Los seres humanos nos enfrentamos por razones de: destino, causalidades, decisiones, etc. A situaciones que tal vez ni nosotros mismos podemos controlar, ni superar de no poseer las herramientas que nos van a permitir salir airosos de ellas. Allí es donde deberíamos poner en marcha nuestra capacidad de resiliencia, confianza, tolerancia y fe, para solventar o bien vencer, el miedo o cualquier frustración provocada por estos fenómenos . Deberíamos aprender, que tanto el dolor, el miedo, el deseo, la tristeza, la risa, la desolación, la belleza, la salud y la enfermedad, etc. Sin duda alguna,llegará un instante en que pasarán, según un famoso Proverbio Chino y la experiencia de vida de todos.
Con esta idea entre ceja y mentón, mis pensamientos se convirtieron en un nido de desahogo y suspiros, en busca de nuevos alientos de vida....
Avanzo
A pesar del monstruo de mil cabezas
No retrocedo
Aunque mi piel suplique respiro
Mis poros abiertos transportan vapor seco, que duele
¡Cómo duele!
Tanto, que es capaz de desgarrar la sensibilidad de mis sentidos
y envolverlos en un sombrío y sofocante túnel sin salida
Mi frente destila gotas,
que exprimen mi humanidad casi marchita
El camino hacia la vida no ha sido fácil
La manada casi desfallece, pero firmes como rocas
demuestran valor, aplomo y amor
Avanzo…
Aunque de mi espalda, brote la esencia del único ser que en mí habita
Mi sudor ya es salobre
Los aromas no existen, ni como un recuerdo
He soportado y descubierto el calor del inframundo
Avanzo…
A pesar de la incandescencia obnubilante del Astro Rey
¡Suplico sosiego al mismo instante!
No retrocedo, vendrá la tormenta
Avanzo…
Ya sin fuerzas en pos de una bocanada de vida
El frescor regresa, el agua, aquieta las almas
Absorta, mareada de ilusión me mantuve.
“Todo pasa, esto también”