Fama y Fortuna es un relato escrito por @Mostrorobot, ligando la fantasía, el erotismo y el... miedo? Surge como un ejercicio literario, luego de buscar imágenes y temas al azar, y crear una historia en un plazo de menos de 24 horas. Parte del contenido aleatorio que inspiró este relato es la canción Bloodmoney de la artista Poppy, que puedes escuchar haciendo click acá. Sin embargo, para la lectura del relato, recomiendo escuchar en Youtube la siguiente versión instrumental, y colocando la reproducción del vídeo a una velocidad de 0.25. Sin más aclaratorias, los invito a leer y a luego dejar sus comentarios. Gracias de antemano.
Fama y Fortuna [español]
Era casi medianoche cuando el joven rapero Stanley Boulton, mejor conocido como Stan Lil B, bajó del avión cargando apenas con un bolso de mano. Tenía un par de meses alejado de casa, de viaje, metido en una mini gira con otros famosos artistas, en una serie de conciertos que le ayudarían a promocionarse en su apenas naciente carrera. Aunque estaba muy comprometido con su manager y la compañía C.Borg Flow, consiguió escaparse un par de días para visitar y darle una gran sorpresa a su novia, la famosa actriz Rubí Mars.
El Uber se movía veloz por la autopista. Stan veía las luces de la ciudad reflejadas en el vidrio del auto, al tiempo que revisaba fotos de él con su pareja en el teléfono celular. Rubí y Stan Lil B eran una de las parejas de moda en el jet set de la ciudad. Y aunque algunos pensaban que su relación se trataba de pura estrategia publicitaria, realmente estaban enamorados, o por lo menos él lo sentía así. Tanto que su corazón latía aceleradamente mientras se acercaba a la mansión que compartían en Las Cumbres, una pudiente zona de riquillos y celebridades emergentes.
Mientras el Uber se alejaba, una fría brisa envolvió el cuerpo de Stan, quien en la acera observaba de pie la entrada de la mansión, un extraño escalofrío se apoderó de su ser y le puso la piel de gallina. Stan observó con detenimiento, la casa se encontraba envuelta en un halo de misterio. Las luces apagadas de la casa parecían parpadear por momentos, y oscuras sombras danzaban en las paredes. Lil B empujó la pesada puerta de roble y entró al moderno vestíbulo. El aire estaba cargado de una espesa neblina y se sentía una especie de carga eléctrica en el ambiente.
Caminaba por la sala y el pasillo, y el suelo crujía extrañamente bajo sus pies. Su actitud de alegría y pasión por ver a su amada había desaparecido, y ahora un temor y una nube de extrañeza y dudas se apoderaban de su mente. Siguió avanzando entre sombras y entornos azulados, caminando por el pasillo que conducía al salón de fiestas, atraído por el sonido de voces y murmullos y una tenue luz que se percibía detrás de la puerta.
Stan abrió la puerta con lentitud y entró a la estancia iluminada con luces entre naranja y rojizas, proporcionando una calidez que contrastaba con la frialdad sombría del resto de la casa. Asombrado observó como el salón de fiesta imitaba un antiguo teatro del siglo XVIII o XIX, con tan finos y elaborados ornamentos y cortinas barrocas que era imposible pensar que fuesen simple decoración. Y entonces, allí estaba, de pie en el centro de la habitación, su amada Rubí, hermosa, fascinante, con su cabello rubio cayendo en cascada sobre sus hombros, y un ajustado y sensual vestido de seda rojo brillante, que la hacía destacar sobre aquella luz amarillenta y calurosa. Y sin embargo algo estaba mal, o todo estaba mal. Rubí no estaba sola.
Una figura alta y fornida de piel gris y marmolada se erguía a escasos pasos de ella, sus ojos pequeños y rasgados brillaban con malicia, y un par de cuernos torneados sobresalían entre su cabellera azabache. Ambos estaban rodeados por una cantidad considerable de sillas formando un círculo, ocupadas con personajes extraños y singulares, oscuros seres de aspecto demoniaco, raros sujetos encorvados como criaturas, y algunos humanos, entre los que Stan distinguió algunos rostros familiares, como Fridhalis, la sirvienta de la casa.
Una música lenta, dominante y retorcida se escuchaba en todo el ambiente, sin un origen definido, y a un grado tan bajo que afectaba las pulsaciones y el ritmo cardíaco, a la vez que un calor ligeramente agobiante proporcionaba una pesadez a todo el momento. “¿Qué significa esto?, ¿qué está sucediendo aquí?”. Las preguntas atacaban la mente de Stan, y su corazón se aceleraba cada vez más, inundado por la ansiedad que aumentaba segundo a segundo.
