Hello, I wish you a beautiful day from this corner of the world.
In literature, we encounter fantastical characters capable of changing forms and voices, becoming others—and so too are authors like Pessoa.
I confess I discovered this writer’s work about 10 years ago, when I frequented a café named after him in the northern state of Rondônia, Brazil. On its walls, gilded frames displayed fragments of his poems, and I fell in love. I searched for the author online and began downloading his books in PDF. At first, it was bewildering—until I learned about the heteronyms. I’ve since come to adore his poetry.
Pessoa’s 42 Poems, a physical copy I now own, was published by Grijalbo Mondadori. It offers a concise yet revealing gateway to his work, showcasing both his "orthonym" (the voice signed with his real name) and his three most famous heteronyms: Alberto Caeiro, Ricardo Reis, and Álvaro de Campos. Each embodies a unique worldview, proving why Pessoa is a genius of modern literature.
For those unfamiliar, let me briefly introduce this giant through 42 POEMS.
Fernando Pessoa (Orthonym): The Labyrinth of the Self
The "real" Pessoa (if he exists) is fragmented, metaphysical, and anguished. His poems dissect identity like a shattered mirror:
"The poet is a faker. / He fakes it so completely, / He even fakes the pain / Of pain he feels in fact."
("Autopsychography").
In this anthology, his orthonym oscillates between lucidity and despair, forever questioning reality.
Alberto Caeiro: The Anti-Philosopher Shepherd
Caeiro is pure sensation, a poet who rejects abstract thought to embrace nature with childlike wonder:
"I’ve never kept flocks, / But it’s as if I did. / My soul is like a shepherd, / It knows the wind and sun / And walks hand in hand with the Seasons / To follow and watch."
("The Keeper of Sheep I").
His deceptively simple verses dismantle philosophy with irony: "Poets say stones feel. / Madness! What stupidity!"
Ricardo Reis: The Stoic Classicist
A disciple of Caeiro (yet his opposite), Reis is a cultured Epicurean who pens Horatian odes on life’s fleetingness:
"Wise is he who’s content / With the spectacle of the world."
("Ode I").
"Master, placid are / all the hours / we squander, / if in squandering, / as in a vase, / we place flowers."
His polished meter and melancholic carpe diem ("Gather today what remains / Of life slipping away") clash with the chaos of other heteronyms.
Álvaro de Campos: The Tormented Futurist
De Campos is machine and scream, a naval engineer channeling Whitman, veering between ecstasy and nihilism:
"I’m nothing. / I’ll never be anything. / I can’t want to be anything. / Apart from that, I hold within me / all the dreams of the world."
("Tobacco Shop").
Works like "Triumphal Ode" ("Full speed ahead against death!") reveal his violent modernist edge.
Other Heteronyms: The Invisible Chorus
Though this anthology focuses on the four above, Pessoa crafted dozens of minor heteronyms, each with distinct styles:
- Bernardo Soares: Fictional author of "The Book of Disquiet", prose poetry on daily anguish.
- Alexander Search: An Englishman writing decadent verse.
- Maria José: A "madwoman" penning heart-wrenching love letters.
42 Poems is an essential map to navigate Pessoa’s ocean. Brief yet potent, it captures his genius: the ability to be multiple and authentic at once. Grijalbo Mondadori’s edition, lightly annotated but well-curated, is perfect to discover or revisit an author who, as he wrote, "has no personality: he divides them all."
I recommend it for seekers of a light yet profound intro to Pessoa, and for readers who relish poetry as a masquerade of mirrors.
Until next time.
And remember: we can be more than one.
"This post was written without the use of AI. The images are mine. The banners were made on Canva, courtesy of @yuraimatc."
Hola, les deseo un día hermoso desde este rincón del mundo.
En la literatura encontramos personajes fantásticos capaces de cambiar formas, voces y así poder ser otro y tambien autores, como Pessoa.
Les confieso que conocí la obra de este autor hace unos 10 años, porque frecuentaba un Café con su nombre en la norteño estado de Rondonia de Brasil. En las paredes del citado Café había cuadros enmarcados en dorado con fragmentos de poemas de él y me enamoré de ellos, busque al autor en internet y comencé a bajar sus libros en formato PDF. Al principio fue desconcertante hasta que supe lo de los Heterónimos. Disfruto su poesía.
