¿Nos está volviendo estúpidos la IA?
Creo fue Arnold Gehlen quien afirmó que el ser humano es de los seres menos adaptados de la naturaleza, o en otras palabras, somos los seres que poseemos menos adaptaciones a entornos naturales si nos comparamos con otros seres tenemos que decir que no tenemos cola para escalar árboles, ni aletas o branquias para nadar y respirar bajo el agua, tampoco tenemos un pelaje que nos protege en la intemperie. Lo curioso, es que biológicamente en este sentido pareciera que no hemos evolucionado.
¿Por qué?
La antropología puede iluminar mejor este camino, pero, aquí no estamos para andar por los derroteros de la antropología biológica, sino, que nos interesa dar una perspectiva filosófica del asunto. Ciertamente en algún momento de la historia del desarrollo de la especie Homo tuvimos cola, pelaje y un montón de adaptaciones que con el tiempo fueron desapareciendo. Comenzamos a ser animales más sociales o abiertos al encuentro de un modo diferente a la manada. Hay estudios que afirman que cambios en la dieta hicieron que nuestro cerebro creciera, la misma dieta hizo que nos comenzáramos a comportar diferente, nuevos hábitos fueron tomando forma.

Pasamos de ser recolectores a ser cazadores organizados, empezamos a andar erguidos y de algún modo comenzamos a lograr una condición física que nos permitía hacer cosas que antes no. Haber conseguido un cerebro más grande parece haber abierto el horizonte para crear códigos, lenguaje, en otras palabras un sistema que nos proporcionó las condiciones de posibilidad de erigir una comunidad, sociedad o dicho de otro modo un sistema político.
Luego con el pasar de los milenios la humanidad ha devenido en complejas estructuras socio-políticas que han llegado a niveles de abstracción muy interesantes. Perder especificidades biológicas nos abrió las puertas a lo que conocemos como cultura, que en este sentido podemos llamar “medio ambiente”. Y claramente ya ninguna especificidad es necesaria.
Nadie necesita aletas para nadar, tenemos barcos para movernos sobre el agua, aunque esto no quiere decir que no nademos por ocio o deporte. Por solo mencionar una cosa de todas las posibles especificidades que pudiéramos tener. Nuestra capacidad creadora, en palabras del filósofo español José Antonio Marina, nuestra “inteligencia creadora” que a partir de proyectos podemos transformar la realidad.
Desde hace algunas décadas se han venido llevando a cabo investigaciones y desarrollo en algo que en los últimos años ha ganado demasiada popularidad, me refiero a la Inteligencia Artificial. Que hoy por hoy, está al alcance de todos y que ya es una realidad casi que en todos los ámbitos sociales, al punto de estar modificando no sólo puestos de trabajo, sino eliminando algunos y generando otros, y en sentido estricto, eso es algo que ocurre con los desarrollos tecnológicos, modifican nuestras conductas. Pero, lo que me parece realmente curioso es que muchas personas ya usan la IA de un modo no se si perjudicial, pero, por lo menos es algo bastante curioso, de hecho, ya he escuchado términos como el uso de la como un “segundo cerebro”. Todo esto me hace detenerme en una pregunta:
¿La IA podrá hacernos perder facultades mentales?
Cuando dependemos tanto de una herramienta que la vida se modifica al punto de que la herramienta se ha convertido en una suerte de apéndice, una suerte de extensión de nuestro cuerpo. Y si la IA ha comenzado a “pensar” por nosotros, acaso estamos frente a un deterioro de nuestras capacidades cognitivas. No lo sé. Para esta cuestión no poseo la respuesta, pero, no puedo ignorar mis inquietudes.
Tampoco creo que debemos recurrir al punto de satanizar el uso de la IA, porque como muchos desarrollos tecnológicos posee utilidades, lo que sí considero es pensar el uso y cómo nos relacionamos con la IA. Lo que sí me gustaría es conocer tu opinión al respecto.
¿Crees que la IA nos hará perder facultades mentales?
ENGLISH VERSION
ENGLISH VERSION (click here!)
I believe it was Arnold Gehlen who stated that human beings are among the least adapted beings in nature, or in other words, we are the beings that have the least adaptations to natural environments if we compare ourselves with other beings we have to say that we do not have a tail to climb trees, nor fins or gills to swim and breathe underwater, nor do we have a coat that protects us in the open. The curious thing is that biologically in this sense it seems that we have not evolved.
Why is that?
Anthropology can illuminate this path better, but we are not here to follow the paths of biological anthropology, but we are interested in giving a philosophical perspective on the matter. Certainly at some point in the history of the development of the Homo species we had tails, fur and a lot of adaptations that eventually disappeared. We started to become more social animals or open to encounter in a different way than the herd. There are studies that affirm that changes in diet made our brain grow, the same diet made us start to behave differently, new habits took shape.

We went from being gatherers to being organized hunters, we began to walk upright and somehow we began to achieve a physical condition that allowed us to do things that we could not do before. Having a bigger brain seems to have opened the horizon to create codes, language, in other words a system that provided us with the conditions of possibility to build a community, society or in other words a political system.
Then, with the passing of the millennia, humanity has evolved into complex socio-political structures that have reached very interesting levels of abstraction. Losing biological specificities opened the doors to what we know as culture, which in this sense we can call “environment”. And clearly no specificity is necessary anymore.
Nobody needs fins to swim, we have boats to move on water, although this does not mean that we do not swim for leisure or sport. To mention just one thing of all the possible specificities we could have. Our creative capacity, in the words of the Spanish philosopher José Antonio Marina, our “creative intelligence”, that from projects we can transform reality.
For some decades now, research and development have been carried out in something that in recent years has gained too much popularity, I am referring to Artificial Intelligence. Today, it is within everyone's reach and it is already a reality in almost all social areas, to the point of modifying not only jobs, but eliminating some and generating others, and strictly speaking, that is something that happens with technological developments, they modify our behaviors. But, what I find really curious is that many people are already using AI in a way that I do not know if it is harmful, but, at least it is something quite curious, in fact, I have already heard terms such as the use of AI as a “second brain”. All this makes me dwell on a question:
Will AI be able to make us lose mental faculties?
When we depend so much on a tool that life is modified to the point that the tool has become a sort of appendage, a sort of extension of our body. And if AI has begun to “think” for us, perhaps we are facing a deterioration of our cognitive abilities. I do not know. I don't have the answer to this question, but I can't ignore my concerns.
I don't think we should resort to the point of demonizing the use of AI, because like many technological developments it has utilities, what I do consider is to think about the use and how we relate to AI. What I would like to know is your opinion on the matter.
Do you think AI will make us lose mental faculties?
Translated with DeepL.com (free version)
Si deseas apoyar mi trabajo acá puedes enviar un tip
If you wish to support my work here you can send a tip.
HIVE/HBD: filoriologo
LEO: filoriologo
Bitcoin Lightning Network: fretfulcoffee45@walletofsatoshi.com
Bitcoin: 1Sarz4FYPMDGmEUL8DsAQYHKZSVazAaFk
USDT(TRC20): TFa11YSZ77XPH56XiSqseHLms6LAzjcAkv
BINANCE ID: 4072493

| X | Instagram | Medium |Telegram | LinkedIn | INLEO |