Solo pocos son quienes hoy viven fuera de las redes sociales, como dice Byung Chul Han, lo virtual ha suplantado lo vital. Pero, muchos creo hemos encontrado en lo virtual una especie de pseudo-espacio donde no solo interactuamos con otras personas, sino que también se ha convertido en una suerte de espacio donde muchos podemos ganar dinero de manera honrada. Por lo que cada vez son más las personas que pasan horas y horas frente a dispositivos que les permite tener acceso a todo el mundo virtual.
No es para nadie un secreto que los formatos en los que se nos presentan los datos, la información, las opiniones, los conocimientos y saberes han venido modificándose con el pasar del tiempo, aferrándose al designio heracliteo de comprender que lo único permanente es la ìmpermanencia. Cosa que nos ha llevado a tener modos de contemplación variopintos, por lo que muchos estamos a arrojados al contenido, en mi caso intento estar mirando contenido relacionado con las humanidades, lo que me ha hecho tener presente que más allá de la filosofía, tengo un profundo interés en la historia y la filología. Incluso estoy pensando seriamente en aventurarme a estudiar alguna, pero, eso es otro asunto.
Portada editada con CanvaPro
Fotografía propiedad del autor
Dicho esto, debo confesar que aunque tengo divulgadores de humanidades favoritos, por mencionar algunos: Michelle Nadine, Filoadictos, Lubecassinno, Juan Miguel Zunzunegui, Gabriela Galmos, Candela Anton. Nerea Blanco, Pol Gise y muchos más, hay algo que no me termina de cerrar del todo, y me pregunté: “¿Acaso hay algo que falta?” Seguramente no sea nada trascendental, quizá nada, posiblemente sea esa sensación ilusoria de incompletitud que parece hasta cierto punto propia de la condición humana.
Lo cierto es que hay cosas que me gustan a mí, y no tiene por que gustarle a los demás, y no siempre hay contenido sobre ello. No hay personas que están difundiendo sobre algo que me gustaría que se difundiera, o del modo en el que considero fuese interesante y basándose en estas premisas llegué a la inevitable conclusión: Crea el contenido que quieres ver.
Lo que me condujo a la siguiente pregunta, cuya respuesta no creo sea la más esperanzadora o no por lo menos para mí, me hice la pregunta: ¿Realmente yo consumiría mi contenido? Creo que mi respuesta sería que no, y es que considero que no he impreso de manera sistemática mi esencia si es que se puede considerar algo esencial en cada uno de nosotros, porque si debo confesar algo es que hoy no soy el mismo que hace 5 años o hace 1 año o hace 2 meses. Por lo que estoy no solo repensandome, reencontrandome, también despojandome de todo aquello que considero no debería darle mi atención.
Recientemente he conversado con un viejo amigo, y la conversación nace porque recientemente ha pensado mucho en mí ya que ha estado escuchando mucho a Joaquín Sabina, y si hay algo que bien sabe de mí o es lo que recuerda ya que hace una década no nos vemos, es que Sabina es mi cantautor favorito y tuve que confesarle que hacía mucho no oía a Sabina, y por pura nostalgia joquinista puse algunos temas que solía oír años atrás y me increpé: ¿Acaso me dejo de gustar Sabina?
A lo que respondí: No
*¿Entonces por qué no volví a escucharlo? *
Creo que en el fondo me desvié un poco de mí, afortunadamente creo que en ciertos aspectos estoy retomando quien soy al mismo tiempo que dejo de ser, siendo otro pero el mismo.
Y para cerrar les comparto uno de mis temas favoritos, aunque me cuesta escoger uno como favorito ya que tiene muchas canciones increíbles.
ENGLISH VERSION
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Create the content you want to see
Only few are those who live today outside of social networks, as Byung Chul Han says, the virtual has supplanted the vital. But, I think many of us have found in the virtual a kind of pseudo-space where we not only interact with other people, but it has also become a kind of space where many of us can earn money in an honest way. As a result, more and more people spend hours and hours in front of devices that allow them to have access to the entire virtual world.
It is no secret that the formats in which data, information, opinions, knowledge and knowledge are presented to us have been changing over time, clinging to the Heraclitean design of understanding that the only permanent thing is permanence. Something that has led us to have different ways of contemplation, so many of us are thrown to the content, in my case I try to be looking at content related to the humanities, which has made me keep in mind that beyond philosophy, I have a deep interest in history and philology. I'm even seriously thinking of venturing into studying either, but, that's another matter.
That said, I must confess that although I have favorite humanities popularizers, to name a few: Michelle Nadine, Filoadictos, Lubecassinno, Juan Miguel Zunzunegui, Gabriela Galmos, Candela Anton. Nerea Blanco, Pol Gise and many more, there is something that does not quite close me, and I asked myself: “Is there something missing?” Surely it is nothing transcendental, perhaps nothing, possibly it is that illusory feeling of incompleteness that seems to some extent characteristic of the human condition.
What is certain is that there are things that I like, and others don't have to like, and there isn't always content about it. There are no people who are broadcasting about something that I would like to be broadcast, or in the way that I think is interesting, and based on these premises I came to the inevitable conclusion: Create the content you want to see.
Which led me to the next question, whose answer I don't think is the most hopeful or not at least for me, I asked myself the question: Would I really consume my content? I think my answer would be no, and is that I consider that I have not systematically printed my essence if it can be considered something essential in each of us, because if I must confess something is that today I am not the same as 5 years ago or 1 year ago or 2 months ago. So I am not only rethinking myself, reencountering myself, but also stripping myself of everything that I consider I should not give my attention to.
Recently I had a conversation with an old friend, and the conversation was born because recently he has been thinking a lot about me since he has been listening a lot to Joaquín Sabina, and if there is something he knows about me well or is what he remembers since we have not seen each other for a decade, is that Sabina is my favorite singer-songwriter and I had to confess to him that I had not heard Sabina for a long time, and for pure Joaquín nostalgia I played some songs I used to listen to years ago and I asked myself: "Did I stop liking Sabina?
To which I answered: No
*Then why didn't I listen to him again? *
Fortunately I think that in certain aspects I am returning to who I am at the same time that I stop being, being someone else but the same.
And to close I share with you one of my favorite songs, although it's hard for me to choose one as a favorite since it has so many incredible songs.
Translated with DeepL.com (free version)
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