"El amor que no termina deja señales en cada cosa que brilla."
Saludos amigos. Este poema fue inspirado por esas ausencias que no hacen ruido, pero lo ocupan todo. Es un intento de nombrar lo que persiste cuando alguien ya no está: los objetos, los gestos, la luz. A veces, lo más hermoso no consuela, solo nos recuerda lo que fue. Y aun así, seguimos mirando.
Todo lo que parece hermoso...
es solo el eco de un nombre
que ya no repito,
pero que las cosas pronuncian por mí:
la taza desgastada donde bebiste,
el libro que dejaste a media luz,
y esta almohada que aún guarda
el hueco de un sueño que no era mío.
y el cielo no es gris:
es el color del lápiz
con que tachaste tu dirección.
El viento no trae tu risa,
sino el tacto de esa carta
que nunca envié
y que arde lento en mi garganta.
huelen al perfume barato
que usabas los domingos,
y a ese jazmín que crecía
junto al "para siempre"
que nunca sembramos.
es un espejo roto:
el sol corta como el vidrio
de la ventana que dejabas abierta;
la lluvia escribe tu nombre
en el parabrisas del coche
que ya no conduce a nada.
arroja a la orilla
los zapatos perdidos
la última vez que fuimos felices.
Y el café frío,
ese que ya no comparto,
es solo el poso de un beso
que se apagó en mis labios.
confundo a los demás contigo:
no por sus rostros,
sino por la prisa
con la que se alejan.
Todo lo que es bello
me devuelve a tu ausencia,
como si la luz
fuera solo el recuerdo
de un incendio.
el cielo azul es hoy
la cicatriz que dejó
tu último adiós.
Jorge Rodríguez Medina(@siondaba)
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English Version
"Love that doesn't end leaves traces in everything that shines."
Greetings, friends. This poem was inspired by those absences that make no noise, yet take up all the space. It is an attempt to name what persists when someone is no longer there: objects, gestures, light. Sometimes, what is most beautiful does not console, it simply reminds us of what once was. And still, we keep looking.
Everything That Seems Beautiful...
is only the echo of a name
I no longer say,
but things speak it for me:
the worn cup where you once drank,
the book you left under dim light,
and this pillow that still holds
the shape of a dream that wasn't mine.
and the sky is not gray:
it's the color of the pencil
you used to cross out your address.
The wind doesn’t bring your laughter,
but the texture of that letter
I never sent,
now burning slowly in my throat.
they smell of cheap perfume
you wore on Sundays,
and of that jasmine that grew
beside the “forever”
we never planted.
is a broken mirror:
the sun cuts like the glass
of the window you left open;
the rain writes your name
on the windshield of a car
that no longer leads anywhere.
it throws ashore
the lost shoes
from the last time we were happy.
And the cold coffee,
the one I no longer share,
is only the grounds of a kiss
that faded on my lips.
I mistake others for you:
not for their faces,
but for the haste
with which they walk away.
Everything that is beautiful
returns me to your absence,
as if light
were only the memory
of a fire.
the blue sky today
is the scar left behind
by your last goodbye.
Jorge Rodríguez Medina(@siondaba)
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