tiene la capacidad de unirnos, de desafiarnos y, sobre todo, de celebrar la magia que anida en cada uno de nosotros. Sigamos navegando estas autopistas de palabras, con la esperanza de que lo mejor aún está por venir.
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