Desde hace un tiempo he estado en esta comunidad tan solo como lector, pero me decido hoy a escribir. Pretendo mostrar mi trabajo y estar muy atento a los comentarios y recomendaciones que puedan brindarme.
No podría establecer un género de preferencia al realizar mis textos, pero si puedo decir que la narrativa es lo que prefiero. Creo que a través del ejercicio es como el escritor consigue su propia voz, y tener la ayuda de una comunidad dispuesta a leer y comentar es una gran ventaja.
Como los textos hablan por sus autores, les comparto uno de mis cuentos.
Alianza
Agonizaba. A pesar del fuerte hedor a orines y la turbación del rostro, sobre él aún descansaba un velo de solemnidad y respeto; miedo para los que se inclinaban a creer las misteriosas historias. Junto a él, entre la cama rechinante de sábanas amarillentas y la mesita de noche agobiada con inyectadoras, sueros y pastillas, descansaba el peculiar bastón que desde joven empuñaba orgulloso.
Ahora, viéndolo estremecerse y delirante, la única prueba de su pasada sapiencia era la vara que, como alguna vez él lo estuvo, permanecía firme y hermosa recostada del muro.
Antes de que la lengua muriera dentro de su garganta, escucharon las palabras que iniciaban el exhorto con el que había desalojado almas en pena, aliviado fiebres y dolores. Ya no hablaba. Del oscuro hueco que había sido su boca salía un gruñido ronco y grave, inentendible. Cuando abría los ojos, seguramente reuniendo la poca fuerza que aún conservaba, estiraba con desesperación una garra nudosa hacia el bastón. Ya la oración no le servía, su cuerpo tampoco. Aún así ambos permanecían unidos, sosteniendo la una al otro.
La noche que alcanzó el bastón todos dormían profundamente. Se apoyó de él y anduvo penosamente hasta el final del patio. Se inclinó sobre la vara como si le hablara al trozo curvo y brillante de madera. Declamó clara y enérgicamente, acariciando con fervor la mancha ovalada que parecía un escarabajo posado en el bastón.
En la mañana encontraron su cuerpo ovillado sobre la tierra abrazando al bastón incorrupto.
Gracias por su lectura.
Hasta pronto.