Pessoa, 42 poemas, libro físico que si poseo, fue publicado por Grijalbo Mondadori, ofrece una puerta de entrada concisa pero reveladora a su obra, destacando tanto su voz "ortónima" (la que firma con su nombre real) como la de sus tres heterónimos más célebres: Alberto Caeiro, Ricardo Reis y Álvaro de Campos. Cada uno despliega una cosmovisión única, demostrando por qué Pessoa es considerado un genio de la literatura moderna.
Para quien no lo conoce le voy a presentar a este Grande a traves de 42 POEMAS, pero seré breve.
Fernando Pessoa (ortónimo): el laberinto del yo
El Pessoa "real" (si es que existe) es fragmentario, metafísico y angustiado. Sus poemas exploran la identidad como un espejo roto:
"El poeta es un fingidor. / Finge tan completamente / Que llega a fingir que es dolor / El dolor que de veras siente"
("Autopsicografía").
En esta antología, su voz ortónima aparece con versos que oscilan entre la lucidez y la desesperación, siempre cuestionando la realidad.
Alberto Caeiro: el pastor anti-filósofo
Caeiro es pura sensación, un poeta que rechaza el pensamiento abstracto para abrazar la naturaleza con inocencia:
"Nunca he guardado rebaños , / pero es como si las guardase. / Mi alma es como un pastor, / conoce el viento y el sol / y anda por la mano de las Estaciones / a seguir y a mirar". ("El guardador de rebaños I")
Sus poemas, simples en apariencia, desmontan la filosofía con ironía: "Los poetas dicen que las piedras sienten. / ¡Qué locura! ¡Qué estupidez tan grande!".
Ricardo Reis: el estoico clásico
Discípulo de Caeiro (pero opuesto a él), Reis es un epicúreo culto que escribe odas horacianas sobre la fugacidad de la vida:
"Sabio es el que se contenta / con el espectáculo del mundo"
("Oda I").
"Maestro, son plácidas
todas las horas
que malgastamos,
si al malgastarlas,
cual en un jarro,
ponemos flores.
Su métrica pulcra y su carpe diem melancólico ("Recoge hoy lo que queda / De la vida que se va") contrastan con el caos de los otros heterónimos.
Álvaro de Campos: el futurista atormentado
De Campos es la máquina y el grito, un ingeniero influido por Whitman que oscila entre el éxtasis y el nihilismo:
"No soy nada. / Nunca seré nada. / No puedo querer ser nada. / Aparte eso, tengo en mí todos los sueños del mundo"
("Tabacaría").
Poemas como "Oda Triunfal" (con sus "¡A toda velocidad contra la muerte!") muestran su faceta más violenta y modernista.
Otros heterónimos: el coro invisible
Aunque esta antología se centra en los cuatro nombres anteriores, Pessoa creó decenas de heterónimos menores, cada uno con su estilo:
- Bernardo Soares: Autor ficticio de "El Libro del Desasosiego", prosa poética sobre la angustia cotidiana.
- Alexander Search: Un inglés que escribe en versos decadentistas.
- Maria José: Una "mujer loca" que escribe cartas de amor desgarradas.
42 poemas es un mapa esencial para navegar el océano pessoano. Aunque breve, logra capturar la esencia de su genio: la capacidad de ser múltiple y genuino al mismo tiempo. La edición de Grijalbo Mondadori, sin notas críticas pero bien seleccionada, es ideal para descubrir o reencontrarse con un autor que, como él mismo escribió, "no tiene personalidad: la divide todas".
Lo recomiendo para quienes busquen una introducción ligera pero profunda a Pessoa, y para lectores que disfruten de la poesía como juego de máscaras y espejos.
Hasta pronto.
Y recuerden que podemos ser más de uno.
Este post fue redactado sin el uso de IA. Las imágenes me pertenecen. Los banners fueron creados en Canva, cortesía de @yuraimatc