“Bienvenidos al espectáculo”, se escuchó una voz suave y oscura dentro del recinto. Los presentes aplaudieron con tanto ánimo como un grupo de cadáveres. Entonces Rubí inició unos movimientos lentos y siniestros, como una danza de hechicería, sensual, apetitosa, malvada, girando alrededor de la figura cornuda, que inmutable se dejaba tocar, acariciar, seducir. Mientras Stan sentía el sudor recorrerle la espalda, el rostro, las entrañas. Se quitaba la humedad de la frente mientras avanzaba entre el público sombrío, trastabillando, hasta quedar de pie en primera fila.
La criatura gris de los cuernos lo observó directo a los ojos, y sonrió con burla. Rubí quedó estática por un instante, sorprendida al ver que su novio estaba allí. Stan ni siquiera podía hablar, sentía una leve asfixia y las palabras no le salían. Con sus manos y la expresión de su rostro descompuesto preguntó “¿qué es todo esto?”. La mirada que le devolvía su amada era de lástima, de comprensión. “amor… estoy cumpliendo con mi parte del contrato, un compromiso… ineludible”, dijo ella con voz tranquila, y sin más, reinició la danza de movimientos turbios y eróticos sobre el monumento gris.
El cuerpo de Rubí se movía como una serpiente alrededor del cornudo inmóvil, sonriente, imponente e inamovible como un menhir, destilando maldad. Los movimientos de ella parecían temblar, parpadear, como cuando una transmisión televisiva tiene fallas, y la música hipnotizante y temible corrompía el ambiente, viciado de sexo y peligro. Stan cerraba los ojos por instantes, intentando despertar de aquel momento, pero, igualmente en su mente observaba como una decena de manos acariciaban a su amada, fusionada ahora con aquella criatura, que con fuerza la poseía, con cientos de labios, sudor, y una sola lengua venenosa y viperina. Stan sintió un largo jadeo en lo más profundo de su oído.
“Fama y Fortuna. Nada es gratis en la vida señor Stanley Boulton”, la voz se volvió a escuchar sin que la música dejara de sonar. Stan volteo lentamente a su derecha, un asiento yacía vacío, una madame de escasos ropajes le besaba el cuello y le invitaba a sentarse, mientras las miradas de todos los presentes se centraban en él.
Lentamente tomo el lugar que le ofrecían, hundiéndose en las caricias de una cálida neblina, y casi imperceptiblemente, un contrato y una pluma dorada le fueron entregados en sus manos “Fama y Fortuna”. Y mientras meditaba sobre su futuro, Stan Lil B se unía a los espectadores de aquel lujurioso espectáculo, presenciando como su prometida saldaba su deuda.
Fin
Mostrorobot 240707
Idioma original: Español latino
Translation: Google Translate
Diseño/Design: Por Mostrorobot utilizando herramientas como Nightcafé Studio y Photoshop
English is not my native language, I apologize for possible errors in the translation.
Fame and Fortune is a story written by Mostrorobot, linking fantasy, eroticism and... fear? It emerges as a literary exercise, after searching for random images and themes, and creating a story in a period of less than 24 hours. Part of the random content that inspired this story is the song Bloodmoney by the artist Poppy, which you can listen to by clicking here. However, to read the story, I recommend listening to the following instrumental version on YouTube, and setting the video playback at a speed of 0.25. Without further clarification, I invite you to read and then leave your comments. Thanks in advance.
Fame and Fortune [English]
It was almost midnight when the young rapper Stanley Boulton, better known as Stan Lil B, got off the plane carrying only a handbag. He had been away from home for a couple of months, traveling, involved in a mini tour with other famous artists, in a series of concerts that would help him promote his barely nascent career. Although he was very committed to his manager and the company C.Borg Flow, he managed to escape for a couple of days to visit and give a big surprise to his girlfriend, the famous actress Rubí Mars.
The Uber was moving fast on the highway. Stan saw the city lights reflected in the car glass, while reviewing photos of him with his partner on his cell phone. Rubí and Stan Lil B were one of the fashionable couples in the city's jet set. And although some thought that their relationship was a pure publicity strategy, they really were in love, or at least he felt that way. So much so that his heart was beating rapidly as he approached the mansion they shared in Las Cumbres, a wealthy area of rich people and emerging celebrities.
As the Uber drove away, a cold breeze wrapped around Stan's body, who was standing on the sidewalk watching the entrance to the mansion. A strange chill took over his being and gave him goosebumps. Stan observed carefully, the house was shrouded in an aura of mystery. The unlit lights of the house seemed to flicker at times, and dark shadows danced on the walls. Lil B pushed open the heavy oak door and entered the modern foyer. The air was charged with a thick fog and a kind of electric charge was felt in the environment.
He walked through the living room and the hallway, and the floor creaked strangely under his feet. His attitude of joy and passion to see his beloved had disappeared, and now a fear and a cloud of strangeness and doubts took over his mind. He continued advancing through shadows and bluish environments, walking along the corridor that led to the party room, attracted by the sound of voices and murmurs and a faint light that could be perceived behind the door.
Stan opened the door slowly and entered the room illuminated with orange and reddish lights, providing a warmth that contrasted with the gloomy coldness of the rest of the house. He was amazed and observed how the party room imitated an old theater from the 18th or 19th century, with such fine and elaborate ornaments and baroque curtains that it was impossible to think that they were simple decoration. And then, there she was, standing in the center of the room, her beloved Ruby, beautiful, fascinating, with her blonde hair cascading over her shoulders, and a tight, sensual bright red silk dress, which made her stand out from the crowd. that yellowish and warm light. And yet something was wrong, or everything was wrong. Rubí was not alone.
A tall, burly figure with gray and marbled skin stood a few steps away from her, her small, slanted eyes shone with malice, and a pair of shapely horns protruded from her raven hair. Both were surrounded by a considerable number of chairs forming a circle, occupied with strange and singular characters, dark demonic-looking beings, strange subjects hunched like creatures, and some humans, among whom Stan distinguished some familiar faces, such as Fridhalis, the maid. of the house.
Slow, dominant and twisted music was heard throughout the environment, without a defined origin, and at such a low level that it affected the pulse and heart rate, while a slightly oppressive heat provided a heaviness to the entire moment. “What does this mean? What is happening here?” Questions attacked Stan's mind, and his heart raced faster and faster, flooded by anxiety that increased second by second.
“Welcome to the show,” a soft, dark voice was heard inside the venue. Those present applauded with as much enthusiasm as a group of corpses. Then Rubí began some slow and sinister movements, like a dance of sorcery, sensual, appetizing, evil, revolving around the horned figure, which immutably allowed itself to be touched, caressed, seduced. While Stan felt her sweat run down his back, her face, her insides. He wiped the moisture from his forehead as he stumbled through the somber audience until he was standing in the front row.
The gray creature with the horns looked him straight in the eyes, and smiled mockingly. Rubí stood still for a moment, surprised to see that her boyfriend was there. Stan couldn't even speak, he felt a slight suffocation and his words wouldn't come out. With his hands and the expression on her broken face he asked “what is all this?” The look that her beloved returned was one of pity, of understanding. “Love… I am fulfilling my part of the contract, a commitment… unavoidable,” she said in a calm voice, and without further ado, she restarted the dance of murky and erotic movements on the gray monument.
Rubí's body moved like a snake around the immobile cuckold, smiling, imposing and immovable like a menhir, exuding evil. Her movements seemed to tremble, flicker, like when a television broadcast has glitches, and the hypnotizing and fearsome music corrupted the atmosphere, tainted with sex and danger. Stan closed his eyes for moments, trying to wake up from that moment, but, equally in his mind, he observed how a dozen hands caressed his beloved, now fused with that creature, which forcefully possessed her, with hundreds of lips, sweat, and a single poisonous and viperine tongue. Stan felt a long gasp deep in her ear.
“Fame and Fortune. Nothing is free in life Mr. Stanley Boulton”, the voice was heard again without the music stopping playing. Stan slowly turned to his right, a seat lay empty, a scantily clad madame kissed his neck and invited him to sit, while the gazes of everyone present focused on him.
He slowly took the place offered to him, sinking into the caresses of a warm mist, and almost imperceptibly, a contract and a golden feather were delivered into his hands “Fame and Fortune”. And while he meditated on his future, Stan Lil B joined the spectators of that lustful spectacle, witnessing how his fiancée paid off his debt.
End
Mostrorobot 240707
Original language: Latin Spanish
Translation: Google Translate
Design: By Mostrorobot using tools such as Nightcafé Studio and Photoshop
English is not my native language, I apologize for possible errors in the translation.